Más de un millón de personas siguen obligadas a sobrevivir en una pequeña franja de tierra y en condiciones de vida peligrosas, en el sur de Gaza, Palestina. Advertimos de que este desplazamiento, junto con la destrucción masiva de infraestructuras civiles y del sistema sanitario por parte de las fuerzas israelíes, está creando la tormenta perfecta para la propagación de enfermedades. Las autoridades israelíes deben permitir de inmediato una ampliación masiva de la ayuda humanitaria y garantizar su libre entrada en Gaza.