¿Qué es y cómo te afecta la deuda ecológica?

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¿Sabes qué es la biopiratería? ¿Conoces cómo puede afectar a los países del Sur la sobreexplotación de los recursos naturales? ¿Sabes a cuánto asciende la deuda ecológica del Estado español con los países empobrecidos?

ONG y movimientos ecologistas llevan años incidiendo en las consecuencias que puede tener en un futuro próximo la llamada deuda ecológica y en cómo los países enriquecidos deben hacerle frente. Entidades como Ecologistas en Acción siguen poniendo en marcha campañas informativas y de presión para que los países enriquecidos se responsabilicen de las deudas históricas y presentes con los países empobrecidos.

“La deuda ecológica es la deuda acumulada por los países del Norte frente a los países del Sur por el expolio de sus recursos, por los daños ambientales no reparados, por la ocupación gratuita o mal pagada de su espacio ambiental para depositar residuos, por las consecuencias que están sufriendo debido al cambio climático y otros contaminantes y por la pérdida de soberanía alimentaria”, explican desde la entidad ecologista.

La deuda del carbono, la pérdida de soberanía alimentaria de los pueblos del Sur, los pasivos ambientales, la biopiratería y la exportación de residuos que sufren los países empobrecidos están en el origen y en el aumento de la deuda ecológica de los países enriquecidos.

Consumo en el Norte, contaminación en el Sur

La deuda del carbono, por ejemplo, viene dada, según los especialistas, por el enorme consumo energético de los países del Norte, que se basa en la quema de combustibles fósiles que generan como residuos grandes emisiones de CO2, principal causante del incremento del efecto invernadero. Las consecuencias de esta contaminación, explican desde organizaciones como Ecologistas en Acción, son globales, es más, “al estar relacionado con el aumento de fenómenos naturales extremos (lluvias torrenciales, largos períodos de sequía, etc.), afecta más a los países situados en los trópicos y con peores infraestructuras, como ocurre en el Sur, aunque su responsabilidad en la contaminación sea mínima”, añaden.

Qué y cómo se produce

La pérdida de soberanía alimentaria de los pueblos del Sur es también parte de la deuda ecológica a la que deben hacer frente los países enriquecidos. “Para abastecernos de la larga lista de productos que consumimos en el Norte, necesitamos grandes superficies de monocultivos que se localizan en el sur y utilizan enormes cantidades de fertilizantes, plaguicidas y agua, además de semillas modificadas genéticamente, cuyos propietarios son las grandes multinacionales agroquímicas. Estos monocultivos de exportación tienen un impacto muy grave en las regiones donde se ubican y obligan a los productores a pensar en el mercado del Norte, que es donde se consume”, explican las organizaciones ecologistas que denuncian que quién dicta el cómo y el qué se produce en el sector agrario de los países del Sur son las multinacionales y, en menor medida, los consumidores de sus productos. Así, los pueblos del Sur no pueden decidir la producción que necesitan para autoabastecerse, es decir, han perdido su soberanía alimentaria.

Otra de las causas que provocan esta deuda ecológica con los países del Sur son, según las organizaciones ecologistas, los pasivos ambientales, consecuencia de la extracción excesiva de los recursos naturales producidos por una empresa para la exportación que no considera los impactos ambientales y sociales que causa su explotación. También se sumarían a la deuda todos los impactos ambientales asociados a estas extracciones.

La biopiratería es otro de los factores que agrava la deuda ecológica. La mayor parte de la diversidad biológica se concentra entre los trópicos. “Si analizamos este hecho bajo la óptica de la economía de mercado, los países del Sur serían los almacenes de información sobre la naturaleza que los países del Norte compran, a un precio irrisorio. Pero luego procesan esta información y la venden a muy alto precio utilizando los Derechos de Propiedad Intelectual. Es decir, las empresas farmacéuticas y agrícolas se apropian de los conocimientos tradicionales sobre el uso de los recursos naturales, sin compensar adecuadamente a las comunidades que los han mantenido y/o generado”, afirman desde Ecologistas en Acción.

El vertedero del Norte

Los residuos tóxicos originados en los países del Norte son exportados a los países empobrecidos donde es más barato tratarlos o “simplemente son depositados utilizando estos países como vertederos”, tal y como explican responsables de Ecologistas en Acción. “El libre comercio de residuos deja a las poblaciones empobrecidas ante la disyuntiva de continuar en la pobreza o aceptar el resido peligroso, aunque pongan en riesgo su salud”, añaden.

¿Cuánto debe el Estado español?

Cada vez son más las empresas españolas con importantes inversiones en el exterior. El modelo económico español en los países del Sur, pues, también tiene impactos sociales y ambientales, pocas veces reconocidos. “Estas responsabilidades históricas y presentes se van acumulando, haciendo crecer nuestra deuda ecológica no reconocida”, explica Miquel Ortega del Observatorio de la Deuda en la Globalización.

Según los expertos como Ortega, la deuda ecológica española se genera principalmente a través de la importación irresponsable de numerosos recursos de los países empobrecidos, de los impactos por los residuos generados por el modelo económico y por el conjunto de impactos ambientales y sociales negativos que producen directamente algunas de las empresas transnacionales cuando actúan en el exterior.

“El alto nivel de consumo en el Estado español requiere no tan sólo de la sobreexplotación de los recursos naturales interiores si no también de la importación de numerosos recursos del exterior. En ocasiones los recursos son obtenidos de los países empobrecidos sin que las empresas importadoras ni los consumidores finales se responsabilicen de los impactos ambientales y sociales negativos producidos en los procesos de extracción o producción”, explica Miguel Ortega.

“En la medida que la economía española crece, y se implanta más en otros países, si no se toman medidas adecuadas la deuda ecológica crece, y perjudica crecientemente a más y más personas empobrecidas. Urgen por tanto tomar medidas políticas y económicas para evitarlo”, añade el experto.

CanalSolidario, Internet, 11-09-07

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