Declaración de "La larga marcha por la Biodiversidad"

Representantes de organizaciones populares de países asiáticos –Camboya, India, Malasia, Filipinas y Tailandia- se reunieron durante 12 días en una campaña itinerante por la biodiversidad. Agricultores y ciudadanos de todas las regiones de Tailandia participaron en la “Larga Marcha”, que incluyó eventos en Bangkok, Songkhla, Phetchaburi, Roi Et, Loei y Chiang Mai, del 6 al 17 de setiembre de 2000

Declaración sobre la protección de la biodiversidad y de los derechos de los pueblos locales de Asia con relación a la ingeniería genética y los derechos de propiedad intelectual (DPI)

Más de 2000 ciudadanos tailandeses participaron activamente en las actividades, y la información sobre la campaña a través de los medios de difusión llegó a más de 10 millones de personas.

Todos reconocimos que:

1) La biodiversidad sólo puede ser protegida y manejada adecuadamente por la gente del lugar. Es de destacar que las comunidades asiáticas no perciben los recursos biológicos como productos comerciales para la agroindustria. Para ellos, tienen un valor sagrado y espiritual de sostén de nuestras vidas y supervivencia.

2) Nuestros recursos biológicos han sufrido una destrucción a gran escala en manos del colonialismo, lo que fue exacerbado por la Revolución Verde, impuesta por nuestros gobiernos en cooperación con los institutos internacionales de investigación agrícola. La gran presión de las trasnacionales de la agroindustria -con Monsanto y Novartis a la cabeza- para la aceptación de la ingeniería genética y de los organismos modificados genéticamente (transgénicos), inevitablemente exacerba la destrucción de la biodiversidad del planeta y la rápida contaminación genética.

3) El desarrollo de organismos transgénicos, la promoción de alimentos y productos transgénicos así como el sistema de derechos de propiedad intelectual impuestos por los países industrializados se conjuran para oponerse a los principios religiosos y éticos así como a la fe del pueblo asiático. Esto constituye una violación de los derechos de los agricultores, los consumidores y de naciones enteras. La autonomía y soberanía de la región asiática se verá amenazada al punto en que todos terminaremos por convertiremos en esclavos de gigantes empresas internacionales.

4) Como seres humanos, somos parte de la biodiversidad a la vez que muy dependientes de ella. El arroz, el maíz y otros cultivos básicos, cultivos alimenticios, plantas medicinales y cualquier otra forma de vida son recursos genéticos importantes que moldean nuestra cultura y estilo de vida. Nos oponemos a cualquier plan que suponga transformarlos en organismos modificados genéticamente.

5) Los DPI sobre la biodiversidad otorgan monopolios exclusivos a individuos y firmas privadas y por lo tanto son una amenaza a nuestra seguridad alimentaria. Por lo tanto, nos oponemos a tales DPI sobre la vida y los materiales y procesos biológicos.

En nombre de los pueblos de Asia, exigimos que:

1) El gobierno de Estados Unidos, las embajadas estadounidenses y las empresas de biotecnología en los países asiáticos deben dejar de intervenir en las funciones de los gobiernos, los medios de difusión y las organizaciones populares asiáticos procurando que acepten los cultivos y productos transgénicos. En muchas ocasiones, la embajada de Estados Unidos actúa como portavoz de empresas estadounidenses tales como Monsanto, que recurren a maniobras fraudulentas para obtener el apoyo de funcionarios del gobierno y académicos a través de la financiación de proyectos de investigación, destinados a demostrar el beneficio de su tecnología y sus productos.

2) El gobierno y los organismos estatales que han participado en el desarrollo de la biotecnología deben reorientar sus políticas y poner énfasis en una agricultura alternativa que vaya en la dirección de una economía independiente, como la agricultura orgánica y natural. Los intentos de justificación del gobierno en cuanto a que el desarrollo de la ingeniería genética y la introducción de cultivos transgénicos mejorarán el estado de la tecnología en sus países y que beneficiarán a la sociedad, son engañosos y es necesario oponerse a ellos.

3) Los gobiernos deben suspender los ensayos de campo y otros experimentos con cultivos transgénicos fuera de laboratorios confinados porque existe una alta posibilidad de que los organismos manipulados genéticamente se propaguen de manera incontrolada y contaminen otras zonas agrícolas por la polinización cruzada con variedades locales. Los riesgos serán aún mayores si fracasan las medidas de control de bioseguridad existentes.

