Colectivos promotores del ALBA ante la Conferencia Mundial contra el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

Idioma Español
País Venezuela

"Este documento se concibe como un preliminar de trabajo, en el cual presentamos la síntesis y los acuerdos de los debates en torno al proceso preparatorio de la Conferencia Mundial contra el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Refleja entonces, nuestras posiciones comunes, nuestras luchas, nuestras miradas, angustias, esperanzas."

Nosotros y nosotras, militantes de distintos movimientos populares, organizaciones sociales y colectivos en lucha en Venezuela, nos hemos venido articulando para la promoción de la constitución del Consejo de Movimientos Sociales por el ALBA, capitulo Venezuela. Recalcamos que estamos en convocatoria amplia, abierta y permanente, siempre con el principio de la construcción colectiva y desde abajo en los diferentes niveles de articulación de los pueblos (local, regional, nacional, y gran nacional).

Este documento se concibe como un preliminar de trabajo, en el cual presentamos la síntesis y los acuerdos de los debates en torno al proceso preparatorio de la Conferencia Mundial contra el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Refleja entonces, nuestras posiciones comunes, nuestras luchas, nuestras miradas, angustias, esperanzas.

El que estemos aquí reunidos como un encuentro entre pueblos, en el marco de reconocer nuestras luchas y orientarnos en pro de las que son comunes, es un paso fundamental para la integración y está directamente derivado de los avances de la propuesta del ALBA-TCP. En ese sentido hay logros importantes en la lucha, que representan los primeros pasos: nuevas formas de cooperación económica solidaria, apoyo mutuo en lo energético por educación y salud, acuerdos políticos por la trasformación del sistema, entre otros. El sistema de trueke como forma económica alternativa, sustentada en el intercambio es un ejemplo concreto de estos avances.

Tomando en cuenta todo esto, nuestros debates y nuestra propuesta están centrados en la necesidad de la transformación del modelo civilizatorio dominante, el reconocimiento de los Derechos de nuestra Madre Tierra, y la autodeterminación, la soberanía e integración de y entre los pueblos.

Creemos profundamente en la unidad e integración entre pueblos, lo que construye día a día el proceso revolucionario bolivariano. Nuestro trabajo se sustenta en transitar un camino que nos lleve decididamente al socialismo, tal como lo plantea nuestro Presidente Hugo Chávez Frías. Un socialismo que combata todas las formas de dominación y opresión existentes, y combata al modelo civilizatorio hegemónico, que es capitalista, neoliberal, belicista y patriarcal.

1. CAUSAS ESTRUCTURALES

Parte del debate fundamental sobre la crisis ambiental y el cambio climático está en configurar cuáles son sus causas estructurales; cómo y porqué se genera; y cuáles son las cuotas de responsabilidad.

La crisis ambiental es la expresión profunda de la crisis del modelo civilizatorio que está acabando a corto plazo las posibilidades de vida en el planeta en todos sus órdenes. Tiene una de sus expresiones en el cambio climático, en la mercantilización de todos los órdenes de la vida; en la guerra por los “recursos” naturales, la crisis financiera mundial y en el declive del modelo democrático representativo liberal.

Así, no es sólo hablar de crisis capitalista, porque muchas experiencias fallidas de socialismo copiaron las mismas lógicas, prácticas y métodos del capitalismo. Por eso afirmamos que se trata de una crisis del modelo civilizatorio, del patrón de conocimiento, donde el único sujeto es el hombre, propietario, blanco, heterosexual, racional, occidental y todo lo demás se considera un objeto, las mujeres, los desposeídos, otras razas, otras culturas y la naturaleza.

En el modelo civilizatorio hegemónico se subsumen y articulan distintas expresiones de dominación: el patriarcado, el racismo, la explotación a través del trabajo; la dominación de la naturaleza, etc. Este modelo tiende a ser etnocida, exterminando y oprimiendo a otras culturas y sociedades que siempre han tenido una relación armónica con la naturaleza y que constituyen alternativas vivas a la crisis en la actualidad.

Los seres humanos somos parte de la naturaleza, pero el mismo modelo nos ha llevado a construir una barrera, nos vemos entonces separadamente, por encima de ella, desde una visión antropocéntrica. Eso forma parte del imaginario, del patrón de conocimiento que nos han impuesto y que seguimos reproduciendo, y que determina muchas prácticas culturales que atentan contra la naturaleza. Si en la sociedad hay relaciones de dominación entre sujetos, también genera una relación de dominación hacia la naturaleza.

