Soledad Barruti

Imagen de Juan Soto.

Las hamburguesas son un acto político y agrícola, un modo de ser y vincularse, de desear y de pensar. Fueron declaradas cancerígenas por la OMS en 2015, al mismo tiempo que aparecían los medallones de carne cultivada. La inteligencia artificial se ha hecho vegana: los sabores se combinan según lo que dicta un algoritmo. ¿Comer carne pero no animales es el futuro inmediato? 

Hamburguesas sin carne: ¿salvamos el mundo?

- Fotos de Martín Katz, Greenpeace.

Mientras la mayoría de las actividades se supendieron por el Covid-19 –virus detonado por los estragos a la naturaleza-, en Argentina los motores de las topadoras siguieron encendidos. En cuarentena, el agronegocio destruyó 200 hectáreas por día de monte nativo. Casi la mitad de esas 15 mil hectáreas eran áreas protegidas, como los humedales del Paraná. Los empresarios argumentan que lo hacen para producir alimentos. Pero destruyen la biodiversidad, ingrediente esencial para combatir el hambre.

Los desmontes sin cuarentena

Ilustración Rocío Galarza

Se atienden las consecuencias del COVID 19 pero no las causas que provocaron en las tres últimas décadas 200 enfermedades nuevas como el Coronavirus. Ninguna fue producto de la mala suerte. La relación depredatoria con la naturaleza, la crueldad y la insalubridad en las granjas industriales, la pérdida de potencia de los antibióticos y la ambición empresarial (en cuarentena se destruyeron 2200 hectáreas de bosques en la Argentina) hacen de nuestro mundo un lugar bizarro y cada vez más peligroso.

Nuggets y murciélagos: cómo cocinamos las pandemias de hoy

La chatarra de la comida chatarra

Pizza, chocolate y helado es la trilogía que más ganancias le deja a las corporaciones que fabrican lo que comemos. Igual con las galletitas: ya no las hace el maestro pastelero sino unas máquinas que combinan materias primas baratas -harinas, azúcar, grasa- de manera sofisticada y con recetas en las que intervienen hasta neurólogos y marketineros. 

La chatarra de la comida chatarra

Carta abierta de Soledad Barruti a Alberto Cormillot: "declaraciones desafortunadas sobre cuestiones que hacen a la salud de todos"

"Espero que este brevísimo resumen de las 450 páginas que tiene mi libro (en las que hay errores, otros, que si hubiera leído estoy segura hubiera detectado, pero que no tienen nada que ver con estos que usted señala) sirva para aclarar esta serie de declaraciones desafortunadas que tuvo, que no lo dejan bien posicionado profesionalmente en ningún sentido."

Carta abierta de Soledad Barruti a Alberto Cormillot: "declaraciones desafortunadas sobre cuestiones que hacen a la salud de todos"

David Rieff

"El sistema que subsidia empresas y ciertas producciones ha hecho que la comida industrial, que se piensa como solución al hambre, sea más barata que la tradicional. El pobre se ve obligado a tener que comprar lo que produce este sistema que produce, básicamente, comida basura que genera consumidores adictos a empresas".

La alegría del hambre

fil

Marcos Filardi y su viaje por la soberanía alimentaria. A lo largo de un año recorrió 24 provincias argentinas para trazar un mapa de conflictos, pero también de alternativas al mal vivir.

Argentina: Un viaje al plato

coca1

Amables promotores entregan folletos que presentan como material educativo sobre nutrición y diplomas con el logo de la empresa para los niños que se portan bien en la consulta. ¿Cómo entró y quién saca del hospital público a Coca Cola? Tal la pregunta que realiza Soledad Barruti en una de las notas de la nueva Mu, edición 102, que ya está en los kioscos, y que aquí reproducimos.

Coca Cola y el marketing que enferma: Tuve tu veneno