Perú: nuevas hidroeléctricas amenazan santuario Megantoni

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País Perú

El Santuario Nacional Megantoni es un Área Natural Protegida creada el año 2004. Este Santuario alberga una de las más importantes muestras de biodiversidad del país. Dueño de 10 de las 84 zonas de vida que tiene el Perú y hogar de la mayoría de comunidades Machiguenga de la zona, Megantoni enfrenta dos grandes monstruos: el proyecto Camisea y la ola migratoria de la sierra

 

Si bien el Ministerio de energía y Minas anuló la concesión temporal de las centrales hidroeléctricas Mainique 1, 2, 3, 4 y 5, ubicadas en el Cusco, que junto a otros proyectos energéticos en esa zona representan una gran amenaza para la Cuenca del Río Urubamba y el Santuario Nacional Megantoni, dicha medida tomada por el MEM no significa que las amenazas a dicha área natural protegida hayan terminado.

 

Así lo advierte, César Gamboa, Coordinador del Programa energía Sostenible de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales-DAR, para quien la anulación no impide que nuevamente la empresa brasileña Andrade Gutiérrez-Sucursal Perú –que consiguió la concesión temporal por silencio administrativo positivo- solicite un nuevo permiso u otra empresa para continuar con el desarrollo de las centrales hidroeléctricas.

 

El proyecto hidroeléctrico Mainique 1 forma parte de la lista de proyectos hidroeléctricos identificados por el estado peruano con potencial de exportación al Brasil, al igual que los proyectos Pakitzapango e Inambari.

 

Esta central tendría una potencia instalada de más de 600 MW y para ello requerirá la construcción de una represa sobre el río Urubamba, río donde se encuentra el Pongo de Mainique, lugar sagrado para los pueblos indígenas Machiguengas.

 

Gamboa recalcó que “no debe dejarse de lado la preocupación socio-ambiental sobre la promoción de proyectos de infraestructura sobre la Cuenca del Urubamba, ya que son cinco proyectos de hidroeléctricas (Mainique 1, 2, 3, 4 y 5), cinco lotes de Hidrocarburos (lotes 56, 57, 58, 88 y 171) además de tres sistemas de transporte de Gas Natural (TGP, la ampliación de TGP y Kuntur)”.

 

Jimpson Dávila, también especialista de DAR, agregó “la anulación de la concesión no soluciona el problema mayor, que es la inadecuada planificación del sector a nivel de Cuenca y la armonización de los proyectos de inversión con las áreas naturales protegidas y los valores culturales de los pueblos indígenas”, concluyó.

 

Corresponde al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) determinar oportunamente la pertinencia de construir un conjunto de centrales hidroeléctricas en la Cuenca del Urubamba.

 

Sin embargo, el SERNANP debe tener en cuenta el informe de la Comisión mundial de Represas que señala que las represas alteran el curso natural de los ríos, generan la pérdida de bosques y de diversidad biológica terrestre y acuática; y sobre todo que no es posible mitigar muchos de los impactos sobre la biodiversidad.

Servindi, Internet, 10-2-11

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