El sistema patriarcal es anterior al capitalismo; sin embargo, en éste se articula y se potencia. Parte de la relación de dominación que se expresa entre seres humanos, y entre los seres humanos y la naturaleza, está asociada a un patrón de conocimiento, al que solo algunos tienen acceso y en el que existen distintas calidades de sujetos.

Es necesario generar una relación distinta con la naturaleza iniciando por el cuestionamiento a fondo, y la transformación de todas las formas de opresión y de dominación, entre ellas, las que se expresan desde las lógicas patriarcales, que están presentes en el modelo civilizatorio hegemónico y que seguimos reproduciendo cotidianamente.
La responsabilidad es de los seres humanos, pero es diferenciable: no todos y todas lo generaron con las mismas cuotas de responsabilidad. Pues hay que reconocer que incluso, pueblos enteros y sus culturas, han sido exterminados y muchos otros están sometidos y en camino a desaparecer, si este modelo civilizatorio continúa.

Y es que el modelo civilizatorio, con su paradigma de desarrollo y progreso, su patrón de conocimiento hegemónico, determina practicas de explotación masiva e indiscriminada de las bondades de la naturaleza a favor de los intereses económicos, así como una forma de vida sostenida en necesidades creadas, el consumo y generación de desechos.

La idea de progreso y de desarrollo de las fuerzas productivas, están presentes en el capitalismo y en los socialismos existentes hasta ahora. Y es que la idea de progreso ha sido impuesta, y está presente tanto en los modelos de vida propuestos por la derecha, como por los de la izquierda tradicional. En este sentido, no podemos caer en la trampa de estos organismos internacionales, cuando nos presentan el tema del desarrollo como horizonte a seguir.

El problema de fondo es un sistema que asume necesidades infinitas para vender productos infinitos, pero lo que no toma en cuenta ese sistema es que el planeta tierra es finito.

Es entonces que según estas responsabilidades debemos preguntarnos: ¿cómo se expresa el capitalismo?, ¿quién lo representa?, configurar las principales responsabilidades en las élites de poder, coloniales y burguesas de la sociedad occidental, con recursos y poder económico, militar, industrial, y político.

Paralelamente debemos reflexionar y accionar, incluyendo en el debate la responsabilidad individual, representada en los hábitos de consumo que suman a la huella ecológica en el planeta. Siguiendo el mismo modelo energético, y el mismo patrón de consumo contribuimos gradualmente a la crisis y sosteniendo el modelo hegemónico.

Sin embargo, no creemos sólo en soluciones individuales. Venimos cuestionando el modelo y organizándonos en la lucha para transformarlo.

Como venezolanos reconocemos la gran contradicción que tenemos en esta lucha pues somos un país sustentado fundamentalmente en la producción petrolera, sabiendo que el combustible fósil es una de las principales causas del cambio climático. Reconocemos y apoyamos el esfuerzo del gobierno revolucionario en la diversificación de nuestra economía y la búsqueda de formas sustentables de producción. El petróleo ha sido nuestra herramienta fundamental en la búsqueda de la justicia social y la unión de los pueblos, sin embargo sabemos que no es la forma más sustentable y como pueblo unido debemos buscar otras formas de sostenernos basadas en el desarrollo endógeno.

Esta oportunidad de denunciar el modelo de desarrollo norteamericano, pero también tenemos que hablar del nuestro y de las empresas asociadas a estas actividades y realizar las transformaciones que sean necesarias, reconociendo que ya algunas han sido impulsadas por el Presidente Chávez y por los movimientos sociales, mas el camino es largo.

En cuanto a las transformaciones, hay que tomar en cuenta que también lo ecológico está siendo manipulado como una mercancía, en forma de capitalismo verde, individualizando además las posibles soluciones, haciendo creer que no es un problema del sistema, que no hay que cambiarlo, sino que pasa por ser más “conscientes”, reciclar, reutilizar, etc. Creemos que es cierto que hay que cambiar los modos de vida desde lo cotidiano, pero también es cierto que las soluciones no pueden ser individuales sino colectivas.

Debemos combatir: el uso liberal del ambientalismo. La presencia de muchas ONG, trasnacionales de la conservación, con posturas liberales y socialdemócratas. Los derechos de la madre tierra, por ejemplo, no pueden ser excusa para un nuevo intervencionismo ecológico. Tenemos que tener cuidado con posiciones que se presentan como bondadosas pero que encubren agendas políticas indeseables o contrapuestas al socialismo y que por tanto debemos combatir.


