Han pasado once años desde lo ocurrido la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre, en Iguala, Guerrero, sin embargo, para los padres y madres de familia de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos, esa noche se ha convertido en una eterna espera y una herida abierta, encarnando una lucha digna y sostenida a través del tiempo por la exigencia de verdad y justicia por el caso de la desaparición forzada de sus hijos.