Confirman que muerte de más de cinco millones de abejas se debió a intoxicación con Fipronil y Trifloxistrobina

Idioma Español

El Servicio de Salud Animal (SENASA) realizó las pruebas de laboratorio como parte de la investigación por la muerte masiva de abejas detectada la semana anterior en un Apiario ubicado en Lagunillas de Orotina.

Confirman que muerte de más de cinco millones de abejas en Orotina se debió a intoxicación
con Fipronil y Trifloxistrobina

En el sitio murieron más de cinco millones de abejas por intoxicación con Fipronil y Trifloxistrobina. Además, se reportó pérdida total de todos los materiales utilizados en el emprendimiento apícola, cuya estimación preliminar ronda los 25 millones de colones. No se descarta una afectación -cuyo grado aún está por determinarse- en las poblaciones de abejas nativas y otros polinizadores de la zona.

Hoy, Rigoberto Rojas, Apicultor afectado, conoció los resultados del análisis realizado por la Unidad de Residuos y Contaminantes del Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios (LANASEVE) donde se confirma que el producto utilizado para provocar la matanza de sus abejas fue Fipronil y Trifloxistrobina. Se sospecha que los tóxicos habrían sido empleados en cultivos cercanos al sitio donde se encontraban las colmenas. La zona se caracteriza por presentar actividades agropecuarias; granjas avícolas y la siembra de hortalizas y árboles frutales.

Tanto el Organismo de Investigación Judicial como el Servicio Nacional de Salud Animal del Ministerio de Agricultura y Ganadería comenzaron las investigaciones, respecto de la mortandad de abejas desde el pasado 13 de agosto, cuando funcionarios –de ambas instituciones- se trasladaron hasta el lugar de los hechos, con la finalidad de hacer una inspección en el apiario afectado y recoger muestras de abejas para determinar la composición del veneno empleado para darles muerte.

Las autoridades de SENASA tienen en resguardo algunas muestras de abejas y la identificación del sitio donde fueron colectadas, elementos que permitieron llevar a cabo las pruebas de laboratorio por parte del ente competente.

La muerte masiva de abejas en estudio fue advertida a mediados de la semana pasada por el propietario del apiario en una visita rutinaria. La mortandad afectó tanto a las abejas pecoreadoras como a las nodrizas, es decir, aquellas que se encontraban en el campo, como a las que por su corta edad permanecían dentro de su colmena. Además, hubo una incidencia total entre las crías que se encontraban por nacer.

Debido a la gravedad del hecho, desde Apicultores de Costa Rica, hacemos un llamado a las autoridades del Ministerio de Agricultura para que procedan a restringir y prohibir el uso de dichos productos. Además, para que inicien -a la mayor brevedad posible- con un programa de capacitación dirigido a todas las personas agricultoras sobre el uso y correcto manejo de todas las sustancias químicas potencialmente nocivas para las abejas.

También exigimos que el MAG, coadyuve en la investigación para identificar e individualizar a los autores responsables del hecho para que sean procesados y respondan ante las instancias correspondientes, sentando un precedente y evitar que se presenten casos de igual o similar naturaleza.

El Fipronil pertenece a la familia de los fenilpirazoles y se emplea generalmente para luchar contra determinados insectos en tierra, cuando aún son larva.

La Trifloxistrobina es el ingrediente activo de productos biocidas de alta toxicidad que se distribuyen bajo los Nombres comerciales de: Flint, Tega, Twist. Se utiliza para el control selectivo de algunos hongos en un amplio rango de cultivos, tanto en el campo como en invernaderos. El producto también resulta muy tóxico para organismos acuáticos, pudiendo causar efectos adversos a largo plazo en el ambiente acuático.

Desde Apicultores de Costa Rica advertimos que el país necesita decretar una prohibición total de estos plaguicidas en aplicación del principio de precaución. El Fipronil ya está prohibido en muchos países de la Unión Europea, pero las abejas no conocen fronteras. Para detener su declive, debe prohibirse estos plaguicidas y desarrollar rápidamente un plan contra la amplia exposición química a que los polinizadores se enfrentan cada día.

Las abejas y otros polinizadores juegan un papel crucial en la producción de alimentos. Alrededor de un tercio de los cultivos alimentarios del mundo dependen directamente de la polinización natural de las abejas y otros animales. Solo la prohibición a largo plazo de todos los plaguicidas tóxicos para las abanejas y la apuesta decidida por la agricultura ecológica puede realmente salvarlas. 

Fuente: Apicultores de Costa Rica

Temas: Agrotóxicos, Biodiversidad

Comentarios