2.- PANORAMA GLOBAL: RESPUESTAS HEGEMONICAS

Situación y actores en la confrontación contra el modelo civilizatorio hegemónico

En términos geopolíticos e internacionales hay 2 tipos de actores fundamentales los hegemónicos y los contrahegemónicos, conformados por:

Alianza G8 (más Brasil y China), las corporaciones trasnacionales (petroleras, agronegocio, biotecnología, automotriz, etc.) En este sector se distingue una postura que ya no niega el problema ni el fenómeno del cambio climático, todos lo hablan e incluyen en sus discursos, justamente eso vimos en Copenhague. Los sectores más lucidos han propuesto ya soluciones alternativas como por ejemplo el protocolo de Kyoto, el cual Estados Unidos se negó a firmar, siendo este un espacio de aparente consenso.

Todas las instancias capitalistas tienen en su agenda el cambio climático, todos hablan de desarrollo sostenible y sustentable, esto viene ya desde muchos años atrás, por ejemplo en las Naciones Unidas en el año 1986 se definió qué es desarrollo sostenible. Se ha venido expresando en mecanismos y propuestas que van desde lo político a lo científico, que tienden a centrar las soluciones al cambio climático en términos estrictamente técnicos, ejemplo la sustitución de combustible fósil por agrocombustibles, generación de “tecnologías limpias”, y una serie de mecanismos financieros ejemplo el mercado del carbono que lleva a la plantación de árboles transgénicos y el intervencionismos de los pueblos que aún poseen bosques.

Vemos ya en el mercado muchos productos ecológicos, automóviles sustentables, en fin: capitalismo verde y nada más. Hacen de la crisis un negocio, sin resolverla en sí y agravando el problema aún más. En este sentido lo político y social está externo a esto.

El otro actor está representado por los Estados-Nación alternativos, que cuestionan al capitalismo neoliberal y se encuentran en la búsqueda de un sistema distinto. Sin embargo, en esta lucha aun prevalecen contradicciones que encontramos en los acuerdos de los esquemas de integración como MERCOSUR, ALBA, etc. Criticamos al capitalismo pero aún las trasnacionales extranjeras nos dominan, y seguimos hablando en términos capitalistas, porque se apuesta al mismo paradigma de desarrollo. Así mismo, las alianzas de poder son heterogéneas lo que nos compromete con políticas capitalistas promovidas las élites que dirigen algunos los países.

También entre los actores contrahegemónicos nos encontramos los pueblos del mundo, grupos altermundistas: ecologistas, pueblos indígenas, campesinos, urbanos, distintos movimientos sociales, etc. que no sólo criticamos el cambio climático, sino que presentamos soluciones más contundentes y efectivas. Los modos de vida nacidos desde el corazón de los pueblos, del poder popular representan la verdadera alternativa a esta crisis global. Más estas propuestas dependen de las alianzas y apoyos gubernamentales y entre pueblos para su ejecución, difusión y consolidación. Por ello reafirmamos nuestro apoyo a este encuentro entre pueblos, el cual representa un ejemplo importante en pro de la articulación y reconocimiento entre pueblos hermanos desde sus luchas.

A todo esto concluimos que la solución no es eminentemente técnica sino política y social. Una de las cosas que repitió Venezuela en Copenhague fue: “no cambiemos el clima cambiemos el sistema”.

3.-LA LUCHA CONTRAHEGEMÓNICA Y LAS PRÁCTICAS EMANCIPATORIAS

La lucha por transformar el sistema debe pasar por articular las distintas fuerzas que puedan tener horizontes comunes, que nos permitan construir la contrahegemonía al modelo impuesto. Esta lucha la planteamos a partir de la construcción del socialismo del siglo XXI que debe ser antiimperialista, anticapitalista, antipatriarcal.

Sin embargo, debe tener base en otros modelos civilizatorios donde existan miradas diferentes a la antropocéntrica y otras prácticas en la relación con la naturaleza.

No debemos asumir la crisis ambiental de una manera apocalíptica que nos desmovilice, porque hay alternativas; la crisis ambiental tiene un componente revolucionario. Es la oportunidad para promover otro mundo posible.

Las alternativas están en la articulación de las luchas, de los pueblos. Desde los movimientos de los pueblos originarios, afros, indígenas, campesinos, de género, urbanos, ecologistas, estudiantil, y tantas otras, se vienen construyendo alternativas.

