Declaración de Bogotá: unidad andina contra el TLC con Estados Unidos

Como antesala al inicio de las negociaciones de los TLC andinos, organizaciones sociales y políticas de Ecuador, Perú, Bolivia, Venezuela y Colombia, reunidas en Bogotá, declaramos nuestra decisión de articular nuestras luchas y esfuerzos para impedir que las negociaciones culminen en la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos

Los países de la región andina sufren hoy una de las peores crisis de su historia. Los procesos de apertura y liberalización realizados en los últimos años han multiplicado la pobreza, el desempleo, erosionado gravemente la seguridad y soberanía alimentaria y resquebrajado la producción nacional. Han afectado también el medio ambiente y acentuado la discriminación y exclusión de las mujeres, de los indígenas y de los afrodescendientes. Los gobiernos han privatizado importantísimos servicios públicos, desmantelado la capacidad del Estado de realizar actividades económicas en procura del desarrollo. Se han aumentado los impuestos indirectos y se han aplicado diversas medidas dirigidas a la implementación de todo el recetario neoliberal derivado de las imposiciones estadounidenses, a través de organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en desarrollo de las conclusiones del Consenso de Washington. La deuda externa se agiganta, se ha tornado impagable y la recesión se generaliza.

En medio de estas críticas circunstancias, los gobiernos de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia han aceptado la exigencia norteamericana de negociar un Tratado Bilateral de Libre Comercio cuyo contenido es idéntico al ALCA. La negociación del tratado esta prevista en ocho rondas de cinco días cada una que definirán el futuro de nuestras economías y de nuestras sociedades en las próximas décadas.

Se pretende profundizar la apertura de nuestros mercados a los productos agrícolas subsidiados, poner a competir nuestra raquítica industria con las poderosas empresas estadounidenses, facilitar incondicionalmente la inversión externa con privilegios exorbitantes a las multinacionales y al capital financiero especulativo, privatizar todos los servicios, garantizar los derechos de propiedad intelectual para las multinacionales, mercantilizar y deteriorar el medio ambiente, privar a los Estados de la posibilidad de orientar el desarrollo económico, suprimir la jurisdicción de los tribunales nacionales para definir sobre los principales asuntos económicos y sujetar el manejo económico a una normatividad supranacional que obligará a los futuros gobiernos a continuar el mismo modelo de desarrollo, agudizando los efectos de las medidas neoliberales que han venido aplicándose desde la década anterior.

El proyectado Tratado de Libre Comercio forma parte de la arquitectura general del ALCA y de la estrategia norteamericana de consolidar su dominación sobre el hemisferio, asegurando el control militar a través de políticas como el Plan Colombia y la Iniciativa Andina y el control de importantes recursos naturales, de la biodiversidad, agua, petróleo y demás riquezas naturales, así como disponer de mano de obra barata para aumentar sus ganancias y disminuir la influencia de otras potencias en el hemisferio.

La imposición de este tratado significa el desmonte de los frágiles proyectos de integración subregional promovida a partir de los años sesenta y la sustitución de la cooperación e intercambio mutuamente benéfico entre países hermanos, por una feroz competencia por acceder al mercado norteamericano con productos básicos, superproducidos y desvalorizados. Con la falsa tesis de que la única perspectiva de desarrollo para nuestros países es acceder al mercado estadounidense, se quiere continuar abandonando el fortalecimiento y ampliación de nuestros mercados internos única base real para promover la más estrecha cooperación andina.

Los procesos conducentes a la definición de este tratado y del ALCA se han realizado a espaldas de la población, sin adelantar el debido debate en los parlamentos, marginando importantes sectores productivos y aun en contra de los estudios que analizan los enormes perjuicios que implicarán. Ha llegado para los pueblos de la región y de toda Latinoamérica el momento de detener estos intentos. Está en juego la soberanía nacional, la viabilidad de nuestros países, el bienestar de nuestras gentes e incluso el derecho a disentir que ha sido coartado gravemente en toda la región.

Hacemos un enérgico llamado a todas las fuerzas vivas de la región principiando por los sectores populares y a la inmensa mayoría de habitantes que se verán lesionados por estos acuerdos a oponer una vigorosa resistencia e impedir, mediante la lucha activa y organizada la ambición estadounidense de recolonizar a la región. Nuestra apuesta es por otro tipo de desarrollo que represente los sueños y aspiraciones de los pueblos, basado en el respeto de los derechos humanos, el fortalecimiento del mercado interno, el aseguramiento del bienestar de la población, la industrialización, la soberanía alimentaria, la libre autodeterminación de los pueblos, la protección de la biodiversidad y del medio ambiente para asegurar unos lazos fraternales sólidos entre los pueblos y países de la subregión y de toda América Latina.

DE PLAN DE LUCHA

Se aprueba

1. Declaración de Bogotá.
2. Recoger firmas y adhesiones de la carta para el senado norteamericano, que será enviada en una semana.
3. Conformación de grupo de trabajo cuyo objetivo sea impulsar el proceso para la consolidación de la coordinación andina, apoyando las principales iniciativas de lucha en cada país.
4. Jornadas nacionales de movilización paralela a la segunda ronda de negociaciones que se realizará en Atlanta entre el 14 y 18 de junio
5. Se hará una próxima reunión de fortalecimiento de la coordinación andina en el marco del Foro Social de las Américas el 27 y 28 de julio, en donde se propiciará un encuentro de las organizaciones que hacen parte de la campaña en cada país.
6. Hasta al reunión en Quito la coordinación debe ser asumida por Ecuador.
7. Llamamos a que las redes temáticas, sectoriales o de partes intensifiquen los lazos de subregionales.

16 y 17 de mayo de 2004

Más información sobre el Encuentro

Fundación Solón

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