Uruguay: sigue embate entre ambientalistas y gobierno
El embate entre ambientalistas argentinos y el gobierno uruguayo sobre la instalación de industrias celulosas en la margen del río Uruguay sigue sin solución
Recientemente la Presidencia de la República del Uruguay resolvió levantar de su portal en Internet la encuesta en que consultaba la opinión de los usuarios sobre la instalación de las plantas de celulosa de Botnia y Ence en la margen oriental del río.
Según se afirmó la decisión fue tomada luego de detectar que en sólo dos horas ingresaron desde Argentina unos 600 votos en contra de los emprendimientos. Según la Secretaría de Prensa y Difusión (Sepredi) de la Presidencia, ello "distorsionó los resultados", ya que al parecer este tipo de encuestas está destinada solamente a los ciudadanos uruguayos residentes en Uruguay.
La agencia Comcosur informa que antes de que se realizara esta llamada "invasión cibernética", de 1.300 entradas la opción a favor de "la instalación de las plantas de celulosa con estrictos controles ambientales" reunía más del 60% de los votos, casi un 20% opinaba que era "positivo porque generarán empleo" y alrededor de un 15% se manifestaba en contra por considerar que "provocarán daños ambientales". Al momento de ser levantada la encuesta, la opción "no estoy de acuerdo, porque contaminan el medio ambiente" había subido al 48%.
El director de SEPREDI, José Luis Veiga, dijo al diario Últimas Noticias que se resolvió suspender las encuestas hasta definir si se reformularán los procedimientos para el futuro. Veiga dijo que sería posible bloquear el ingreso desde el exterior o aplicar otro tipo de restricciones, pero que hasta ahora ello no se ha definido.
Paralelamente otra firma, la sueco-finlandesa Stora Enso, anunció su intención de instalación de otra planta de celulosa en Uruguay, con una inversión de unos 1.000 millones de dólares en plantaciones y obras. La planta estaría emplazada al norte de Durazno, a orillas del río Negro, curso que atraviesa el centro geográfico de Uruguay y desemboca en el río Uruguay, límite natural con Argentina.
La planta de celulosa de Stora Enso sería la tercera de este tipo que se instalaría en el país, después de la también finlandesa Botnia y la española Ence, proyectos que generaron fuerte oposición en Argentina. Uruguay sigue adelante con la construcción de esas plantas, pese a los reclamos argentinos, que piden su suspensión hasta conocer los resultados de estudios de impacto ambiental. Argentina presentó denuncias ante el Banco Mundial y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).