Desde el bloque hegemónico se plantean “soluciones” que sólo contemplan la adaptación a la crisis, y en el mejor de los casos, la mitigación a baja escala (el capitalismo verde). Hay una intención clara de identificar el cambio climático, y sus soluciones, con temas técnicos los cuales no necesariamente tocan o inciden en la médula del problema. De esta forma dejan la solución en manos de tecnócratas que trabajan para las corporaciones y no en manos del pueblo.

En la construcción de alternativas debemos estar conscientes de cuán hegemónico es el capitalismo, evitar caer en esos patrones de respuesta desde nuestros países del ALBA y otros aliados. Debemos revisar, reimplulsar y rectificar los pasos que estamos dando en la construcción de un nuevo sistema, por lo que debemos cuestionarnos permanentemernte:

¿Seguimos reproduciendo el sistema de justicia colonial?

¿Cuáles seran los intereses que se defienden desde nuestras instituciones?

¿De que manera nuestras legislaciones incluyen a los pueblos originarios y sus propuesta para la defensa del territorio, que es también la defensa de la naturaleza?

¿De qué manera seguimos anclados, como proceso, en visiones desarrollistas y progresistas?

¿Qué papel juega el modelo energético capitalista en la construcción de una nueva sociedad?

¿Estamos destruyendo la biodiversidad sin conocerla, al igual que lo estamos haciendo con la diversidad cultural?

Igualmente debemos tener presente que los procesos transformadores del siglo XX, atentaban también contra una relación armónica con la naturaleza, creyendo en un crecimiento sin límite. El socialismo que nosotros queremos construir debe combatir el desarrollismo, debe ser un socialismo ecológico. Si nuestro socialismo no es ecológico, no es verdaderamente socialismo. En tal sentido el tema ambiental es subversivo. “...asumir nuestro espacio en la lucha, [es] nuestra tarea de transformar a profundidad la sociedad y de transformar a profundidad el Estado burgués que hemos heredado, para construir el Estado Popular” Hugo Chávez, 22 de Agosto de 2008 Juramentación de voceros juveniles del PSUV.

Creemos en la construcción de un socialismo que combata y apunte a transformar todas las relaciones de dominación y de opresión. Incluyendo las relaciones de dominación con la naturaleza. Nuestras propuestas, como pueblos, deben ser radicales. Debe ser un llamado al combate frontal contra el sistema dominante. Aquí estamos para encontrarnos para reflexionar para llegar a conclusiones y llevar la perspectiva militante y de lucha.

Es fundamental reconocer que la nuestra es una lucha por la naturaleza de la cual formamos parte, pero también es por seres humanos que también mueren por causa de este sistema.


Venezuela como escenario de cambio

Reconocemos que en la actualidad estamos en una transición al socialismo que tiene inevitablemente contradicciones, sobre todo con un Estado que opera a través de instituciones que fueron levantadas sobre estructuras burguesas. Trabajamos por esa transformación del Estado, contra el burocratismo, teniendo como objetivo alcanzar a través de la consolidación del poder popular el Estado Comunal, lo que nos compromete con un ejercicio civilizatorio desde la cotidianidad, que debe dar pie a la construcción de una nueva institucionalidad.

Esta construcción busca recrear una nueva colectividad a partir de la reivindicación y visibilización de los aportes que durante siglos se han producido desde las distintas culturas que conforman la tridimensionalidad constitutiva de la identidad venezolana (Africana, amerindia y occidental) con una perspectiva descolonizadora, que implica reconocernos como una nueva civilización.

Esta nueva racionalidad se basaría en la territorialidad, la conexión con el ambiente circundante y las relaciones humanas y naturales que se establecerían en el espacio de la Comuna. En la construcción de un nuevo modo de vida que replantee las relaciones entre los sujetos sociales, debemos deslastrarnos de la visión eurocéntrica y de sus formulas y conceptos asociados al desarrollismo, así como incorporar los aportes de nuestras culturas africanas e indígenas, las cuales forman parte de nuestra ancestralidad. Esta nueva institucionalidad debe prefigurar una nueva lógica, una nueva ética, un nuevo lenguaje, con nuevos símbolos y códigos que nos liberen del modelo hegemónico imperante como parte de una creación heroica humanamente gratificante.

Allí, el aprendizaje reciente de la experiencia constituyente en varios de nuestros países tendrá, necesariamente, que profundizarse en pos de una nueva forma de contrato social: un Estado Comunal que permita la emergencia de ensayos, diversos, todos válidos en tanto atiendan nociones de vida en común que respeten componentes vitales en su construcción. Así la Comuna tendrá que satisfacer necesidades vitales como: aire, agua, alimento, abrigo, amor etc. construyendo la sociedad socialista aquí -en cualquier lugar- y ahora.

