Riqueza y biodiversidad

Idioma Español

"Quizás la primera pregunta que surge frente a esta aparentemente paradójica situación es entender cuál es la causa por la que nos estamos dirigiendo a esta catástrofe. La misma definición de riqueza nos ayuda a vislumbrar algunas respuestas: la riqueza implica abundancia, pero de ninguna manera implica "posesión" de la misma. O sea: tenemos suficiente riquezas para todos pero la apropiación y acumulación de las mismas por algunos pocos hace que esas riquezas dejen de estar disponibles para la mayor parte de los humanos que convivimos en este planeta. De la mano de este proceso de apropiación y acumulación llega también la destrucción de riquezas que se realiza en nombre del progreso y el desarrollo"

“La causa por que han muerto y destruido tantas y tales e tan infinito número de ánimas los cristianos ha sido solamente por tener por su fin último el oro y henchirse de riquezas en muy breves días e subir a estados muy altos e sin proporción de sus personas;”

Brevísima relación de la destrucción de las Indias
Fray Bartolomé de las Casas, 1542

Definiciones según la Real Academia (1)

Riqueza

1. Abundancia de bienes y cosas preciosas.
2. Abundancia de cualidades o atributos excelentes.
3. Abundancia relativa de cualquier cosa.

Biodiversidad

1. Variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente.

Un planeta pleno de riquezas

Quizás uno de los rasgos distintivos de la última mitad del siglo XX haya sido la toma de conciencia por una buena parte de la humanidad de la finitud de nuestro planeta y sus recursos y de la imposibilidad de continuar sosteniendo el "desarrollo" que la sociedad occidental propuso (¿impuso?) como modelo al mundo (no nos olvidemos que somos un país en "vías de desarrollo"). A más de cuarenta años de las primeras señales de alarma poco ha cambiado y, por el lado que lo miremos, todos los indicadores señalan claramente que la situación empeora día a día.

Sin embargo, pocos podrán negar que vivimos en un planeta que posee como una de sus características principales riqueza, precisamente en el sentido de la abundancia en todos sus significados: ponernos a pensar en el milagro que significa el surgimiento y el desarrollo de la vida sobre la tierra a lo largo de millones de años es sencillamente sobrecogedor. Y visualizar las cifras de esa abundancia, estimadas en 13 a 14 millones de especies (2) escapa al afán contable de cualquier banquero. Ni que hablar de la diversidad humana y la cantidad de prácticas culturales –lenguas, saberes, artes, etc.

Todo este patrimonio está siendo dilapidado a un paso acelerado. ¿Será que estamos realmente locos? ¿O que la “pulsión de muerte" nos lleva a un suicidio colectivo? ¿O se tratará quizás de que la ceguera de unos pocos conducirá al abismo a los rebaños hipnotizados por la TV?

No pretendo ofrecer una respuesta en los 13000 caracteres disponibles. Aunque sí invitarlos a reflexionar, tomar conciencia y actuar. De lo que sí estoy seguro es que ya ha despertado en muchos la certeza de que existen otros caminos por recorrer y hay millones que ya los están ensayando y multiplicando por doquier. Además de los siglos de resistencia que los pueblos indígenas americanos vienen llevando adelante y que ha cobrado nuevas fuerzas en el fin del milenio.

Argentina y Costa Rica: ¿polos opuestos en la riqueza?

Argentina vive su "milagro" basado en el monocultivo de soja que cubre ya más de 140.000 km2 de su territorio: o sea 1 única especie cubriendo la totalidad de esa superficie.

Mientras tanto Costa Rica posee en casi la tercera parte de ese espacio (51.000 km2) una diversidad biológica de aproximadamente 90.000 especies (2).

90.000 frente a 1 ¿Alguna duda sobre quiénes son los ricos?

Las necesidades humanas y las otras riquezas

Quizás la primera pregunta que surge frente a esta aparentemente paradójica situación es entender cuál es la causa por la que nos estamos dirigiendo a esta catástrofe. La misma definición de riqueza nos ayuda a vislumbrar algunas respuestas: la riqueza implica abundancia, pero de ninguna manera implica "posesión" de la misma. O sea: tenemos suficiente riquezas para todos pero la apropiación y acumulación de las mismas por algunos pocos hace que esas riquezas dejen de estar disponibles para la mayor parte de los humanos que convivimos en este planeta. De la mano de este proceso de apropiación y acumulación llega también la destrucción de riquezas que se realiza en nombre del progreso y el desarrollo. Así, llegamos a un panorama en el que vemos que, en realidad, nuestra sociedad se está empobreciendo día a día. Me remite a aquel cuento en el que el hijo de un hombre rico va a visitar a un campesino con el objetivo de conocer la pobreza, y llega a la conclusión de que él y su familia son muy pobres por disponer de tan poco espacio, naturaleza y tiempo para vivir.

