El Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj), en el Estado del mismo nombre, es la mayor obra en ejecución por parte del Gobierno Federal de Brasil. Con un desembolso final de U$S 8.400 millones para 2012, su puesta en marcha -junto a otros proyectos en desarrollo- posicionaría al gigante de América del Sur como exportador de productos petroquímicos. Pero la planificación de obras anexas no contempló a los pescadores de Bahía de Guanabara y éstos, a costa de acciones directas y demandas judiciales llegaron a paralizar la construcción de un gasoducto vital para el Comperj.