Declaración del II Foro internacional en defensa de la salud de los pueblos

La salud es un derecho humano y parte fundamental del derecho a la vida, así como un deber del estado y su obligación de cumplir con compromisos internacionales. La salud es un derecho en sí mismo y no un medio para promover el mal llamado capital humano. Tampoco puede verse como una mercancía, sino como un bien público

La salud es un proceso integral que pasa por condiciones de vida digna, empleo saludable y en condiciones adecuadas, acceso a servicios básicos como agua de calidad, por educación para desarrollar ciudadanía, alimentación adecuada, medioambiente saludable, sin violencia y servicios de atención de salud accesibles y de calidad en todos los niveles.

Los y las trabajadoras de salud juegan un papel fundamental en la concreción del derecho a la salud y acceso a servicios adecuados. Por eso, es importante que cuenten con condiciones laborales adecuadas.

Denunciamos el profundo y sostenido deterioro de las condiciones de vida, de salud y de trabajo de la mayoría de los países y pueblos. Esto se da sobre todo en los países pobres, pero también en algunos con estados sociales se está perdiendo el derecho a la salud (Gran Bretaña, Alemania, etc.) Este deterioro tiene su origen en la concepción de que la salud y la vida son mercancías y fuentes de lucro y especulación; y en el modelo de atención imperante que es sumamente costoso y promueve dependencia.

La migración del campo a la ciudad y de países pobres hacia otros menos pobres es un de componente cotidiano de las vidas de nuestros pueblos, y en muchos lugares, es una de las fuentes principales de ingreso de las familias y los países a través de las remesas familiares (la primera en Ecuador, El Salvador, Dominicana, Nicaragua, etc.), con la consecuente desintegración familiar, la pérdida de derechos laborales, sociales y ciudadanos de quienes emigran y se transforman en parias en esos nuevos países.

Este fenómeno es usado para justificar y legitimar la privatización de servicios sumado al argumento de la ineficiencia de la administración pública, las limitaciones de los recursos públicos y las imperfecciones de los propios de sistemas, entre otras.

Las llamadas "reformas" y "modernizaciones" neoliberales del sector salud - que son sólo disfraces para la privatización - profundizan la desigualdad y la falta de acceso. Hay varias formas de privatización, una es la entrega de servicios a prestadores privados y aseguradoras, otra la incorporación de la lógica mercantil en el sector público. Ambas lesionan el derecho a la salud. No obstante, en algunos lugares, como Brasil, se está ensayando reformas democráticas que buscan mejorar los servicios, así como la participación y el control ciudadanos, con sus éxitos y dificultades.

Hay que romper con los dogmas neoliberales que dicen que, por ejemplo: No se puede separar la prestación de servicios de la financiación de los mismos, ni crear un divorcio entre los distintos niveles de atención.

El FMI, el Banco Mundial y los bancos regionales como el BID imponen estas concepciones como condiciones para que los países tengan acceso a sus servicios. Esto genera desigualdad, menos acceso y empeora las condiciones de vida y de salud.

Al mismo tiempo, llama la atención la falta de beligerancia de la OMS para velar por la salud de los pueblos y su subordinación a esas condicionalidades, a la OMC y a las Compañías transnacionales.

Respaldamos la descentralización como una forma de profundizar y desarrollar la democracia, pero reconocemos que por sí sola es suficiente, tiene que darse en el marco de sistemas públicos nacionales, estaduales y locales, porque estos sistemas locales no pueden suplir la responsabilidad de los gobiernos nacionales. La descentralización incompleta genera barreras de acceso y provoca más iniquidad.

Las guerras como la que promueven los gobierno de Estados Unidos y el Reino Unido contra Irak, o la del gobierno de Israel, su ocupación, destrucción sistemática e intento de erradicar la idea de nación y nacionalidad contra el pueblo Palestino atentan contra el derecho a la vida y a la salud de estos pueblos y del mundo.

Igual sucede con el intento golpista y por deslegitimar el gobierno legal en Venezuela, así como la guerra permanente en Colombia. Ambos tipos de conflictos buscan legitimar una hegemonía que atenta contra la autonomía y autodeterminación de los pueblos, motivado por la defensa de la "libertad" de los capitales financieros.

Llamamos la atención sobre la situación de Argentina donde la aplicación de los dictados del FMI ha provocado el empobrecimiento y la eclosión epidémica del hambre. Pero, queremos resaltar que los niveles de resistencia social y popular han logrado poner un límite a la implementación de las políticas del FMI.

Saludamos las enormes y constantes manifestaciones sociales y populares contra la Guerra en Irak, la guerra contra el pueblo Palestino, de resistencia a la privatización de servicios, el ALCA, la OMC, sus dictados y los tratados de "libre" comercio. Y llamamos a mantenerlas y multiplicarlas.

El II Foro Internacional por la Defensa de la Salud de los Pueblos ha sido un paso más en el proceso de articulación, resistencia, puesta en común y conjugación de esfuerzos para cambiar estas concepciones y promover el accionar con nuevas formas de lucha y relaciones con gobiernos, instituciones y organizaciones de sociedad civil y nos ha permitido renovar energías y compromisos. Se ha lanzado aquí la Campaña UN MILLÓN DE FIRMAS POR LA SALUD YA, que busca exigir cuentas a los gobiernos y a la OMS sobre lo que han hecho con la Declaración de Alma Ata 25 años después de su firma, donde se comprometieron a Salud para todos en el 2000.

Para firmar conecte http://www.themillionsignaturecampaign.org/espanol/

Por todo lo anterior, consideramos imprescindible desarrollar un proceso de construcción de propuestas e intercambio que parta desde las comunidades y organizaciones de base, pase por el nivel municipal, estadual, nacional e internacional y concluya en la II Asamblea y el I Foro Mundiales de Salud de los Pueblos en julio del 2004, integrando sus conclusiones, construya nuevas propuestas y permita concretar acciones conjuntas en todos los niveles. Por eso, llamamos a las organizaciones, personas e instituciones comprometidas con la salud y el bienestar a sumarse a este esfuerzo, organizar sus propias actividades, correr la voz, integrar esfuerzos y concretar nuestro sueño de SALUD PARA TODAS Y TODOS YA.

Informaciones y adhesiones a la Campaña de Un Millón de Firmas y a la Convocatoria para 2004:

Correos electrónicos

gro.labolgchpi@ofni

yu.moc.tenivom@semala

rb.moc.bewotrop@nodnamra

Porto Alegre, Brasil

22 de febrero de 2003

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