En el corazón de la cultura mesoamericana, el maíz ocupa un lugar central no solo como alimento, sino como símbolo fundacional. Originado en México hace unos 10,000 años, es eje de la milpa, de cosmovisiones indígenas y de la soberanía alimentaria nacional. Sin embargo, el siglo XXI ha traído un nuevo dilema para el Estado mexicano: ¿cómo equilibrar el derecho a decidir en materia agroalimentaria frente a las obligaciones del comercio internacional?