Líneas estratégicas

Hay propuestas que apuntan a un pleno de movilización mundial. Una propuesta concreta es un referéndum a nivel mundial en torno al cambio climático, el cual apoyamos, así como la propuesta del tribunal climático.


Propuestas generales:

Desde el espacio de de la Mesa de Ecología del Consejo de Movimiento Sociales del Alba, nos comprometemos a impulsar en Venezuela el Referéndum Mundial de cambio climático, la creación del tribunal de justicia ecológica y la incorporación de la madre tierra como sujeto de derecho.

Desde Venezuela proponemos la construcción del Estado Comunal como el escenario de lucha para transformar el sistema causante de la crisis ecológica, social, cultural, política y económica que vive la humanidad.

Crear una nueva economía, lo que supone una nueva valoración social y cultural. Construir un nuevo modelo económico, que parta de una relación distinta entre seres humanos, y entre éstos y la naturaleza, transformando todo el ciclo productivo (producción, transformación, distribución, intercambio, consumo y uso de desechos). Como un ejemplo de ello apuntamos a la consolidación del sistema de merkados trueke, incorporando la agroecología como un modelo de construcción y transformación. No solo como una alternativa de producción, sino también del modo de alimentación, de relaciones de producción.

Luchar contra la hegemonía de la matriz energética de los hidrocarburos promoviendo la diversificación, las tecnologías locales, social y ecológicamente sustentables, respetando las características, necesidades y potencialidades locales. Promoviendo la autogestión y corresponsabilidad de las comunidades.

En esta medida nos oponemos a la idea del desarrollo de la energía nuclear, por cuanto Venezuela posee recursos que pueden satisfacer sus necesidades energéticas con fuentes alternas sin tener que asumir el riesgo ecológico que esta energía lleva implícita.

Promovemos como principio la articulación y solidaridad entre los movimientos sociales, el apoyo mutuo entre procesos de lucha concretos como la lucha por la soberanía alimentaria, el territorio, la equidad de género, etc.

Reivindicar y defender la facultad y el derecho humano para auto-producir nuestra morada, nuestro hábitat, nuestra vivienda y comunidad sin intermediarios, luchando por el acceso al suelo que la sustenta.

Apoyar la reforestación desde la diversidad local y bajo criterios ecológicos. Pasando por la articulación de las experiencias populares, generando espacios de intercambio entre pueblos.
Profundizar el debate y las luchas por el derecho a la transformación de las ciudades. Construir una relación distinta con el territorio urbano, de armonía con la naturaleza y de inclusión política y social.

Promover la diversificación y complementación de los medios de transportes, teniendo como base una matriz energética diversa, y las necesidades y condiciones específicas de cada localidad y cada región. En particular y como un ejemplo nos pronunciamos a favor del uso masivo de la bicicleta como una de las alternativas al predominio de los vehículos automotores.

Asumimos el compromiso de impulsar, coordinar, realizar, y hacer campaña para ganar el referéndum mundial contra el cambio climático. Acompañado de un proceso constituyente como espacio de discusión que nos permita profundizar el debate desde el ámbito comunal.

Expresamos preocupación por la situación de distintos territorios y ecosistemas en el mundo y en Venezuela. Debemos tomar medidas en estos espacios que partan desde la gestión territorial de los pobladores y pobladoras de estos lugares, desde una construcción y relación distinta con la naturaleza, desde la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.

Reconocemos al ALBA como espacio de construcción, intercambio y articulación entre los pueblos que la conforman, entendiendo a estos no sólo como los estados nacionales que forman parte sino de todos los movimientos y organizaciones sociales de nuestra América y del resto del mundo.

Denunciamos el paramilitarismo, el terrorismo de Estado, y la existencia de bases militares extranjeras en nuestros territorios, que se apropian de recursos, y expresan el brazo armado del neoliberalismo, con sus procesos de depredación de la naturaleza y de las culturas. Para ello entre otras cosas proponemos la promoción conjunta entre movimientos sociales de bases de paz en territorios estratégicos del continente.

Proponemos avanzar en la creación de procesos constituyentes, a nivel mundial, trascendiendo las fronteras y reconociendo luchas comunes, para avanzar en estrategias y tácticas que resuelvan casos específicos.

Colectivo de Movimientos y Organizaciones que promueven el Consejo de Movimientos Sociales (CMS) del ALBA, capítulo Venezuela y la Mesa de Ecología del CMS ALBA - Caracas

Fuente: El ALBA de los Movimientos Sociales

Temas: Crisis climática

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