Marisol Manfredi y Jakob Nitschke

Una crítica radical al corazón del capitalismo verde «No somos zona de sacrificio»

A 3.500 metros de altura, el viento atraviesa las montañas y las nubes se disuelven sobre una superficie que parece infinita. El tiempo se vuelve espeso. Las horas pasan más lento, el aire se respira distinto, como si la vida tuviera otro pulso. En las Salinas Grandes, al norte de la provincia argentina de Jujuy, el viento dibuja remolinos sobre una planicie blanca que parece nunca terminar. En ese paisaje suspendido, donde el silencio suena más fuerte que cualquier motor, el presente se mueve al ritmo de la tierra y el silencio, de repente, tiene espesor: es el sonido de un territorio que resiste. Flavia Lamas, presidenta de la Asamblea de la Cuenca de Salinas Grandes, relata la forma en que el extractivismo de litio genera brutales impactos en las comunidades originarias. No debemos naturalizar la existencia de «zonas de sacrificio».

Una crítica radical al corazón del capitalismo verde «No somos zona de sacrificio»