Una evaluación de dos negociaciones sobre tierras para carbono

Por GRAIN
Idioma Español
Imagen cortesía de Markus Mauthe/Greenpeace via Mongabay.

"Es importante y urgente construir análisis más sólidos de lo que está sucediendo con estos acaparamientos de tierras para carbono, y poner fin a la compensación como una falsa solución a la crisis climática".

Land Matrix, una colaboración entre la International Land Coalition (Coalición Internacional por la Tierra) y varias universidades, acaba de publicar un  nuevo informe sobre acaparamientos de tierras para compensaciones de carbono. Las compensaciones de carbono son "créditos" comprados por contaminadores para compensar sus emisiones de gases de invernadero. Land Matrix documentó 9 millones de hectáreas sujetas a estos contratos de tierras en todo el mundo. GRAIN llegó a  una cifra similar cuando contabilizó estos contratos el año pasado. Sin embargo, ambas evaluaciones difieren de forma significativa.

Land Matrix examinó los contratos a partir del año 2000. Incluyó proyectos para evitar la deforestación (conocidos como  REDD+), así como plantación de árboles, restauración de humedales y gestión de pastizales. Dos tercios de las tierras consideradas son solo para proyectos REDD+. Por su parte, GRAIN analizó contratos concluidos entre 2016 y marzo de 2024. No incluyó REDD+, ni restauración o gestión de humedales o pastizales. Solo examinamos proyectos donde se tomaron tierras para plantar árboles y otros cultivos para producir compensaciones de carbono para empresas.

Los datos de Land Matrix solo cubren países de ingresos bajos y medios, pero excluyen a China "debido a la falta de un socio nacional". Los datos de GRAIN también se centraron en el Sur Global, pero incluyeron a China. De hecho, pudimos constatar que se trata de uno de los principales destinos para proyectos de compensación de carbono basados en la tierra.

El conjunto de datos de Land Matrix también excluye proyectos de compensación de carbono donde la tenencia de la tierra se estableció antes del 2000. De esa forma, no figuran algunos importantes proyectos con conflictos recientes y en curso. Tal es el caso de aquellos vinculados al  criminal convicto Ricardo Stoppe, el mayor vendedor de créditos de carbono en Brasil. Los Memorandos de Entendimiento (MOUs) de la empresa emiratí Blue Carbon para proyectos de carbono en tierras en África, que cubren millones de hectáreas, también fueron excluidos porque los detalles de las transacciones no están claros.

Estas diferencias en los datos tienen son de carácter político. Principalmente, en lo que atañe a cómo son percibidos los proyectos de compensación de carbono en los que las comunidades son contratadas para plantar y/o mantener árboles en sus tierras durante un largo período. Es cierto que tales proyectos no implican la adquisición de tierras por una empresa, ya sea mediante concesiones o ventas. Los datos del Land Matrix no incluyen lo que ellos llaman "proyectos basados en comunidades o gente agricultora". Alegan que dichos proyectos no contribuyen a la concentración de tierras y la desigualdad. Ahí difiere nuestro análisis. Para GRAIN, los proyectos en los que el campesinado firma contratos que otorgan a las empresas derechos exclusivos sobre el carbono en sus suelos, y el compromiso de cultivar y mantener árboles u otros cultivos en su tierra durante décadas, son una transferencia del control de las tierras a las empresas. Las comunidades, quienes —según nuestras conversaciones con ellas— rara vez entienden completamente lo que están firmando, asignan extensiones importantes de tierra, necesarias para sus miembros y familias, a la producción de créditos de carbono que compensen la contaminación climática de las corporaciones. A cambio, pueden o no recibir algunos pequeños pagos en los casos en los cuales las empresas consiguen vender los créditos de carbono.

Es similar a lo que sucede en la agricultura. Algunas personas pueden considerar como  acaparamientos de tierras únicamente las ventas o arrendamientos de tierras de cultivo sin el consentimiento de las comunidades. Pero la agricultura por contrato puede tener el mismo efecto, quitando el control al campesinado, incluso cuando éste mantiene la posesión de la tierra.

GRAIN mostró los daños causados por estos llamados acuerdos sobre la tierra para carbono "basados en comunidades o gente agricultora". Land Matrix, sin embargo, proporciona muy poca evidencia para respaldar su posición. Aparte de la referencia que hace a unos escasos estudios poco convincentes, el único caso claro de beneficios a las comunidades, según su informe, es un proyecto en Madagascar que "garantiza una distribución justa de los ingresos por la venta de créditos de carbono".

