México: impulsará el Conacyt campaña para patentar especies nativas

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País México

Corren riesgo por la puesta en marcha de la Ley de Bioseguridad: Jaime Parada. Para el coordinador de la Conabio, hay que apostar por las denominaciones de origen. Afirma José Sarukhán que se debe modificar la norma, pues tiene puntos "no satisfactorios"

El director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Cona- cyt), Jaime Parada, anunció que tras haber sido aprobada la Ley de Bioseguridad emprenderá una "cruzada" para que especies del país con valor comercial que vayan a ser modificadas genéticamente las patenten mexicanos de manera inmediata, antes de que lo hagan extranjeros, como sucedió con el agave. En tanto, el coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán, señaló que México debe apostar por las denominaciones de origen más que por las patentes, porque, por ejemplo, la industria farmacéutica del país no puede competir con las trasnacionales, pues invierten millones de dólares.

Después de la presentación del libro Colecciones biológicas, de los Centros de Investigación del Conacyt, Parada expresó que la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, aprobada recientemente por el Congreso, "por sí sola no hace milagros" y, por tanto, debe impulsarse un reglamento y programas de desarrollo biotecnológico.

Parada: no se busca hacer negocio con la biodiversidad

Negó que su meta sea hacer negocio con la biodiversidad de México, sino que el país proteja las especies autóctonas lo más pronto posible, porque otras naciones lo están haciendo más rápido. "Más que hacer negocio tenemos que proteger las especies con valor comercial, porque con el paso del tiempo puede ser que muchas desaparezcan y por eso los centros de investigación y los productores tienen que identificarlas y cuidarlas", advirtió Parada.

Explicó que México tiene que "ponerse muy activo", porque otros países "están ganando la carrera. Entonces, vamos a ver al rato que hay no solamente tequila y agave japonés, sino muchas otras especies" patentadas por extranjeros. Sin definir los recursos que destinará para ese fin, señaló que el Conacyt "pondrá en la mesa todo lo que sea necesario" para patrocinar redes entre productores y centros de investigación que registren patentes. Respecto de la ley, en entrevista realizada después de la presentación, Sarukhán afirmó que es perfectible y tiene puntos que no fueron satisfactorios, como la reclamación de daños provocados por el uso de transgénicos y el etiquetado de productos para que la gente esté informada sobre lo que consume. Consideró: es mejor tener esa ley a "arriesgarse a entrar en la dinámica de la especulación política en que estamos metidos, a partir de este año, a que no hubiera norma por tres o cuatro años". La tarea siguiente, añadió, es presionar al gobierno para que se creen reglamentos secundarios que permitan aclarar dudas y hacer cambios en aspectos que no fueron satisfactorios.

México, a la zaga en el uso de la herbolaria

Por otra parte, expuso que México está a la zaga en investigación y uso comercial de la herbolaria, porque no se ha dado una articulación entre gobierno, iniciativa privada y academia. Señaló que México es centro de origen de enorme cantidad de especies cultivadas, como maíz, jitomate, chile, calabaza, cacao, vainilla y lo que debe hacerse es ayudar a los productores, en su mayoría de comunidades rurales, a obtener denominaciones de origen sobre esos productos. El ex rector de la máxima casa de estudios explicó que esas denominaciones de origen no van a evitar que se produzcan especies de México en otros países, pero sí subirán el valor comercial de algunos productos mexicanos. Indicó que México puede competir en esos aspectos, pero no en generar medicinas de patente, porque se trata de investigaciones caras y "la industria de nuestro país es muy modesta y hace inversiones chicas". Señaló que no se puede competir con empresas farmacéuticas como Pfizer, Eli Lilly y Merck Sharp and Dohme, entre otras, que invierten millones de dólares, pero sí se pueden generar productos para el mercado nacional.

La Jornada, México, 23-2-05

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