Greenpeace dice que el arroz transgénico se extiende por China

Por Terra
Idioma Español
País Asia

El grupo ecologista Greenpeace denunció que la venta 'ilegal' de arroz modificado genéticamente se extiende por el sur de China, informó hoy, martes, el diario oficialista 'China Daily'

Tras tomar unas muestras en mercados mayoristas de la provincia meridional de Cantón y analizarlas en los laboratorios de la compañía alemana Genescan, Sze Pang Cheung, líder de la campaña de Greenpeace, señaló que el origen de este arroz estaba la provincia central de Hubei.

'El arroz genéticamente modificado de forma ilegal en Hubei se está extendiendo fuera de la provincia. Desde el momento en que ha llegado a Cantón, es posible que haya llegado a otros mercados provinciales', señaló Sze sin especificar.

El arroz, etiquetado como 'Kangchong Shanyou 63', es del tipo de transgénico desarrollado por la Universidad Agrícola de Huazhong en Wuhan, capital de Hubei.

'Es irresponsable vender arroz modificado genéticamente, ya que no están claras las repercusiones que pueda tener para la salud y para el entorno', señaló Xue Dayuan, investigador del Instituto de Medio Ambiente de la Administración Estatal de Protección Ambiental en Nanjing (Jiangsu, este).

Tras tres generaciones de consumidores en EEUU, los científicos no han podido demostrar hasta la fecha las repercusiones negativas de los productos transgénicos, por lo que instan al principio de prudencia.

Los transgénicos, de ser inocuos, podrían ser una solución para paliar el hambre en el mundo, ya que estos alimentos pueden ser enriquecidos y resistentes a las plagas.

China ratificó el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, que regula el comercio internacional de transgénicos, el pasado 20 de mayo, apoyado principalmente por países europeos en los que los campesinos tradicionales tienen un gran peso social y político.

Este protocolo de la ONU, en vigor desde 2003 y ratificado por 120 países (excepto Argentina, Australia, Canadá y EEUU), obliga a los exportadores a identificar y facilitar información sobre los transgénicos al ser exportados, además de otorgar a los importadores el derecho a rechazar los bienes que pudieran suponer una amenaza.

En la actualidad, China carece de una ley que ampare la seguridad de los alimentos transgénicos, por lo que el comercio de estos productos es 'ilegal' en el gigante asiático, con 1.300 millones de habitantes, carencia de cereales y enormes retos en seguridad alimenticia tradicional.

Greenpeace denunció en abril el desarrollo de este arroz transgénico en Hubei y acusó a China de cultivar y vender este producto desde hace dos años.

Terra, Internet, 14-6-05

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