Crisis hídrica en San Juan: científicos advierten sobre el agotamiento de los acuíferos y piden un cambio en su gestión
Especialistas del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido alertaron sobre el agotamiento del agua subterránea en San Juan. El informe señala que la provincia atraviesa una crisis hídrica estructural.
Este escenario exige medidas inmediatas para evitar un colapso del sistema. De acuerdo con el quinto reporte técnico del año, este fenómeno no se trata de una sequía pasajera. Los científicos describen un nuevo contexto climático de largo plazo. La falta de adaptación agrava los impactos sobre la producción y el abastecimiento.
La entidad reúne a organismos científicos y técnicos provinciales y nacionales. Su diagnóstico apunta a problemas de gestión más que a causas exclusivamente naturales. El uso ineficiente del agua aparece como el eje central del conflicto.
Agricultura bajo presión y sistemas de riego obsoletos
Las cuencas medias de los ríos San Juan y Jáchal concentran los mayores impactos. Allí se redujo la superficie cultivada y cayó la productividad agrícola y ganadera. El estrés hídrico afecta directamente a las economías regionales.
La mayor parte del agua disponible se destina al riego agrícola. Sin embargo, la eficiencia del sistema de canales no supera el 20%. Esto implica enormes pérdidas antes de que el recurso llegue a los cultivos.
El agua se distribuye con coeficientes fijos y sin considerar necesidades reales. No se ajusta a la superficie cultivada ni a los requerimientos de cada producción. Este esquema impulsa el desperdicio y la sobreexplotación de acuíferos.
El marco legal como obstáculo para una gestión moderna
El informe advierte que la rigidez del Código de Aguas limita cualquier mejora. La normativa impide aplicar coeficientes diferenciales y esquemas flexibles. Esto bloquea una administración adaptada a la realidad productiva.
Como consecuencia, los productores recurren al bombeo subterráneo. La extracción excesiva agota una reserva estratégica para la provincia. También pone en riesgo el suministro de agua potable.
Además, el uso intensivo de pozos eleva los costos de producción. Esto reduce la competitividad del sector agropecuario sanjuanino. La falta de gobernanza termina trasladando el problema al subsuelo.
El contraste con Mendoza y la descentralización operativa
El documento compara el modelo sanjuanino con el de Mendoza. La provincia vecina aplica una gestión descentralizada del agua. Los usuarios tienen mayor participación y poder de decisión.
En Mendoza, las inspecciones de cauce son entes autárquicos. Cuentan con autonomía financiera y capacidad ejecutiva. Esto permite ajustar la distribución a la demanda real.
En San Juan, el control sigue altamente centralizado. Los organismos de usuarios cumplen un rol consultivo. La comparación evidencia límites estructurales del sistema vigente.
Tecnología sin gobernanza y falsas soluciones estructurales
Los expertos advierten que las grandes obras no son una solución por sí solas. Tampoco lo es la tecnificación individual del riego sin cambios institucionales. La tecnología sin gobernanza no resuelve la escasez.
La gestión basada en una oferta fija vacía embalses y acuíferos. El sistema no responde a la variabilidad climática ni productiva. Esto acelera el deterioro del recurso hídrico.
Sin reformas legales, la inversión privada en pozos profundiza la crisis. Cada nuevo pozo suma presión sobre el acuífero. El resultado es un sistema cada vez más frágil.
La importancia de una correcta gestión del agua y los riesgos de hacerlo mal
Una gestión eficiente del agua garantiza seguridad hídrica a largo plazo. Permite sostener la producción, el consumo humano y los ecosistemas. También reduce conflictos sociales y económicos.
Cuando la gestión es deficiente, las consecuencias se multiplican. Se agotan las reservas subterráneas y se degradan los suelos. El acceso al agua potable se vuelve más incierto.
La mala administración también incrementa los costos productivos. Debilita a las economías regionales y profundiza desigualdades. Corregir el rumbo es clave para construir un sistema resiliente frente al cambio climático.
Fuente: Noticias Ambientales
Notas relacionadas:
Crisis hídrica en San Juan: científicos advierten sobre el agotamiento de los acuíferos y piden un cambio en su gestión
Lejos del pueblo y cerca de las empresas: la Legislatura de Tierra del Fuego habilitó las salmoneras
Milei lanza una ofensiva contra las leyes medioambientales en Argentina