Estamos en Salinas Grandes, en la provincia de Jujuy, al norte de Argentina. Los locales conocen el territorio del altiplano andino como «Puna», es decir, el desierto árido salpicado de picos nevados, salinas y lagos, donde manadas de vicuñas pastan libres y numerosas, donde las comunidades aborígenes Kolla y Atacama viven al ritmo de un tiempo que el occidente no conoce, criando llamas y cabras. El sol parece cerca en los desiertos de la puna, que superan los 4000 metros de altitud, y el viento frío corta la piel de las mujeres y hombres que habitan Salinas Grandes. Son alrededor de 38 comunidades originarias, cuyas actividades varían desde la ganadería, la extracción artesanal de sal, hasta la venta de artesanías y comida local a los turistas que visitan la vasta extensión de sal.