4) Los gobiernos deben adoptar de inmediato leyes que exijan a las compañías productoras de alimentos el etiquetado de los productos que contengan transgénicos para asegurar los derechos básicos de los consumidores. En caso de que ocurran perjuicios, los organismos responsables –ya sean compañías extranjeras, institutos internacionales de investigación o autoridades e instituciones locales- deben ser penados y obligados a pagar una compensación.

5) Los gobiernos deben unirse para oponerse a los DPI sobre la biodiversidad y presionar a los países industrializados y a la Organización Mundial de Comercio (OMC) para que abandonen el patentamiento de los recursos biológicos y la sabiduría indígena. Deben establecerse marcos jurídicos que permitan a los países demandar a las compañías que patenten ilícitamente recursos biológicos.

Estos reclamos a nuestros gobiernos no pueden ser logrados sin la firme unidad de los pueblos en cada país y la solidaridad entre las organizaciones populares de esta región. Por lo tanto, nos comprometemos conjuntamente a desarrollar las siguientes actividades:

1) Intercambiar información relativa a la evolución de los transgénicos y los problemas a ellos relacionados, y de biodiversidad entre organizaciones populares y ONGs, especialmente información sobre trasnacionales que promuevan la ingeniería genética y transgénicos así como información de movimientos populares que se opongan a los organismos modificados genéticamente y alimentos transgénicos en cada país. El objetivo es fortalecer acciones de grupos de base y permitir una mayor participación popular en los procesos de formulación de políticas para beneficio de agricultores, consumidores y la mayoría del pueblo.

2) Tomar todas las medidas necesarias para detener los ensayos de campo con transgénicos a través de referendos públicos, cabildeo ante los gobiernos, acciones legales, acción directa, boicot de productos de trasnacionales y empresas locales que promueven los transgénicos, campañas en la prensa y protestas públicas.

3) Cooperar en la protección, conservación, intercambio y mejoramiento de variedades locales –plantas y animales- que pueden ser manejados y controlados por agricultores locales, sin depender de trasnacionales e instituciones de élites internacionales.

4) Promover sistemas agrícolas alternativos y sustentables como la agricultura orgánica y natural; y establecer y fortalecer redes entre productores y consumidores porque la conciencia de los consumidores así como su participación servirán de apoyo a los movimientos de agricultores hacia una mejor calidad de vida.

5) Intensificar la distribución de información y discusión sobre transgénicos y sus riesgos para movilizar al público contra la ingeniería genética y los DPI sobre biodiversidad, y para expandir las redes populares a todos los niveles.

Vemos que la ingeniería genética y los DPI sobre la biodiversidad tendrán impactos devastadores sobre la gente y el ambiente en todo el planeta, y afectarán especialmente a agricultores y consumidores. Entendemos que la mayoría de la población mundial apoyará el poder popular a todos los niveles y en todos lados para proteger nuestra biodiversidad, aún cuando nos enfrentemos a gobiernos poderosos y trasnacionales gigantes.

Esta campaña itinerante de pueblos asiáticos ha sido elogiada por quienes nos acompañan en todo el mundo en forma de cartas de apoyo y declaraciones de solidaridad. La culminación de esta campaña de la Larga Marcha por la Biodiversidad es en realidad el comienzo de un nuevo movimiento sólido en el que participarán cada vez más personas para lograr nuestros objetivos últimos.

Chaing Mai, Tailandia
17 de setiembre de 2000

* Declaración preparada al final de “La larga marcha por la biodiversidad: campaña itinerante por la amenaza de los transgénicos y la promesa de alternativas populares para la seguridad alimentaria y la biodiversidad agrícola en Asia”. La Larga Marcha fue coorganizada por BIOTHAI (Red de Tailandia sobre Biodiversidad y Derechos Comunitarios) y la Red Tailandesa por la Protección de Variedades Tradicionales. La marcha atravesó Tailandia del 6 al 17 de setiembre de 2000.

Por mayor información sobre La Larga Marcha, comunicarse con:

Witoon Lianchamroon
BIOTHAI
801/8 Ngamwongwan 27 Soi 5
Muang, Nonthaburi 11000 Tailandia
Tel: (66-2) 952 7371 o 952 7953
Fax: (66-2) 952 83 12
correo electrónico: biothai@pacific.net.th

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