Las organizaciones campesinas y de los pueblos originarios junto a la movilización popular por un Chile justo y solidario

En Santiago de Chile, en la Plaza de la Dignidad, ofrendamos nuestros alimentos como un acto de unidad en las luchas del Pueblo, compartimos los retos transformadores que la Movilización Popular por un Chile verdaderamente justo y solidario que por más de un mes permanece en la calle en rebeldía ante este injusto sistema que acaba con nuestras vidas y la de la Madre Tierra.

Las organizaciones campesinas y los pueblos originarios somos parte activa de este gran movimiento popular que hoy se manifiesta en todas las ciudades y campos de Chile.

Representamos a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena, somos responsables de alimentar a la población de Chile y proteger la biodiversidad agrícola y alimentaria. Durante estos años hemos sido sometidos a una guerra económica que busca que desaparezcamos como campesinos, comunidades de pueblos originarios y comunidades pesqueras, para desplazarnos y convertirnos en mano de obra barata en el campo o la ciudad. Las políticas agrarias y pesquera para nuestros sectores se traducen en programas o pequeños subsidios gubernamentales que en definitiva aumentan nuestra dependencia y endeudamiento, no contribuyen a elevar la calidad de nuestros productos, ante sistemas productivos altamente tecnificados y dependientes de los agrotóxicos, aumentando el riesgo en la salud y los precios al consumidor.

Las políticas de libre comercio, los apoyos y garantías a las empresas agroexportadoras, los subsidios a las forestales y el acaparamiento de las tierras y las aguas, son un atentado a la agricultura campesina y nuestros ecosistemas que han puesto en riesgo la soberanía alimentaria y el canal agroalimentario y pesquero tradicional, limitando la provisión de alimentos locales sanos y nutritivos para nuestra población, abriendo el cauce a las industrias trasnacionales de los alimentos que solo buscan ganancia y apoderarse de toda la cadena alimentaria conjuntamente con las semilleras, químicas y farmacéuticas.

Chile despertó y es la hora de la verdad, el campo se ha despoblado y envejecido, el proceso migratorio ante la no posibilidad de ofrecer un futuro digno para nuestros hijos/as, nietos/as los arranca de la tierra. La soberanía alimentaria y la soberanía nacional están en grave riesgo, la ocupación de territorios, la pérdida de nuestras, semillas, de las prácticas ancestrales de trabajar la producción en armonía con la tierra y la biodiversidad se ven avasalladas por el extractivismo y la usurpación de las aguas territoriales.

Las medidas anunciadas por el Gobierno hasta ahora y los acuerdos de cúpula en el Congreso Nacional, no satisfacen ni alcanzan a nuestras demandas e inquietudes ni las del pueblo en general. Estas representan paliativos parciales o limitaciones agraviantes a la participación popular que reclama ser parte de las decisiones nacionales.

Ante esto REAFIRMAMOS:

- Estamos convencidos que el camino es La Asamblea Constituyente Plurinacional y de Paridad de Género, integrada exclusivamente por ciudadanas/os, que elabore una Nueva Constitución, verdaderamente democrática, para el Chile del Siglo XXI. No aceptamos quórum excesivos, destinados a amordazar al pueblo y/o garantizar un Chile de privilegios y privilegiados.

- Que el sistema electoral de la elección de los constituyentes se haga sin cortapisas de ninguna especie. No estamos por repetir la segregación exclusivista del sistema actual, que favorece a los partidos o grupos de interés más poderosos, que nos aplastan con su abrumadora propaganda comercial. La elección debe ser amplia y claramente CIUDADANA.

- Respaldamos el conjunto de demandas sociales de los diversos sectores de la población, que son parte de la lucha de décadas: servicios básicos, recuperación de los recursos naturales (cobre, litio. Mar), la desprivatización de la salud, educación, vivienda y pensiones, los sueldos y los derechos laborales, y tantos otros reclamados en estos días.

ES UNA RESPONSABILIDAD DE TODAS Y TODOS:

- Que la soberanía alimentaria, la biodiversidad y la agroecología como objetivos del desarrollo en el campo y que necesitamos la implementación pronta de programas que protejan la agricultura familiar campesina e indígena y acaben con los subsidios y privilegios del agronegocio a modo de garantizar la alimentación en primer lugar de Chile.

- Es necesario recuperar la función social de la tierra, como se hizo en los años sesenta con el proceso de reforma agraria, que dignificó al campesinado y a pesar de la represión y la expulsión de miles de familia del campo por la dictadura militar aun hoy persisten algunos hijos/as y nuestros nietos/as que a pesar de las adversidades mantienen la tierra conquistadas por sus padres o abuelos.

- Que el agua debe ser desprivatizada y recuperar su carácter de bien nacional de uso público como se estableció en esos años, desvirtuado hoy día con las concesiones privatizadas de su aprovechamiento. Un Nuevo Código de Aguas es indispensable y urgente.

- Que los territorios rurales deben protegerse como espacio de vida y cultura, evitando sean destruidos por la especulación inmobiliaria, la minería extractivista, las hidroeléctricas, los campos eólicos invasores y la expansión de los monocultivos. El proceso de Descentralización en la Administración del País, puede ser de gran apoyo a esta finalidad.

- El sistema agroexportador no puede seguir siendo el centro de estas políticas. Ratificamos la importancia del Cooperativismo en la producción y comercialización, por su aporte a la solidaridad e identidad cultural y social.

- Exigimos el rechazo del TPP 11 y de todas las lógicas de dominación de las Corporaciones Transnacionales, que ponen en riesgo la producción y soberanía alimentaria y la sobrevivencia de la agricultura campesina e indígena. El Congreso Nacional debe tomar medidas con urgencia.

- Que los derechos laborales en el campo, especialmente de las trabajadoras/es de temporada de la agroexportación y del Mar y Borde Costero, de los trabajadores agrícolas y forestales, deben recuperarse y fortalecerse, como la sindicalización Campesina y de los trabajadores rurales en general. La Negociación Colectiva debe hacerse efectiva y la Capacitación debe recuperarse en toda la extensión de nuestros territorios.

FINALMENTE MANIFESTAMOS,

- La PAZ es obra de la JUSTICIA y la IGUALDAD. Mientras no se alcancen niveles satisfactorios, el País seguirá en pie de lucha. Las Organizaciones Campesinas seguiremos activas, en todo el territorio nacional, en lucha por nuestras reivindicaciones y las demandas y sueños de todo el Pueblo.

- A más de un mes de las movilizaciones sociales y políticas, hoy 25 de noviembre, Día Internacional contra todas las formas de opresión y violencia hacia las mujeres, demandamos de quienes tienen responsabilidad política en el Estado Chileno, a no desoír las demandas del Pueblo y a canalizar y adecuar verdaderamente los instrumentos constitucionales, legales y financieros que ellas requieren. Solo así el DESPERTAR de Chile será real. Por nuestra parte, ratificamos nuestro compromiso con la Hora Presente.

Santiago de Chile, Plaza de la Dignidad, 25 de noviembre de 2019.

- Para descargar la Declaración en formato (pdf), haga clic en el siguiente enlace:

Temas: Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades, Movimientos campesinos, Pueblos indígenas

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