¿Quién controla los proyectos microscópicos?

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Mae Wan-Ho examina en sus diversas obras las consecuencias sociales y políticas de la íntima complicidad de la ingeniería genética con las grandes corporaciones comerciales, y señala los peligros inherentes a estas tecnologías que en gran medida desconocen no sólo los que las practican, sino también los que deben regularlas. Ho insiste en la urgencia de detener la comercialización y de realizar investigaciones públicas independientes para demostrar los peligros involucrados

Queridos amigos:

En los últimos años hemos insistido mucho en la falta de control ambiental de los grandes proyectos. Altísimos edificios en zonas urbanas sin la correspondiente evaluación de impacto ambiental. Grandes yacimientos mineros impulsados por una fiebre del oro que deja de lado las más elementales precauciones. Explotaciones de petróleo que dejan un enorme huella negra a su paso.

Se ha hablado mucho de esos grandes proyectos. Tanto que casi nos hemos olvidado de los proyectos muy pequeños, es decir, los proyectos microscópicos. ¿Se está trabajando con suficente responsabilidad en la ingeniería genética? ¿Está bajo control el procedimiento de creación de nuevos virus y bacterias? ¿Son potencialmente peligrosos?

El trabajo que les estoy enviando sugiere que no. En esta entrega ustedes reciben la síntesis de una nota que se publica en el próximo número de la prestigiosa revista The Ecologist, en su edición castellana. En ella se analizan los riesgos de dejar en manos de las grandes empresas la creación de microorganismos artificiales y los que implicaría su liberación al medio ambiente. Estamos hablando de microorganismos artificiales mucho más patogénicos que los naturales y de gran resistencia a los antibióticos conocidos.

Los peligros potenciales superan todo lo que hayamos visto en el peor cine de ciencia-ficción.

Mae Wan-Ho examina en sus diversas obras las consecuencias sociales y políticas de la íntima complicidad de la ingeniería genética con las grandes corporaciones comerciales, y señala los peligros inherentes a estas tecnologías que en gran medida desconocen no sólo los que las practican, sino también los que deben regularlas. Ho insiste en la urgencia de detener la comercialización y de realizar investigaciones públicas independientes para demostrar los peligros involucrados. Sólo al tomar en cuenta los descubrimientos científicos de un alcance más amplio y las verdaderas consecuencias socioeconómicas y éticas, se puede evaluar una práctica científica que estamos lejos de dominar y de prever en sus efectos.

The Ecologist se presenta en Buenos Aires el 17 de noviembre a las 19 horas en Uriburu 763, subsuelo.

La obra de arte que acompaña esta entrega es un colorido ejemplo del gótico catalán tardío. Es un detalle del Infierno, del Misal de Santa Eulalia, pintado por Rafel Destorrents en 1403 y que hoy se conserva en la catedral de Barcelona. Se trata de una representación del infierno, pintada para recordar a los pecadores lo que les puede ocurrir si no se arrepienten a tiempo. Los monstruos que asustaban a nuestros antepasados hoy nos parecen ingenuos.

Un gran abrazo a todos.

Antonio Elio Brailovsky

Unos monstruos que hoy casi dan ternura
(Rafael Destorrens, detalle del Infierno, "Misal de Santa Eulalia")

LOS ESPECIALISTAS EN GENÉTICA PUEDEN CREAR MILLONES DE NUEVOS VIRUS EN SUS LABORATORIOS. SIN NINGUNA REGULACIÓN QUE IMPIDA QUE ÉSTOS SE EXPANDAN INCONTROLADAMENTE. ¿QUIÉN NECESITA BIOTERRORISTAS?

Por Mae Wan Ho

Willem P.C., del Instituto de Investigación de Affymax, en Palo Alto, California, publicó un ensayo en las Actas de la Academia Nacional de la Ciencia (PNAS) en 1994, describiendo una técnica en la que muestra que, mezclando de manera aleatoria el ADN y recombinándolo en el laboratorio, se generan proteínas recombinantes1 con una acción muy mejorada. Según Stemmer, los estudios de simulación por ordenador han demostrado la importancia de la recombinación2 de segmentos de genes en evolución, más que los cambios en una base simple. Para poner esto en práctica, inventó un método de reagrupación de genes tomados de fragmentos de un gen de manera aleatoria en un tubo de ensayo.

