Dice la leyenda que los choclos poblaron las tierras de Latinoamérica mucho antes de que apareciera el trigo y el BigMac. En aquellas épocas de tortilla y humitas, nadie hubiese imaginado la posibilidad de clonar una semilla, inyectarle una cadena de transformaciones genéticas, creando un sin número de posibilidades para la verdura: granos perfectos, frutas sin semilla, control de las plagas, nacer y morir en cualquier estación del año.