México: ‘son 25 mil hectáreas de maíz transgénico’

Idioma Español
País México

Los chihuahuenses son “conejillos de indias” con la siembra y consumo de maíz transgénico, ya que los países que actualmente lo producen sólo lo utilizan para elaboración de etanol, ni siquiera para consumo animal, pero sí lo venden a Chihuahua, donde ya se comprobó que se está sembrando, sin que el productor ni el vendedor de la semilla se den cuenta que se trata de un producto genéticamente modificado

Según denunciaron el diputado local Víctor Quintana y el líder de El Barzón, Gabino Gómez, los resultados del levantamiento de muestras de maíz hecho por un laboratorio certificado pagado por Green Peace revelaron que no sólo hay 70 hectáreas sembradas con este tipo de semilla, como difundió el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), sino 25 mil hectáreas, por lo que se levantó un segundo muestreo del que se esperan resultados esta semana.

Acorde con Gómez, el problema estaría dándose a su ingreso por aduanas al país con sellos modificados.

El líder barzonista y el diputado local coincidieron al señalar que en este asunto se involucran intereses económicos muy altos de una compañía extranjera que pretende introducir en México nuevos plaguicidas.

Ambos acusaron a la Sagarpa de no estar realizando su trabajo de vigilancia ni a la entrada de semilla al país, en la planta en desarrollo o en la venta.

Empero, como la dependencia está enterada de que en los próximos días Green Peace dará los resultados de estos segundos análisis, boletinaron que se trata de sólo 70 hectáreas pero en realidad el problema es mucho mayor y se pudo haber prevenido.

“Si se vigilara como lo marca la ley la entrada de semilla, la comercialización y la planta en desarrollo, la Sagarpa habría detectado mucho primero que nosotros que en Chihuahua se está sembrando maíz transgénico. Las autoridades de la Sagarpa quieren curarse en salud diciendo que son 70 hectáreas y que el problema se está atendiendo”, expresó Víctor Quintana.

Chihuahua, a la vanguardia… en ilegalidad— Rubén Chávez Villagrán, presidente de la Unión Agrícola Regional de Productores de Maíz Amarillo y otros Granos y Semillas, considera ilógico que el 80 por ciento del maíz que entra a México del extranjero es transgénico, es decir, que se permita introducir, pero no producir maíz genéticamente modificado.

Sembrar maíz transgénico puede ser castigado con cárcel que va de los dos a los diez años, además de la multa de 15 mil a 150 mil pesos, según lo establece el artículo 420 del Código Penal Federal, y de acuerdo con el artículo 120 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados. Sembrar productos genéticamente modificados no autorizados ocasiona multas que van de los 20 mil pesos a los 750 mil, informó Ignacio Legarreta Castillo, delegado de la Semarnat.

El funcionario federal añadió que en Chihuahua se ha detectado el primer caso a nivel nacional de siembra de maíz transgénico, lo cual investiga ya el Ministerio Público Federal (MPF), luego de los estudios de laboratorio del Senasica, y será el MPF quien determine de quién es la responsabilidad, si del productor, el vendedor de semilla o de aduanas al momento de la importación.

Agregó que está científicamente comprobado que el maíz genéticamente modificado pone en riesgo a las especies locales de maíz.

“No se puede introducir un producto genéticamente modificado sin antes realizar estudios que determinen que no habría daños a la salud, y al medio ambiente, sabemos que el maíz transgénico afecta la biodiversidad, y aún no sabemos si afecta o no a la salud porque México no ha realizado estudios y por ello no se puede permitir que se siembre todavía”, dijo.

Hay buena experiencia con algodón transgénico— Alfonso Soto, gerente de Sanidad Vegetal, informó que desde el año 2000 en México se permite sembrar el algodón transgénico con éxito, pues no sólo controla las plagas como el gusano rosado, el complejo bellotero y el gusano soldado, sino que los costos en plaguicidas se reducen, y por tanto, las pérdidas por plagas también son mucho menores.

Agregó que actualmente quienes están a favor de los productos genéticamente modificados es porque con ello hay una reducción en aplicación de plaguicidas y el razonamiento puede ser que se aplicarían muchos menos plaguicidas con semilla transgénica que con la normal, ya que actualmente, el 15 por ciento del valor de las cosechas se invierte en fungicidas.

Resaltó que una de las alternativas es el control biológico, muchos productores reducen sus costos en aplicación de plaguicidas liberando trichograma, que es una avispa que pone sus huevesillos en los huevesillos de los gusanos y los mata, es una manera preventiva de disminuir las plagas y por tanto los costos en adquisición de plaguicidas.

El control biológico es económico, cuesta alrededor de 40 pesos por hectárea y reduce la aplicación de plaguicidas hasta en un 50 por ciento.

En Chihuahua la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales de la UACh está produciendo Trichigrama, además de un laboratorio que se encuentra en Naica del gobierno del estado y la Unifrut de Cuauhtémoc.

El problema de Chihuahua, sobre todo en zonas de riego es su clima demasiado caluroso para la proliferación de las plagas y forzosamente hay necesidad de controlarlas con plaguicidas o con algo, expresó Alfonso Soto.

Chávez Villagrán dijo que no se descarta la posibilidad que ante la lenta respuesta del Gobierno federal para responder si será o no permitido sembrar maíz transgénico, algunos productores se hayan desesperado e iniciado las siembras con esta semilla, pues saben que en algodón ha funcionado bien.

Las cosechas de algodón genéticamente modificado han sido exitosas, y las semilla se usa para la elaboración de aceites y para alimento de ganado, y hasta la fecha nada le ha sucedido ni a los animales ni a la gente, comentó.

Añadió que más de 2 mil productores de Cuauhtémoc, Cusihuiriachi, Guerrero, Namiquipa, Gómez Farías, Madera, Buenaventura, Nuevo Casas Grandes, Ascensión, Villa Ahumada, Ojinaga, Aldama, Delicias y Camargo tienen años esperando la respuesta a la solicitud que se le hizo al Gobierno federal para que permita sembrar maíz transgénico. “De todos los productores que conozco, nadie he sabido que esté en contra de sembrar con semillas genéticamente modificadas”, enfatizó.

Gabino Gómez, resaltó que los daños a la salud, no se pueden descartar ahora, pues se trata de productos genéticamente modificados, y las repercusiones negativas pueden aparecer hasta la segunda o tercera generación posterior al consumo de estos productos.

DESTACA

• Rubén Chávez Villagrán, presidente de la Unión Agrícola Regional de Productores de Maíz: El 80 por ciento del maíz que entra a México del extranjero es transgénico, y considera ilógico que se permita introducir, pero no producir maíz genéticamente modificado.

• Alfonso Soto, gerente de Sanidad Vegetal: quienes están a favor de los transgénicos es por reducir los costos en plaguicidas pero una alternativa es el control biológico.

• Ignacio Legarreta, delegado de Semarnat: Sembrar maíz transgénico se castiga con cárcel de los dos a los diez años o multas de los 20 mil pesos a los 750 mil y pone en riesgo al maíz local.

El Diario, Internet, 24-9-08

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