El ADN del gen es digerido por la enzima dexosirribonucleasa 1 (ADNsa 1) dividiéndolo entre 10 y 50 fragmentos de base par. Estos fragmentos son calentados para separar los dos filamentos, volviéndolos a unir en presencia de una polimerasa del ADN, una enzima que sintetiza el ADN. Estos filamentos separados se agrupan de nuevo de acuerdo con secuencias de base complementaria en ADN homólogo (es decir, ADN con secuencias de base similares de la misma especie o de especies relacionadas); y una secuencia más corta unida a otra más larga “optimiza” la síntesis de ADN utilizando la secuencia más larga como plantilla, hasta que se completa la acción.

De esta manera, muchas variantes de cualquier gen pueden ser recombinadas rápidamente, incluso variantes de especies diferentes. Grandes pedazos de ADN tales como plásmidos enteros, genomas virales y bacterianos pueden ser también recombinados. Para aumentar la variedad de recombinantes, pequeños trozos del ADN sintético pueden ser añadidos a la mezcla. Incluso ADN no-homólogo, es decir que proviene de especies no relacionadas, puede ser recombinado.

En su primer experimento, Stemmer afirmó que había producido un recombinante de una beta-lactamasa que aumentó la resistencia a un antibiótico beta-lactam en 16.000 veces. Cuando este recombinante se volvió a mezclar con su gen progenitor usando la misma técnica de mezcla aleatoria del ADN, que después Stemmer denominaría “reproducción molecular”, se obtuvo una enzima que era 32.000 veces más efectiva que la original.

Previamente, algunos investigadores habían usado otros métodos, tales como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), pero el resultado solamente fue mejorado en 16 veces como máximo.

Desde entonces Stemmer ha creado una compañía con base en California, Maxygen Inc, para explotar esta tecnología. En una serie de ensayos realizados entre 1998 y 2002, él, junto con sus colaboradores y otras compañías, han utilizado la técnica para obtener proteínas muy mejoradas, tales como la proteína verde fluorescente, fucosidasa, subtilisina, timidina, quinasa e interferón-alfa, así como vectores retrovirales y filamentos de bacterias de la streptomicina y lactobacillus.

En el experimento con genomas retrovirales, seis virus de leucemia de ratón (MLV) fueron recombinados en una sola vuelta, dando una colección de 5 millones de réplicas de virus recombinantes. Entre ellos aparecieron virus completamente nuevos que infectaron las células ováricas de hamsters chinos, que ninguno de los MLV originales habían sido capaces de infectar antes, y virus recombinantes que eran entre 30 y 100 veces más estables que la cepa de origen, y por consiguiente mucho mejores para su utilización en terapia génica. De momento parece que este tipo de experimentos sólo se ha llevado a cabo por Maxygen Inc, o en colaboración con otras empresas, pero no por otras compañías a pesar del gran éxito relatado. Sin embargo, no hay duda de que el procedimiento en sí es peligroso.

Como estos investigadores han demostrado ampliamente, la recombinación es la mejor manera de generar nuevos virus y bacterias, aunque algunos de estos virus y bacterias recombinantes pueden ser letales. ¿Qué precauciones han tomado en lo que concierne a los recombinantes y a los vectores usados para evitar que sean liberados al medio ambiente? ¿Están los virus y bacterias recombinantes o su ADN estrictamente confinados en el laboratorio?

La regulación actual en cuanto a la contención de microorganismos genéticamente manipulados es altamente inadecuada, como hemos recalcado constantemente a los gestores públicos pertinentes. En Europa se permiten algunas “liberaciones” y éstas no sólo incluyen los residuos transgénicos que están formados básicamente de células y bacterias muertas (con gran cantidad de ADN transgénico), sino también algunas bacterias vivas, consideradas potencialmente peligrosas y que pueden suponer un peligro para la salud y el medio ambiente. Con experimentos no regulados como éstos, ¿quién necesita bioterroristas? Investigaciones de este tipo pueden causar daños irreversibles y de consecuencias imprevistas.

La doctora Mae Wan Ho es directora de ISIS (The Institute of Science en Society).

Notas:

1- Recombinante: célula u organismo que resulta de la recombinación de genes en la molécula de ADN, independientemente de si se ha producido de forma natural o por medios artificiales.
2- Recombinación: aparición en la descendencia de combinaciones de genes que no estaban presentes en los progenitores

(Nota extraída de la revista The Ecologist Nº 17)

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