México: declaración del Taller Nacional de estrategias de defensa del maíz nativo

Nuestras comunidades indígenas tienen una tradición milenaria de producción de autoconsumo con semillas nativas. Tenemos una gran diversidad de razas, variedades y colores de maíz que se han adaptado a los diferentes ecosistemas y formas de cultivo de nuestros pueblos campesinos. La introducción de semillas transgénicas amenazan nuestras raíces como pueblo indígena y enferma nuestros corazones junto con nuestro maíces nativos condenando a la extinción a los pueblos de hombres y mujeres del maíz

Sierra Norte de Puebla, 12 de octubre, 2004

AL GOBIERNO MEXICANO
AL CONGRESO DE LA UNIÓN
A LOS EMPRESARIOS MEXICANOS Y DE LAS TRANSNACIONALES
A LA COMUNIDAD CIENTÍFICA
A TODOS LOS PUEBLOS DE MÉXICO.

Los pueblos indígenas nahuas y totonacos de la Sierra Norte de Puebla, y los representantes de organizaciones de pueblos mixtecos, zapotecos, chatinos, mixes, triqui como: ollan, chignautla, popolucas y nahuas de tssooka-teyoo de la Sierra del Sur de Veracruz, cocyp-yotoxco, derechos humanos-ayotoxco, organización independiente totonaca, sendas, a.c, cuicatecos del Consejo Indígena Popular de Oaxaca-RFM y cenami, en el marco del Taller Nacional de Estrategias de Defensa del maíz nativo, realizado en la comunidad indígena náhuatl y totonaca de Ahuacatlán, Puebla, y como resultado de los trabajos de este taller y preocupados por la problemática generada en función de la contaminación de nuestro maíz nativo y los peligros que puede generar la liberación de semillas transgénicas en nuestro país, emitimos la siguiente declaración sobre el maíz nativo:

Nosotros, pueblos y comunidades indígenas y campesinas, rechazamos la iniciativa de Ley de Bioseguridad que se encuentra en discusión en la Cámara de Diputados. Creemos que no se han dado las condiciones para una consulta amplia a todos los sectores a nivel nacional sobre esta iniciativa, consultas que están contempladas en los acuerdos de San Andrés Larraínzar y en el Convenio 169 de la OIT. Además, vemos que no existe la suficiente información en nuestros pueblos sobre las consecuencias y efectos que pueden ocasionar los transgénicos a la salud humana y a la biodiversidad, ya que no se cuenta con garantías de preservación de nuestras culturas indígenas y de nuestras semillas nativas.

Los pueblos indígenas desconocemos los mecanismos de negociación y los intereses que puedan tener el gobierno y los empresarios con respecto a los organismos genéticamente modificados (OGM) y que pueden estar afectando a nuestras semillas y a nuestro pueblo de México.

Por ello, exigimos que se dé a conocer la información con toda honestidad y claridad acerca del maíz transgénico y respetar y hacer valer el Protocolo de Cartagena, firmado por México en el año 2000, y que entró en vigor en septiembre de 2003.
Nuestro país declaró una moratoria de facto para la siembra experimental y comercial de maíz transgénico en 1998. Esa moratoria, declarada unilateralmente por SAGARPA, debe mantenerse debido a que las condiciones de bioseguridad, económicas y comerciales que motivaron la moratoria siguen prevaleciendo.

POR TANTO, EXIGIMOS LA SIGUIENTE LEY DE MORATORIA EN LOS SIGUIENTES PUNTOS:

1. Al cultivo de semillas transgénicas para autoconsumo:
Nuestras comunidades indígenas tienen una tradición milenaria de producción de autoconsumo con semillas nativas. Tenemos una gran diversidad de razas, variedades y colores de maíz que se han adaptado a los diferentes ecosistemas y formas de cultivo de nuestros pueblos campesinos. La introducción de semillas transgénicas amenazan nuestras raíces como pueblo indígena y enferma nuestros corazones junto con nuestro maíces nativos condenando a la extinción a los pueblos de hombres y mujeres del maíz.
El conocimiento y uso del maíz nativo en nuestras comunidades no es obsoleto ni pasará de moda porque en toda nuestra historia nos ha mantenido vivos y somos los herederos de esta sabiduría.
México, como centro de origen y diversidad del maíz, merece un respeto y tratamiento especial, ya que junto con los demás pueblos indígenas sustentan y dan sentido a su vida con el maíz nativo.
Los OGM se imponen debido a la falta de información sobre sus impactos en el ambiente y la salud de las personas, y desplazan brutalmente a nuestro maíz nativo de nuestras tierras a pesar de que el gobierno mexicano firmó el Protocolo de Cartagena. Además, las semillas transgénicas agreden nuestra dignidad, identidad y tradición con la imposición de una iniciativa de ley de Bioseguridad en la cual no participamos.
El autoconsumo es símbolo de seguridad alimentaria en los pueblos indígenas y una vez que introduzcan libremente los transgénicos, ponen en riesgo nuestra soberanía y seguridad alimentaria.

2.- Al cultivo comercial de semillas transgénicas:
Porque esto no garantiza el que nuestras semillas nativas no se contaminen; porque no queremos depender de estas semillas de laboratorio.
Nuestra cultura de consumo es de vida, de comunión, de alegría, de fiestas, de diversidad, de respeto a la naturaleza y vida humana; no es de lucro.
Porque con las semillas transgénicas se beneficia solamente a las empresas agrícolas nacionales y trasnacionales, y que con su promoción ponen en peligro y sacrifican el maíz nativo.

3.- Al cultivo experimental de semillas de transgénicas:
Como el maíz nativo no puede convivir con el transgénico, exigimos que la investigación científica se dedique a estudiar las variedades nativas para fortalecer nuestra soberanía alimentaria. Por eso, es necesario que no desaparezca el PRONASE y que instituciones como el CIMMYT dediquen sus esfuerzos y recursos al estudio de semillas nativas y no de las transgénicas. Si bien algunos científicos responden a los intereses de las grandes empresas de biotecnología, también sabemos que otros actúan en defensa de nuestro maíz nativo. No queremos ser objeto sino sujetos de nuestra propia historia y autonomía.

4.- A la comercialización de semillas transgénicas :
Creemos que se debe prohibir la importación de todo producto transgénico a México, ya que la circulación de transgénicos en nuestras tierras pone en peligro la vida de los pueblos, de los recursos naturales y de la vida espiritual. En su lugar proponemos que sí se comercialicen las semillas nativas y de esta manera fortalecer las economías locales y regionales, así como contribuir a mantener la diversidad de las mismas.

5.- Al consumo de productos derivados de transgénicos:
Debido a que no existe información clara para el consumidor sobre los riesgos de los OGM a la salud humana y a todo ser viviente, demandamos el derecho a la información para que se identifique mediante una etiqueta aquellos productos que contienen materia prima transgénica.

POR TODO LO ANTERIOR, EXIGIMOS AL GOBIERNO MEXICANO QUE RECONOZCA ESTA DECLARACIÓN DE MORATORIA Y QUE SE APLIQUEN CON TRANSPARENCIA Y RESPONSABILIDAD, LOS ARTÍCULOS DEL PROTOCOLO DE CARTAGENA SOBRE LOS APARTADOS DE PRINCIPIOS PRECAUTORIOS Y PROTECCIÓN A LA BIODIVERSIDAD CONTRA LOS OGM.

Ahuacatlán, Puebla, a 12 de Octubre de 2004.

Fuente: Boletín electrónico de Greenpeace México (13 de octubre, 2004).

Comentarios