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Antes que proteger el derecho alimentario, el Estado es “garante” de la violación de los mismos al reprimir a comunidades que lo reclaman, según informe que será presentado a comité de Naciones Unidas.

Sin consulta a los indígenas, busca modificar la Ley 904/81 para implementar actividades de “desarrollo” en las comunidades. Organizaciones indígenas dicen que en realidad busca abrir las tierras nativas al uso privado.

"La larga marcha" que realizan campesinos y campesinas de distintas partes del país llegará luego de 6 días a la capital, pidiendo la renuncia de Cartes. Hoy estuvieron en Limpio y Capiatá. Imágenes de la jornada.

Después de más de un mes de asedio, amenazas e incluso detenciones, las familias sujetas a la reforma agraria lograron plantar bandera en territorio invadido.

“Necesitamos un juicio justo”, dijo el abog. Vicente Morales. Criticó el largo plazo establecido para la nueva fecha: junio de 2015. Los campesinos “están en un estado caótico" por la falta de libertad y trabajo, dice.

Los Ayoreo Totobiegosode denunciaron una nueva invasión de sus tierras ya tituladas, constatado en la jornada de monitoreo de sus bosques y dominios, realizada el pasado 21 de Octubre. Según un reporte de la ONG Gente Ambiente y Territorio, los nativos informaron al Ministerio Público, a través de su representante jurídico, que pudo certificarse “la presencia de hombres construyendo cercas con postes de palo santo e hilos de alambre, tractor, motosierras, herramientas de todo tipo, y campamento que les permite cercar la propiedad en forma acelerada, oculta e ilegal”.

El Poder Judicial pidió infomes a la Seam y al Infona sobre cumplimiento de la prohibición de deforestación a Yaguarete Pora el 26 de setiembre. Mientras, entre el 12 y 28 de setiembre la empresa ganadera depredó 300 has.

La comunidad de Brítez Cue, Canindeyu, no quiere soja alrededor. Los sojeros van con policías y civiles armados para ahuyentar a los pobladores. No hemos podido confirmar quiénes son los “tres políticos” sojeros que implementaron la medida. Las familias de Brítez Cue no quieren el cultivo de la soja transgénica en las inmediaciones del asentamiento, por todo “lo que ya se sabe que produce”, al decir de María Esther Garcete, antigua pobladora de este asentamiento.