La soberanía se construye desde abajo

A cinco días de la movilización nacional, los pueblos siguen en pie, mientras defienden su derecho a decidir sobre la vida, el territorio y sus planes de vida.
A cinco días de la movilización nacional, los pueblos siguen en pie, mientras defienden su derecho a decidir sobre la vida, el territorio y sus planes de vida.
En el corazón de las luchas populares, la soberanía dejó de ser un concepto para convertirse en una herramienta de resistencia y transformación.
Las protestas, que se desarrollan bajo la consigna «Aquí en la lucha por la vida», denuncian la concentración de bienes que deberían ser colectivos en manos de unos pocos.
Un ejemplo claro, según los manifestantes, es la Universidad Nacional, que, pese a su carácter público, funciona como un privilegio y no como un derecho accesible para la mayoría.
Puntos clave de resistencia y exigencias
En la capital, los manifestantes instalaron Refugios Humanitarios frente a entidades como el Ministerio del Interior, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y el Ministerio de Vivienda.
Desde estos puntos, los sectores movilizados plantean exigencias concretas:
- Soluciones a la crisis humanitaria en los territorios.
- El desmonte de la doctrina militar.
- La defensa de la Soberanía Nacional y Popular.
- El derecho a permanecer en sus territorios.
- El cese de la estigmatización y los discursos criminalizantes por parte de figuras de la élite.
Este jueves, se realizaron jornadas de visibilización en portales y peajes de Bogotá, donde se denunció la privatización de bienes comunes, como las carreteras.
Señalan que estas concesiones están en manos del conglomerado financiero Grupo Aval, de Luis Carlos Sarmiento Angulo.
La movilización se mantiene en las regiones
Los bloqueos y puntos de resistencia persisten en varias zonas del país, convertidos por las comunidades en focos de exigencia colectiva.
Algunos de los puntos reportados son:
- La Delfina en Buenaventura (Valle del Cauca).
- La vía Quibdó-Medellín, a la altura de El Carmen de Atrato (Chocó).
- La Panamericana, en Rosas (Cauca).
- Tame (Arauca).
- La vía La Soberanía, en Toledo (Norte de Santander).
- Mutatá (Antioquia).
- La Ruta del Sol (Cesar).
Las comunidades reportan que se mantienen firmes a pesar de la represión por parte de fuerzas estatales como la UNDMO (antiguo ESMAD de la policía).

Una soberanía que se construye desde abajo
Esta movilización ha fortalecido la unidad entre diversos procesos organizativos. Campesinos, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, sectores urbanos, juventudes, mujeres y sindicatos articulan sus luchas locales en una causa nacional.
No solo denuncian el abandono estatal y la violencia, sino que también proponen alternativas como la soberanía alimentaria, el acceso a salud y educación dignas, y el control colectivo sobre los bienes comunes.
El nutrido grupo de participantes afirma que la lucha por la soberanía popular no termina con esta jornada, sino que comienza a consolidarse como un proyecto político construido desde las bases.
Frente a la concentración del poder, insisten en que la verdadera soberanía no se decreta desde un escritorio, sino que se construye al caminar, organizar y resistir colectivamente.
Fuente: Desinformémonos