"Ninguna persona científica con conciencia podría apoyar los agrotransgénicos"

Idioma Español
País Europa

Eminencias científicas refuerzan los argumentos en contra de los agrotransgénicos. Ausencia significativa de representación científica del Estado español

En las jornadas celebradas en Madrid los días 10 y 11 se ha vuelto a reforzar los argumentos que desde hace años se vienen dando desde las luchas agrarias, ecologistas y de asociaciones de personas consumidoras en contra de los transgénicos. Esta vez desde una parte fundamental en la investigación y puesta en marcha de los mismos, la parte científica. En estas jornadas, personas de oficio científico de reconocido prestigio han explicado de forma muy didáctica y sobre todo muy contundente las razones por las que, según palabras de algunos de ellos, ningún científico ni científica con conciencia podría apoyar los agrotransgénicos.

 

En primer lugar, han querido terminar con el argumento que desde muchas empresas se utiliza para defender los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en agricultura, el que dice que históricamente las técnicas de OGM se han utiilizado por la industria farmacéutica para mejorar la vida de las personas. Admitiendo este hecho, ya que no se puede cuestionar, la counidad científica presente en estas jornadas establecíeron dos diferencias claras entre una investigación en la industria farmacéutica, en laboratorio y los OGM aplicados en agricultura. Por una parte, en el primer caso, las investigaciones se realizan en un entorno cerrado y controlado, es decir si hay consecuencias impredecibles, están en un entorno controlado y se pueden corregir. Sin embargo, en el caso de la agricultura, estos experimentos se hacen a cielo abierto y las consecuencias ni se pueden predecir ni en la mayoría de los casos revertir. La segunda diferencia respecto a los experimentos en laboratorio es que en éstos, los OGM son una herramienta para la investigación mientras que para la agroindustria son un fín en sí mismos, por el negocio que suponen.

 

Dejaron claro también que en investigación genética no se pueden utilizar terminologías como “precisión quirúrgica” recogida en muchas publicaciones y mediante la cual la industria pretende crear una imagen todopoderosa e infalible. Manifestaron en este sentido que si fueran a operarse y un cirujano trabajase con la precisión que trabajan en ese campo, nunca se operarían.

 

Por si estas diferencias no fueran suficientes, en estas jornadas se ha explicado cómo se realiza ( mejor dicho, se deja de realizar) una evaluación de riesgos en estas investigaciones, así como el proceso de experimentación de un OGM. Prácticamente no se realizan pruebas en laboratorio con animales, ya que si se hicieran para aprobar los OGM éstos no serían rentables, ya que se exige un mínimo de 3 millones de euros para llevarlas a cabo. Precisamente, se está trabajando en la Unión Europea, para conseguir que la experimentación con animales sea de obligado cumplimiento, porque se cree que sería un obstáculo tan importante que de hecho dejarían de producirse los OGM. Hoy en día son las personas quienes hacemos de animales de laboratorio y podremos presentar las consecuencias de estos OGM.

 

A pesar de las escasas pruebas realizadas, en ellas se aprecia las graves consecuencias que los OGM tienen para la salud, sobre todo se aprecian consecuencias graves en hígado y riñones, así como en el sistema inmunitario y hormonal. En algunos casos la propia industria ha llegado a reconocer estas consecuencias pero la EFSA, quien regula la aprobación de estos organismos, ha dicho textualmente que a pesar de estar estadísticamente probados, estos efectos no son biologicamente significativos. Una vez más se demuestra que es la industria y no la ciudadanía, ni siquiera el sentido común, quien gobierna el mundo.

 

Por supuesto, se habló de las consecuencias sociales y económicas de los OGM en agricultura. Testimonios de personas agricultoras dejaron claro que aquí esá en juego el futuro de los pueblos y de la agricultur. En este sentido, salió a relucir toda la problemática que está surgiendo con las abejas, agentes polinizadores imprescindibles en agricultura y que no distinguen entre polinizar transgénicos o no transgénicos con las consecuencias que ello puede acarrear.

 

Se habló de que más allá de las consecuencias para la salud, los OGM atentan directamente contra la libertad de quien no quiere cultivarlos, ya que se ve contaminado en muchos lugares inevitablemente por las plantaciones de maíz transgénico que le rodean, creando en muchos casos conflictos importantes a nivel social dentro de los pueblos, ya que tal y como dicen las normativas, el responsable es la persona productora, no la industria que creó el problema.

 

Quedó patente en este encuentro que no hay personas de oficio científico en el Estado español que se atrevan a expresar en voz alta estos posicionamientos. Los ponentes que hablaron desde el ámbito científico y se posicionaron claramente eran de los Estados francés, suizo o británico y dejaron claro que percibían ese miedo de sus mónimos del Estado español en posicionarse. Apelaban a su responsabilidad, no sólamente como profesionales científicos, que la tienen, sino como personas ciudadanas. A su juicio, no se debe ocultar algo que saben positivamente, basándose en hechos científicos, que es un peligro y una amenaza real, tanto para los campos como para las personas.

 

Con todo esto se establecieron razones suficientes para exigir que se aplique el principio de precaución en lo OGM, ya que no es admisible que estén utilizando a la ciudadanía como cobayas para un beneficio económico de cuatro multinacionales dejando por el camino muchas consecuencias, en muchos casos irreversibles.

 

Por todo esto, se recordó el poder que tiene la ciudadanía y la necesidad de la lucha para cambiar esto. Tal y como dijo Jorge Riechmann en sus conclusiones, hay un ejemplo actual muy claro como argumento, la crisis actual; una crisis en la que en su inicio la gestión de riesgo fue nula, no se quiso ver las consecuencias que se avecinaban y todo ello ha llevado a la grave situación de hoy en día. No hay que dejar que suceda lo mismo con los OGM.

 

Baserri Bizia, Internet, 14-11-11

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