Coalición Mundial por los Bosques

Como todo cultivo extensivo, el de la soja está asociado a una larga lista de problemas socioeconómicos y ambientales. Generalmente, los pequeños productores no pueden competir con los grandes productores de soja en el “mercado global”, acentuando la concentración de la propiedad de la tierra, el desempleo rural, la despoblación del campo, la malnutrición y un incremento dramático en el número de conflictos violentos entre pequeños campesinos y grandes productores agro-industriales. Muchos de estos conflictos van acompañados de violaciones muy serias de los DDHH. La mesa Redonda sobre Soja Responsable ha ignorado casi todos estos impactos sociales y ambientales, inherentes a la producción de soja a gran escala.Compartimos la preocupación de otras organizaciones sobre el continuo apoyo a esta mesa redonda por parte de ONGs que representan los intereses de los consumidores del norte en los productos de lujo a los que la mayor parte de la soja es destinada: carne barata y agrodiesel para transportes individuales.

Argentina: llamado abierto de la Coalición Mundial por los Bosques a ONGs y otras organizaciones civiles a desvincularse de la Mesa Redonda sobre Soja Responsable

En la última década varios economistas ambientales, en su mayoría radicados en EEUU, han promovido sin descanso mecanismos basados en el mercado como única solución posible para la conservación de la diversidad biológica. En respuesta, una gama de organizaciones e instituciones (que ya simpatizaban con las políticas neoliberales y en algunos casos las promovían activamente) abrazó con entusiasmo este enfoque de la conservación fundado en el mercado. Entre tales organizaciones se incluyen el Banco Mundial, varias grandes organizaciones conservacionistas y una amplia gama de instituciones y consultoras ambientales comerciales y semicomerciales

¿No puede salvarse si no puede venderse? De cómo los servicios ambientales empobrecen a la gente