En los años 80 un economista chileno (3) planteó que las necesidades humanas eran pocas y simples y se podían reducir simplemente a nueve necesidades para todas las culturas: protección, subsistencia, libertad, participación, ocio, creación, identidad, afecto, entendimiento. Lo que varía según Max Neef son los satisfactores elegidos por cada pueblo para satisfacerlas: tanto una choza como el palacio de Buckingham ofrecen a sus habitantes protección frente a las inclemencias del tiempo. Tanto una caminata por un lugar natural como un crucero por el Caribe ofrecen la posibilidad de ocio.

Esta perspectiva, que poco impacto ha tenido en el pensamiento económico occidental, nos brinda la oportunidad de un replanteo radical en nuestra concepción de las necesidades humanas (siempre vistas como infinitas) y nos permite ver con claridad que nuestro abundante planeta puede sin problemas resolver las necesidades de todos. Claro que no todos los satisfactores son compatibles con el mantenimiento de esta abundancia. Pero coloca el problema en su justa dimensión: el problema no es tecnológico (como por ejemplo se plantea con respecto a la producción de alimentos) sino que se relaciona con los satisfactores que elegimos para responder a nuestras necesidades: y allí lo que importa es la sustentabilidad, la equidad y la disponibilidad para todos de los satisfactores adecuados.

Max Neef también supo plantear, a partir de esta perspectiva, la existencia de otras formas de pobreza: la pobreza que significa la utilización de satisfactores negativos que satisfacen una única necesidad impidiendo la satisfacción de otras. Un claro ejemplo es el armamentismo que como satisfactor de la necesidad de protección anula totalmente la posibilidad de satisfacer la necesidad de libertad. ¡Y qué pobres nos hace!

La biodiversidad: fuente de todas las riquezas para el futuro

La maravillosa riqueza en biodiversidad que compartimos los humanos con el resto de los seres vivos sobre la tierra ha sido la fuente de la que nos hemos nutrido y la que nos ha permitido crecer y multiplicarnos conviviendo, criando y cultivando vínculos con el entorno. Este diálogo con la naturaleza permitió que hasta hace aproximadamente cien años se continuara generando diversidad biológica a partir de la actividad humana. Los ricos sistemas de agricultura, las miles de variedades de semillas creadas, las cientos de especies de animales domesticados, los complejos sistemas agrosilvopastoriles y los miles de pueblos que han desarrollado sus vidas en armonía con el entorno son las mejores pruebas de que es posible convivir con la naturaleza sin proponernos su "dominio" y postración.

Todo ha cambiado en las últimas décadas y la pérdida de biodiversidad, y por lo tanto de riquezas –y de abundancia- ha sido la protagonista del último siglo. En pocas palabras: la pobreza (la ausencia de riqueza) ha avanzado como nunca antes. Y debemos tener presente que esa pobreza nos afecta a todos. La naturaleza, a la que el modelo de desarrollo occidental buscó dominar y está destruyendo es en la actualidad la única esperanza para lograr algún futuro imaginable que nos incluya como especie. Muchos ya se han dado cuenta:

- Las grandes corporaciones se han lanzado a la caza de todos los recursos biológicos de nuestro planeta a través de la biopiratería y la apropiación vía los derechos de propiedad intelectual, patentando todo lo vivo que está a su alcance con el objetivo de lograr un control absoluto sobre nuestras vidas.

- Los gobiernos y los organismos de Naciones Unidas han dado cuenta de los graves problemas que enfrentamos. Pero los burócratas del planeta prometen seguir "creciendo" a fuerza de tecnología y control, promoviendo un dudoso "desarrollo sostenible".

- La sociedad civil - un diverso conjunto de organizaciones y sectores sociales que van desde pueblos indígenas a grupos de consumidores pasando por organizaciones ecologistas, grupos contra la globalización y organizaciones campesinas – ha dado la voz de alarma que necesitamos: ¡esto no puede seguir así! Y no son ajustes menores los que posibilitarán los cambios necesarios. La consigna "otro mundo es posible" define claramente una búsqueda de nuevos rumbos para nuestra especie.

