La localidad bonaerense de Mercedes fue epicentro del desastre ambiental y social que provocó la compañía Sigma en septiembre de 2019. Más de 1 millón de litros de glifosato, paraquat y atrazina, entre otros químicos, contaminaron aire, suelo y agua. Murió un trabajador y, a cuatro años del hecho, no hubo condenas ni avances judiciales.