Este proyecto, operado por la empresa francesa iTERAKA, hace que grupos de agricultoras y agricultores planten árboles en sus tierras para generar créditos de carbono. Para participar, deben firmar contratos. Uno de los contratos firmadso entre la empresa y estos grupos les prohíbe hablar con periodistas o cualquier persona que investigue, que no hayan previamente firmado un acuerdo con iTERAKA. Otro de los contratos requiere que la persona cuide y mantenga los árboles en su tierra durante 100 años y cubra todos los costos de plantación y mantenimiento. A cambio, recibirá 70% de los "ingresos netos" de cualquier venta de créditos de carbono producidos por sus árboles, mientras que el otro 30% va a iTERAKA.

Los "ingresos netos" son lo que queda después de que la empresa francesa deduzca cualquier costo que pueda tener: salarios de su director ejecutivo y personal, honorarios de consultores, almuerzos de negocios, viajes a conferencias y cualquier otra cosa que la empresa decida incluir como sus gastos "internacionales". Según el contrato, los miembros de la comunidad no tienen voz sobre estos gastos, que están totalmente a discreción de la empresa. Dado que pueden pasar años e incluso décadas antes de que se generen y vendan los créditos de carbono, iTERAKA, según el contrato, pagará a la gente 0.02-0.03 euros por año por cada árbol vivo de más de un año que sea parte del programa. Esta cantidad se deducirá de la eventual parte de ingresos que los miembros de la comunidad puedan recibir.

Es probable que los investigadores del Land Matrix no hayan visto los contratos al hacer su evaluación. La realidad es que la gran mayoría de los proyectos de este tipo no hacen públicos sus contratos con los miembros de la comunidad. En casi todos los casos, el contrato prohíbe estrictamente a la agricultora o al agricultor hacerlo público o compartirlo con otras personas. En el  sitio web de iTERAKA, la versión francesa del contrato, que es la única versión legal, está protegida por contraseña. Sin embargo, la  versión malgache se puede ver públicamente (al 29 de octubre de 2025).

Existe una razón por la cual las empresas no quieren que los contratos sean públicos. En todos los contratos que GRAIN ha podido revisar, las agricultoras y los agricultores, en el mejor de los casos, podrían obtener un par de dólares al mes. Tienen que asumir todo tipo de costos y obligaciones, como asistir a reuniones regulares del proyecto, proporcionar pruebas de títulos de propiedad, completar papeleo, mantener los árboles (incluyendo protegerlos de incendios y tormentas). Y, lo más importante, tienen que sacrificar porciones de sus tierras que de otro modo podrían haber sido utilizadas para cultivar alimentos o generar ingresos. Y todo esto para proporcionar una cobertura a corporaciones lejanas, de forma que puedan continuar continúen emitiendo gases y empeorando una emergencia climática que está afectando gravemente al propio campesinado.

El informe del Land Matrix sí reconoce los problemas fundamentales con la compensación de carbono y destaca cómo los estándares y los organismos de certificación no hacen lo suficiente para abordar las deficiencias. Pero concluye con un conjunto de recomendaciones sobre cómo mejorar de alguna manera estos proyectos.

Su principal recomendación es "reequilibrar" la proporción de proyectos de adquisición de tierras a gran escala con "proyectos basados en comunidades o gente agricultora". No estamos de acuerdo. Ambos tipos de proyectos están causando acaparamientos de tierras y otros daños e injusticias en todo el mundo. Y ambos se basan en una falsa equivalencia entre la quema de combustibles fósiles, que libera una fuente de carbono enterrada profundamente bajo la superficie de la tierra durante millones de años, y el secuestro de carbono en una fina capa en la parte superior de la superficie terrestre, altamente susceptible de ser liberado de nuevo a la atmósfera en cualquier momento.

Estos problemas fundamentales no pueden resolverse con mejor gobernanza sobre la tierra, estándares o transparencia, tal y como recomienda Land Matrix. Es importante y urgente construir análisis más sólidos de lo que está sucediendo con estos acaparamientos de tierras para carbono, y poner fin a la compensación como una falsa solución a la crisis climática.

Fuente: GRAIN

Temas: Crisis climática, Economía verde

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