Erna Bennett

Hace cinco años, en la edición de diciembre de 1996 de Seedling, Camila Montecinos formulaba algunas preguntas contundentes y muy pertinentes acerca del popular y muy debatido principio sui generis, que para entonces se presentaba como alternativa al patentamiento de las plantas y animales. En su artículo, ella presentaba datos y argumentos que dejaban en evidencia la fragilidad y el carácter dudoso de los conceptos en los que se fundaba dicho principio, y sugería que la opción sui generis quizás fuese un callejón sin salida. Su artículo debería haber estimulado mucha polémica. Pero no la hubo. ¿Porqué?

El carrusel de las cumbres