La Vía Campesina condena el asalto militar al barco Handala y responsabiliza a la ocupación israelí de la seguridad de todos los participantes
La Vía Campesina, el movimiento campesino internacional que representa a más de 200 millones de agricultores, personas sin tierra, comunidades indígenas y trabajadores rurales en más de 80 países, expresa su más enérgica condena al violento asalto militar al barco Handala en aguas internacionales. Este barco formaba parte de una misión de solidaridad pacífica organizada por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, destinada a desafiar el asedio inhumano de Gaza y entregar ayuda humanitaria ante la hambruna masiva.
A bordo del barco había defensores internacionales de los derechos humanos, entre ellos Hatem Aouina de Túnez, miembro de Million Rural Women and the Landless, y el representante regional de La Vía Campesina en la Región Árabe y del Norte de África (ArNa). Su participación encarnó la solidaridad de base de los movimientos campesinos con el pueblo de Palestina, que actualmente sufre niveles sin precedentes de violencia, asedio y hambre.
Este ataque es parte de una campaña más amplia y deliberada para deslegitimar la solidaridad humanitaria, criminalizar la disidencia y mantener un bloqueo ilegal y mortal sobre más de 2,3 millones de palestinos en Gaza. En el centro de esta misión había una demanda moral y política: poner fin a la militarización de los alimentos, una táctica de guerra que ya ha resultado en condiciones de hambruna y la muerte de miles de personas por hambre.
La violenta interceptación del barco Handala, que se produjo mientras el buque navegaba en aguas internacionales, constituye una grave violación del derecho internacional. Viola la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), que afirma el derecho a la libertad de navegación y prohíbe el uso de la fuerza contra buques civiles en misiones pacíficas. Además, representa un ataque directo al derecho internacional humanitario, consagrado en el Cuarto Convenio de Ginebra (1949), que exige la protección de los civiles y prohíbe el castigo colectivo. La redada también viola la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Defensores de los Derechos Humanos (1998), que protege el derecho de los actores de la sociedad civil a organizarse pacíficamente en defensa de los derechos humanos y la dignidad.
Al atacar el barco Handala, las autoridades israelíes han tratado de criminalizar la solidaridad internacional, socavando la legitimidad moral y política de la acción de la sociedad civil de base y silenciando a quienes apoyan a los oprimidos.
La Vía Campesina llama:
- La liberación inmediata e incondicional de todos los participantes a bordo del barco Handala, incluido nuestro compañero Hatem Aouina, y garantías para su seguridad física y psicológica.
- Intervención urgente de los Procedimientos Especiales pertinentes de las Naciones Unidas, en particular los Relatores Especiales sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados y sobre la situación de los defensores de los derechos humanos.
- Acción diplomática inmediata de todos los Estados Partes en los Convenios de Ginebra para defender el derecho internacional humanitario y responsabilizar a la potencia ocupante por esta agresión ilegal.
- Una investigación internacional independiente y transparente sobre la interceptación y detención de los activistas, reconociendo este acto como un ataque directo a una misión humanitaria civil en aguas internacionales.
- El fin del asedio ilegal a Gaza y la criminalización de los alimentos como arma de guerra, incluido el levantamiento total de todas las restricciones a la ayuda humanitaria y el reconocimiento del derecho a la alimentación como un derecho humano fundamental e inderogable.
- Solidaridad y movilización generalizadas de los movimientos sociales globales, las organizaciones de derechos humanos y los medios de comunicación para exponer esta violación y resistir todos los intentos de silenciar la solidaridad internacional de base y la resistencia civil.
Este ataque violento no silenciará las voces de la conciencia, ni borrará la claridad moral de aquellos que eligen apoyar a los oprimidos. La Vía Campesina se solidariza inquebrantablemente con el pueblo palestino y con todos aquellos que arriesgan su libertad y seguridad para defender la justicia, la dignidad y la soberanía alimentaria.
Hacemos un llamado a todos los miembros, aliados y socios internacionales para que denuncien esta agresión, exijan rendición de cuentas y continúen movilizándose en defensa de los derechos de las personas en tierra y mar.
La Vía Campesina responsabiliza plenamente a la ocupación israelí de la seguridad y el bienestar de todas las personas a bordo del barco Handala. Según el derecho internacional y los tratados vinculantes, Israel tiene responsabilidad legal y moral directa por sus vidas y cualquier daño que pueda ocurrirles.
Reiteramos nuestra solidaridad inquebrantable con el pueblo de Palestina y con todos aquellos en todo el mundo que se atreven a enfrentar la opresión con valentía, conciencia y acción colectiva.
Ningún bloqueo puede detener la marea de solidaridad. Ninguna violencia puede silenciar el derecho a la dignidad, la tierra y la alimentación.
Fuente: La Vía Campesina