Biodiversidad y conocimiento: la llave del tesoro

Algo aparece claro: la biodiversidad será la fuente de nuestra subsistencia a partir del fin de los combustibles fósiles que algunos autores estiman en no más de veinte años (4). Nuestra alimentación, el cuidado de nuestra salud, nuestra vestimenta y la energía que consumamos deberá provenir directa o indirectamente de la única fuente genuina de energía de la que disponemos: el sol y los vegetales que tienen la capacidad de convertir esta energía en materia orgánica y que inician allí el maravilloso ciclo de la vida.

Poder utilizarla para la satisfacción de nuestras necesidades implica, en primer lugar, la disponibilidad de la biodiversidad y, en segundo lugar, conocer sus aplicaciones y utilidades para que realmente podamos interactuar con ellas.

Los seres humanos hemos tejido durante miles de años un complejo vínculo con la naturaleza que nos permitió acceder a infinidad de conocimientos para la utilización de una buena parte de los seres vivos que conviven con nosotros. Esta trama vital es el secreto que poseemos para proseguir una vida abundante y son los pueblos indígenas y las comunidades locales ligadas a la tierra quienes poseen estos conocimientos.

Por supuesto que también esto es bien sabido por los mercaderes de la vida y por ello se han lanzado a su apropiación a través de la biopiratería que, con distintos maquillajes, han ejercido sobre cientos de pueblos en distintas partes del planeta.

Privatizando nuestras vidas

Esta apropiación no podía ser completa si no contaba con la herramienta necesaria para llevarla a cabo: los Derechos de Propiedad Intelectual (DPI) sobre la vida. Y aunque para muchos aún sea difícil de creer, la ola privatizadora que llegó con el modelo neoliberal ha alcanzado a la naturaleza para permitir su apropiación a través de los DPI, de manera que hoy una empresa puede declararse "dueña" de una especie vegetal, de una animal y hasta de partes de un ser humano.

Obviamente, esto forma parte de la estrategia para garantizar las ganancias de las grandes corporaciones en el futuro y para poder controlar hasta extremos inimaginables nuestras vidas. La pregunta clave es ¿Cómo hemos permitido que se llegue a este extremo? ¿Cómo es posible que alguien pueda ser "dueño" de un ser vivo?

Volvemos a los planteos que hacíamos al comienzo de esta nota: la apropiación de la vida por una empresa implica sencillamente la pérdida de la abundancia para todos y por lo tanto pobreza. ¿Seguiremos permitiendo que se cometa este abuso?

¿Cuantificando la riqueza o matando a la vida?

Muchas personas comprometidas con la búsqueda de alternativas para estos dilemas han planteado que se hace necesario cuantificar nuestras riquezas naturales para poder "negociar" en mejores condiciones con los apropiadores o poder ponerle un número a la "deuda" que mantienen con los pueblos del sur por la extracción y apropiación de riquezas durante cientos de años.

Sin embargo, esta puede ser también una trampa que implica entrar a jugar en el mismo campo de quienes cuestionamos y, por lo tanto, movernos con su propia escala de valores. Este es un tema que forma parte de los debates actuales y creo firmemente que ponerle un precio a la vida implica comenzar a matarla para colocarla en el universo de los objetos al que nos quieren limitar.

Hacia un mundo de riqueza y diversidad

Tomar conciencia de que la diversidad es riqueza y no permitir la apropiación de la misma por unos pocos, ni su pérdida ante la ola homogeneizadora que nos invade es el gran desafío del próximo siglo.

Los caminos serán sin duda diversos, por la propia riqueza de nuestros pueblos y nuestras culturas. Sin embargo, los movimientos sociales han delineado una especie de “agenda” para la construcción que tiene entre sus puntos más destacados:

- La soberanía alimentaria como eje central de la agricultura y la producción de alimentos

- El respeto a todas las diversidades como base para que cada pueblo elija sus propios caminos.

- El rechazo a toda forma de apropiación de la biodiversidad a través de los DPI.

- El rechazo a los organismos genéticamente modificados por las amenazas que representan para la humanidad.

Transitar estos caminos es en la actualidad imprescindible. Otro mundo rico y diverso es posible y está al alcance de nuestros sueños y nuestras acciones.

Bibliografía:

1- Diccionario de la Real Academia Española, aquí
2- Estado de la Biodiversidad en Costa Rica, aquí
3- Manfred Max Neef, Desarrollo a Escala Humana, Ecoteca, Nordan (1993)
4- Jeremy Rifkin, Suplemento cash, Página 12, 12-9-04, aquí

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