Declaración de organizaciones sociales andinas

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Los pueblos de la región manifestamos nuestra protesta porque parte esencial del TLC es la mercantilización del medio ambiente, la pérdida de derechos fundamentales como la seguridad y soberanía alimentaria, los derechos laborales, la entrega de nuestros recursos naturales y nuestra biodiversidad y por ende el sacrificio de las comunidades pueblos y nacionalidades originarias que habitan las zonas de mayor interés para que las multinacionales estadounidenses puedan cristalizar este saqueo

Durante el 10 y 11 de diciembre las principales organizaciones sociales y redes de la región andina y de Estados Unidos que enfrentan el TLC hicieron un balance de este proceso y evaluaron el cierre de las negociaciones entre Perú y Estados Unidos. Después de las deliberaciones hicieron el siguiente pronunciamiento:

Declaración de organizaciones sociales andinas

Quito, diciembre 11 de 2005

Después de 19 meses de negociaciones y trece rondas, los gobiernos andinos se disponen a firmar un TLC con Estados Unidos. El último tramo de las negociaciones ha sido particularmente secreto y los gobiernos están vulnerando el derecho soberano de los pueblos a ser consultados sobre asuntos de importancia vital que afectarán por décadas la vida de nuestros pueblos.

El gobierno peruano acaba de cerrar la negociación con la claudicación completa ante las exigencias estadounidenses y la aceptación no solamente de sus imposiciones en el terreno comercial sino en todos los demás aspectos tales como propiedad intelectual, inversión, compras estatales etc.

Lo acordado con Perú se convierte automáticamente en la base para el anunciado cierre por parte de Colombia y traza unos claros parámetros para que el gobierno ecuatoriano, que ha solicitado mayor flexibilidad a los estadounidenses, tenga que definir a comienzos del año entrante si está dispuesto a hacer sacrificios similares a los de los demás países.

Lo acordado hasta el momento excede lo cedido por Centroamérica en el Cafta, implica menores concesiones por parte de Estados Unidos como es evidente en los casos del azúcar y medidas fitosanitarias e implica una especie de raquítica prolongación del ATPDEA el cual fue concedido a Perú en algunos aspectos por Estados Unidos en el último minuto de las negociaciones. El gobierno de Toledo lo único que tiene como trofeo para mostrar es decir que podría exportar espárragos y que no importaría ropa usada. Han anunciado que no se conocerá el texto definitivo sino dentro de noventa días lo cual indica que aunque hay un cierre político de la negociación, muchos aspectos se seguirán definiendo, lo que seguramente traerá aun peores desventajas para Perú y los andinos.

El TLC, bajo estas circunstancias significa no solamente un paso más en el avasallamiento comercial de la región sino que los propios gobiernos se han amarrado las manos o están en disposición de amarrárselas para promover políticas de desarrollo productivo y social y han cedido además del mercado interno, la soberanía nacional. En estos días se está ejecutando la más afrentosa operación de dominación política y económica que hayan sufrido nuestros países.

Los pueblos de la región manifestamos nuestra protesta porque parte esencial del TLC es la mercantilización del medio ambiente, la pérdida de derechos fundamentales como la seguridad y soberanía alimentaria, los derechos laborales, la entrega de nuestros recursos naturales y nuestra biodiversidad y por ende el sacrificio de las comunidades pueblos y nacionalidades originarias que habitan las zonas de mayor interés para que las multinacionales estadounidenses puedan cristalizar este saqueo. La privatización de los servicios públicos y de la educación y la salud se profundizará y dejarán de ser derechos y obligaciones del Estado. Todo esto con efectos diferenciales y más graves para las mujeres. El TLC supedita nuestro desarrollo a los intereses de las multinacionales y de pequeñísimos grupos de exportadores que se lucran de el a costa del conjunto del desarrollo social y productivo de nuestros países y que como en la OMC quieren imponer a todo el mundo sus prioridades.

Sin embargo, la resistencia popular continúa. El pueblo ecuatoriano ha paralizado la decisión gubernamental de firmar. En Colombia, el gobierno que busca la reelección, duda de pagar el costo político de firmar en plena campaña tan oprobioso tratado y el pueblo de Bolivia ha colocado por un buen tiempo a su país al margen de las negociaciones. Los movimientos de resistencia al TLC hemos logrado colocar este tema en el centro del debate nacional e inclinar la mayoría de la opinión en su contra a pesar de que los gobiernos se colocan de espalda a esta opinión e inviertan gigantescos recursos para apoyarlo y aun en Estados Unidos aumentan los sectores que desde diversos puntos de vista se muestran en contra de los tratados.

Todo el año entrante el TLC será un tema central en las definiciones políticas de cada uno de nuestros países y corresponde al movimiento popular arreciar su oposición al mismo, intensificar su campaña de esclarecimiento y educación de la opinión pública, obligar a los candidatos a las elecciones que se avecinan en todos los países a tomar claras posiciones al respecto y llevar a un mayor nivel las movilizaciones para enfrentarlo.

Para conseguir éxito en nuestra lucha debemos promover la más amplia unidad nacional y andina, haciéndonos voceros de los múltiples sectores afectados y condenando al ostracismo y a la picota pública a los minúsculos sectores que en búsqueda de algunos beneficios quieren sacrificar al conjunto de nuestras naciones. Invitamos a las organizaciones de la región a debatir sobre las formas de integración de nuestros pueblos que más convenga a nuestro desarrollo nacional.

Los agricultores peruanos que han calificado la firma como traición al agro y a la patria, los sectores productivos, las organizaciones populares, la ciudadanía y el moimiento indígena ecuatorianos que amenazan derrocar al gobierno si firma el tratado, los movimientos populares colombianos que enfrentan el TLC y la reelección de Uribe y los bolivianos que en defensa del agua y demás recursos naturales han paralizado las ambiciones de las multinacionales, los defensores de la salud pública que han demostrado hasta la saciedad el grave impacto del TLC para la sociedad, debemos unirnos con todos aquellos sectores que serán lesionados o sacrificados para aumentar el torrente de un poderoso movimiento social que dé al traste con las pretensiones de firmar o ratificar el TLC.

En respuesta a esta amenaza nos comprometemos e invitamos a hacer una gran movilización andina unitaria que incluya manifestaciones y una gran campaña de propaganda en la cual los más variados y heterogéneos sectores expresen su inconformidad con el TLC. Invitamos a los grandes actores sociales y políticos de la región a concertar la fecha para esta movilización durante el primer bimestre del año.

Suscriben:

Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio, Recalca (Colombia); Campaña Ecuador Decide (Ecuador); Movimiento Boliviano de lucha contra el TLC y el ALCA (Bolivia); Campaña Nacional contra el ALCA y el TLC de Ecuador (Ecuador); Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, CONAIE (Ecuador); Alianza por un Comercio Responsable de Estados Unidos, ART (EE.U.U.); Unión Nacional de Educadores del Ecuador (Ecuador); Frente Popular del Ecuador (Ecuador); Campaña TLC: Así no (Perú); Conveagro (Perú).

Fuente: Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA, Recalca

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