Denuncian Biopiratería en la Biosfera Montes Azules

Habitantes de 12 comunidades asentadas en la Reserva de la Biosfera de Montes Azules se declararon "guardianes" de esa área, que consta de unas 600 mil hectáreas

Demandaron al gobierno federal programas para la conservación, protección y uso sostenible de biodiversidad, la salud humana y la seguridad alimentaria. Al concluir el foro "Por la defensa de la vida, la tierra y los recursos naturales", las 870 familias dijeron que aceptan la salida de 506 familias de cinco pueblos, a cambio de que el gobierno regularice la estancia de los siete restantes. En el evento, que se realizó en la comunidad San Gregorio y al que asistieron dirigentes indígenas, campesinos, ambientalistas, legisladores del Congreso de la Unión y funcionarios federales, los miembros de la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC) "independiente y democrática" asumieron el compromiso de preservar los recursos naturales de esa área protegida, adjudicada a los lacandones a principios de la década de los años setenta. En San Gregorio, uno de los pueblos que no desean la reubicación, los representantes de los 12 pueblos suscribieron la "Declaración de San Gregorio de la Biosfera de Montes Azules", donde exigen al gobierno aplique un plan para que puedan trabajar en el aprovechamiento y conservación de los recursos naturales. Al leer el documento, el dirigente de la ARIC, Porfirio Encino, pidió a los asistente que trabajen juntos para lograr una ley que recoja el espíritu sobre biodiversidad biológica del Convenio 169 de la OIT. Durante las mesas de trabajo los asistentes denunciaron el proyecto de biopiratería que lleva a cabo la Universidad de Georgia, El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y un laboratorio de Londres, en comunidades de las regiones Norte, Selva, Fronteriza y Altos. Dicho proyecto, aseguraron, pretende realizar un inventario de las plantas con que cuentan las comunidades indígenas y campesinas para posteriormente analizarlas para conocer si cuentan con sustancias que puedan curar enfermedades de los habitantes de países desarrollados. La Organización de Médicos Indígenas del Estado de Chiapas (OMIECh) alertó que estudiosos de esos institutos están ingresando a las comunidades para realizar la investigación de las plantas. Otra petición hecha durante los trabajos fue el de evitar el ingreso a México de los Organismos Genéticamente Modificados, porque estos representan a largo plazo el "exterminio de las especies". En la declaratoria final del evento, Porfirio Encinos declaró que en defensa de la biodiversidad "afirmamos el rescate y la protección, la valorización y el fortalecimiento de los sistemas productivos y sistemas tradicional, del cual la humanidad es despositaria". Los habitantes de los 12 pueblos de la Biosfera, muchos asentados desde antes de la década de los años 70, señalaron que al terminar el siglo XX, "en este rincón del país" no se han solucionado los problemas agrarios. Tal es la marginación en que se encuentran que los programas del gobierno nunca han llegado, lo que ha ocasionado "graves rezagos" sociales como son la falta de tierras, educación, caminos y apoyos para el desarrollo. "Es muy alto el índice de analfabetismo, por estas razones vivimos en la extrema pobreza y el hambre". Hicieron un llamado a velar por el uso sostenible y conservación de los recursos naturales. Los invitamos a denunciar y llevar a cabo juicios ante las autoridades competentes la defensa contra el patentamiento del derecho a la propiedad intelectual y el manejo genético de los organismos. Finalmente, los delegados de los 12 pueblos declararon: "La paz digna en Chiapas debe ser producto de la justicia, la democracia y desarrollo para nuestros pueblos". Una ambientalista, Elena Kahn, de la organización "Guerreros Verdes" que asistió al encuentro, declaró a EL UNIVERSAL, que no percibió que los campesinos de los 12 pueblos hayan hecho graves daños a la Biosfera, como el que se ocasiona con las carreteras que se encuentran alrededor de esa área ecológica. Aunada a las "modernas carreteras" que hay en la Selva y que "muchos estados ya quisieran tenerlas", Kahn identificó otros elementos que están provocando la extinción de la selva como son las fumigaciones que lleva a cabo el programa Mosca de Mediterráneo para combatir un insecto que daña a la fruta. El malatión, que es esparcido en avionetas en la Selva, está causando también pérdidas considerables en áreas donde indígenas y campesinos están trabajando con agricultura orgánica en sus áreas de cultivo. Y es que Kahn fue informada en esta región, que el programa de Mosca del Mediterráneo ha provocado la pérdida de decenas de hectáreas de café y otros cultivos que han sido afectados por el agroquímico. Así, la ambientalista insistió que en su estancia en la Biosfera no percibió graves daños a esa área, por parte de los habitantes como lo que ha hecho el Ejército federal, la fumigación desmedida de agroquímicos y la construcción de carreteras en la Selva.

FREDY MARTIN PEREZ
El Universal, México
22 de mayo del 2000

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