Francisco Albergoli

Foto: Subcoop

En los últimos años hubo un cambio drástico en la cantidad de especies vegetales utilizadas en la alimentación. Y también se modificó la forma en que se producen. Esto tiene efectos negativos en el planeta, la resiliencia de los cultivos y la salud. La solución no sólo es posible, sino que también es una gran oportunidad para un mundo más justo e igualitario.

Somos lo (poco) que comemos