Argentina: Por Tierra, Justicia y Libertad

El 23 de mayo próximo pasado, el Frente Nacional Campesino tuvo su segundo plenario, en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires. Entre las conclusiones, "el FNC expresa su más enérgico repudio al paro patronal que ejecutan las 4 entidades agropecuarias más poderosas del campo argentino y que defienden los intereses de las 6 multinacionales más poderosas del mundo, que controlan el comercio exterior agropecuario, y los 5 grupos económicos más poderosos de la Argentina, que monopolizan el comercio interno agroalimentario", según expresan en el documento.

Rechazan también que 2.000 empresas agro-exportadoras decidan por la vida de 40.000.0000 de argentinos", oponiéndose a cualquier intento de "golpe de estado económico" y la intensión de subordinar al gobierno argentino bajo los dictados de los agro-negocios. El FNC propone "la soberanía alimentaría, la regulación del comercio exterior e interior y la justicia tributaria", como "medidas indispensables para apuntalar la redistribución de la riqueza con justicia y equidad para una Argentina, con soberanía económica e independencia política, integrada a la región. Desde Buenos Aires, los corresponsales de Radio Mundo Real en Argentina y de la Agencia de Noticias Biodiversidadla, Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik, conversaron con Benigno Lopez, que integra el Movimiento Campesino de Formosa-Frente Nacional Campesino, y de los primeros pasos hacia la articulación con los demás movimientos campesinos indígenas del país y con las organizaciones del campo popular.

- El 23 de mayo próximo pasado, se realizó el plenario del Frente Nacional Campesino. ¿Cuáles son las conclusiones a las que llegaron ante la actual coyuntura política?

Todas las organizaciones presentes en este plenario volvemos a reafirmar nuestro total rechazo al paro agropecuario que llevan adelante las poderosas empresas a través de sus entidades, como son la Federación Agraria Argentina, CRA, Sociedad Rural y Coninagro. Repudio, ya que solamente están defendiendo intereses de aproximadamente 2000 empresas agropecuarias, que trabajan o que explotan los recursos en Argentina, y que responden a los intereses de las multinacionales como Mosanto, Cargill y otras, que en total son 6 multinacionales, y también a la dinámica y a los negocios de las 5 corporaciones que controlan el comercio de agroalimentos en el mercado argentino.

Por otro lado, seguimos reivindicando la necesidad de que este sector de aproximadamente 250 mil familias de pequeños productores agropecuarios en Argentina tenga representatividad, escuchado como son escuchadas las otras entidades por el Gobierno, y pueda diseñarse e implementarse entre las organizaciones y el Estado políticas públicas diferenciadas para este sector, que apunten a lo que es la soberanía alimentaria para los argentinos y la exportación de agroalimentos con valor agregado, y no como se está haciendo actualmente, que estas empresas se dedican a producir materia prima principalmente para lo que es forraje y biocombustibles para las potencias del mundo.

- Contanos acerca de la posición del Frente Nacional Campesino de cara al cuestionamiento que está sufriendo hoy el Estado para intervenir en la regulación del precio de los alimentos.

Nosotros en eso queremos ser muy claros. Creemos que las cosas no se deben regir solamente por "la ley del mercado". Nos oponemos a eso, creemos que el Estado tiene derecho a intervenir en la planificación de la producción. Creemos que el Estado tiene derecho a intervenir en lo que es el comercio interno de agroalimentos, que es el control de precios. Estamos convencidos de que el Estado tiene que intervenir en la exportación de la producción agropecuaria, y particularmente lo que es agroalimentos.

- De alguna manera, ¿ustedes creen que estos "reclamos" que vienen llevando adelante las "entidades agropecuarias" tienen que ver con anular el rol del Estado en el uso de la tierra y la exportación de granos?

Sí, por supuesto. Nuestros movimientos campesinos e indígenas venimos reclamando la intervención del Estado en lo que es el bien más importante que tiene la Argentina, que es la tierra. Y por supuesto, en todo lo que es la producción y el comercio interno y externo. Estas entidades lo que están defendiendo son los intereses de las poderosas multinacionales, que tienen planificación de acá a 10, 15 años y "el rol" que se le asigna a la Argentina es el de proveedor de materia prima, en estado primario, para los biocombustibles y para consolidar la industria alimentaria de animales en los países más poderosos del mundo. Ese es el rol que estas potencias designan a la Argentina y nosotros nos oponemos. Queremos que el Estado intervenga.

Estas 4 entidades lo que están defendiendo son los intereses de las multinacionales, que se consolidaron con el último golpe militar, con la dictadura militar y con el modelo neoliberal destructor que tuvimos en la era de Menem. Ahora, están los primeros intentos de que el Estado empiece a recuperar su rol y ya nos encontramos con este tipo de apriete extorsivo, donde se pretende que el Gobierno sea rehén de estas poderosas empresas, y que el pueblo argentino esté abandonado a su suerte.
Nosotros estamos convencidos y lo vamos a defender, que el Estado no debe seguir estando ausente, que el Estado debe estar presente e intervenir.

- ¿Qué salida le ve el FNC al conflicto?

Por un lado, reconozcamos que existen medidas que son equivocadas, porque en cualquier objetivo, quienes conducen, tienen que pautarse tácticas y estrategias para llegar al objetivo. Una medida global donde se incluye a los pooles de siembra de 10 mil a 100 mil hectáreas, y a un productor pampeano de 100 hectáreas, evidentemente antes que acumular, lo que se hace es restar. Nosotros creemos que el Gobierno se tiene que dar una estrategia de acumular fuerzas, de contar con el respaldo de los 250 mil pequeños productores agropecuarios que todavía el Gobierno Nacional no tiene en cuenta, y después con todos los movimientos sociales y entidades o instituciones del campo popular que son democráticas, que somos muchos en realidad. Somos mayoría pero falta articular y no menospreciar a nadie. De esta crisis no vamos a salir con un solo partido, ni con un grupito de movimientos sociales solamente, sino con la participación de todos los argentinos, con un rol y una alianza estratégica entre el Gobierno y todos los movimientos sociales, no solamente algunos, y por supuesto hay que darse una táctica y una estrategia respecto a los pequeños y medianos productores, incluso en la pampa húmeda.

- Tanto en el 1º plenario del FNC como en éste último, ustedes hacen un llamado a los demás movimientos campesinos que no integran el FNC a la articulación.

Por iniciativa del FNC y también de las otras organizaciones campesinas, estamos dando los primeros pasos de articulación y eso es un signo muy positivo. Toda crisis trae una oportunidad que se puede aprovechar o no. Nosotros estamos tratando, dentro de nuestras limitaciones y posibilidades, de aprovechar esta crisis también para fortalecer la articulación entre los movimientos campesinos, más allá de nuestras diferencias, y también con los movimientos sociales de todo el campo popular. Al mismo tiempo, estamos golpeando las puertas de las instituciones del Estado para que se abran y podamos dialogar y tener una actitud más de cooperación. El rol que puede cumplir el sector de los pequeños productores agropecuarios, para una nueva política estratégica agropecuaria. Realmente creemos que este sector puede aportar mucho y toda la Argentina tiene que ser conciente de ese nuevo modelo agropecuario que pretendemos nosotros, nuestro sector, y encontramos eco en algunos sectores del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo nacional.

Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik, para la moc.liamg@aldoibaicnega

*** Todas las semanas podés encontrar la columna de Biodiversidad ***

Comentarios