Son los que trabajan para que las góndolas estén repletas de cortes de carne, pero, paradójicamente, su sueldo les alcanza a duras penas para consumirla de vez en cuando. El de los trabajadores frigoríficos es otro de los sectores que poco tiene para festejar este 1 de mayo, que los encuentra entre despidos, conflictos laborales y la discusión de aumentos salariales.