“De transgénicos no queremos ni la te”: agricultores de Panamá

Idioma Español
País Panamá

La apertura de empleos a los campesinos pobres, el valor agregado a los productos y el cuido al medio ambiente, son algunas de las ventajas de la agricultura orgánica que bien ilustra Robert del Cid, pequeño agricultor de Panamá, de visita en el país

Del Cid, quien vive en Chiquirí, una provincia de Panamá, y quien desde que era muy pequeño se ha dedicado a la agricultura, narra cómo los campesinos del lugar han venido batallando con la línea orgánica.

Los primeros años fueron difíciles, relata este hombre de 76 años de edad y quien solamente estudió la primaria en Panamá, pero ahora todo está saliendo tan bien, que incluso aquellos agricultores convencionales les han empezado a comprar abono, asegura.

Este agricultor de piel morena y cabello entrecano es miembro de la Asociación Producción Orgánica y Comercialización Solidaria (PROCOSOL), una red nacional que integra organizaciones, comunidades y sectores de menos recursos de Panamá, nacida en 1996.

Del Cid participó en el VII encuentro Latinoamericano de Comercialización Comunitaria, evento fue organizado en el marco de la celebración del vigésimo aniversario de la Asociación para la Cooperación y el Desarrollo Comunal de El Salvador (CORDES), en el que participaron organizaciones de 12 países.

Para conocer la experiencia de Panamá en la línea de cultivos orgánicos, que CORDES ha propuesto como alternativa en el país ante la crisis alimentaria y el desprestigio de productos manipulados genéticamente o transgénicos, Diario Co Latino conversó con Del Cid.

-¿Cómo funciona en Panamá la agricultura orgánica?

En Panamá hay distintas organizaciones de campesinos trabajando la agricultura orgánica. Nosotros estamos en la provincia de Chiriquí, estamos unidos en una organización que se llama: Asociación de Productores Orgánicos de Chiriquí (APOCH), que a su vez es parte de PROCOSOL.

- ¿Qué siembran ustedes de manera orgánica?

Nosotros sembramos hortalizas, repollo, brócoli, coliflor, remolacha, zanahoria, porque vivimos en la parte alta, somos los productores de hortalizas.

- ¿Es rentable este tipo de cultivo?

Sí, es rentable, la agricultura orgánica tiene las bondades, de que usted no tiene que meterse la mano en los bolsillos para comprar los insumos, en ese aspecto es muy económico.

- ¿Es muy accesible para la gente que no puede hacer grandes inversiones?

Lo único que la agricultura orgánica necesita es mucha mano de obra, todo se hace bastante artesanal, pero esto es lo que los campesinos sabemos hacer, aportar mano de obra desde que amanece hasta que anoche, es decir, que eso no es cuestión que nos amilane y por eso consideramos que ésta es una alternativa de vida para el campesinos, cultivar orgánicamente.

- Usted que ha sido agricultor toda su vida. ¿Son similares los problemas de El Salvador con Panamá?

Exactamente, escuchando todo lo que han expuesto, es una radiografía de lo que es Panamá en lo que respecta a políticas gubernamentales, no hay ninguna ayuda efectiva de ninguna manera al sector. Sucede que los funcionarios públicos desconocen a profundidad lo que es agricultura orgánica, y, entonces, ellos dicen saberlo todo, y prefieren echarlo a uno, para no tener que equivocarse, en Panamá no hay nada coherente.

-¿En panamá están aprobados los transgénicos?

No, no, eso tenemos que hacer todo un movimiento ahora, porque de los transgénicos no queremos ni siquiera la T.

- ¿Que productos exportan ustedes?

No, nosotros no exportamos, vamos produciendo para el consumo. Primero la panza de nosotros y después la de otros, todavía tenemos nada más para nosotros y el mercado nacional.

- ¿En panamá, maíz, frijoles y arroz no son productos básicos?

Maíz y frijol no, arroz sí. La mayoría de los años hay que comprar arroz de afuera, aunque sí es producto básico. El campesino anameño desayuna, almuerza y cena con arroz. La tortilla solo para el desayuno, puede comer plátano, yuca, guineo, pero, para los animales el campesino si también produce maíz amarillo, si hay escasez deja de comerlo para darlo a los animales.

- ¿Les ha afectado la crisis alimentaria internacional al sector en Panamá?

Hasta la época no tenemos escasez, lo único que allá se han disparado son los precios del arroz. Antes usted conseguía el arroz, un arroz de primera calidad a $1.50 las 5 libras, ahora esa misma bolsa vale $2.20. El campesino gana un $1.01 centavo, por hora de trabajo aproximadamente. Si trabaja 8 horas gana $8 dólares con 8 centavos, por lo que los precios son altos.

- ¿Ustedes promueven este cultivo porque es más sano?

Porque es más sano, más económico y la mano de obra que requiere no la vemos porque la ponemos nosotros mismos, no gastamos en abonos químicos, que ahora mismo han tenido una enorme alza, más del doble de lo que valían. El abono orgánico uno mismo lo compone.

- ¿En Chiriquí hay más organizaciones de este tipo?

En Cerro Punta hay otras organizaciones que son ambientalistas, pero en la especialidad de alimentos orgánicos solo estamos nosotros.

Nosotros le vendemos a una cadena de Supermercados en Panamá, que se llama El Rey.

Los socios le vendemos bien, por decir, el tomate, esto nos pagan a $60 centavos la libra todo el año, el tomate, por, ejemplo fluctúa en Panamá la libra entre $5 centavos y hasta $1 dólar, nosotros no tenemos este problema, tenemos el mismo precio todo el año.

- ¿La siembra con esta orientación ha facilitado a que gente pobre salga adelante?

Como no. Ahora nosotros estamos trabajando en hacer un acopio de semillas y con esto vamos a ayudar a mucha gente a que pueda comprar y vender, esa es nuestra idea, ahora mismo nosotros hacemos el empaque y todo en un cuartito en mi casa, porque tendríamos que pagar alquiler y eso nos costaría mucho, hay un espacio pequeño en mí casa y ahí lo estamos haciendo.

- ¿En Panamá se ha descuidado la agricultura igual que aquí?

Todo el tiempo, por parte del Ministerio de Agricultura. Yo digo una cosa, si ese Ministerio llegara a desaparecer los únicos que lo sentirán en Panamá serían los empleados, es que lo único que hacen ellos es cobrar, no hacen nada porque no tienen qué hacer.

- ¿Ni dan capacitaciones ni nada?

Había un señor que trabajaba en sanidad vegetal del Ministerio de Agricultura, muy dado en la agricultura orgánica, decíamos que nos estaba ayudando el Ministerio porque él lo hacía y el Ministerio le pagaba, ahora se jubiló, sigue haciendo lo mismo y el Ministerio ya no hace nada, porque era la única persona que entendía de esto.

Diario Co Latino,El Salvador, 27-6-08

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