Carta abierta a la 64° Asamblea Mundial de Salud sobre la destrucción de las reservas del virus variólico

Idioma Español

La organizaciones de sociedad civil de todo el mundo abajo firmantes hacen un llamado a los Estados Miembros de la Organización Mundial de Salud (OMS), con ocasión de la 64ª Asamblea Mundial de Salud, para completar el trabajo histórico del Programa de la OMS de Erradicación de la Viruela resolviéndose a destruir rápidamente y de una vez por todas, las existencias restantes del virus variólico.

Después de décadas de cooperación internacional notable en salud pública, en 1977, el flagelo de la viruela fue eliminado en la naturaleza, dejando las últimas muestras restantes del virus en laboratorios. Estas reservas de virus provienen de todas partes del mundo. Fueron puestos a disposición de la OMS para su custodia y están guardadas en Repositorios de la OMS que se encuentran en Rusia y los Estados Unidos.

Hace casi un cuarto de siglo, en 1986, los expertos de la OMS recomendaron por primera vez la destrucción del virus, con el propósito de reducir radicalmente la posibilidad de un brote en el futuro. Esta recomendación fue seguida por resoluciones de la Asamblea Mundial de la Salud y recomendaciones adicionales de expertos de destruir las existencias de virus. Sin embargo, estos peligrosos virus siguen existiendo.

Estos virus no sirven ningún fin esencial de salud pública. El virus variólico no es necesario para responder a un brote. La vacuna contra la viruela se hace con la vaccinia, un virus similar pero mucho menos peligroso. A pesar de que existen diagnósticos eficaces, vacunas y otros medios para contener un brote, desde hace años los EE.UU. y Rusia han usado argumentos científicos engañosos para esconder su voluntad política de mantener las reservas del virus.
Ha llegado el momento para destruir esas reservas de una vez por todas. Esto sólo puede lograrse a través de la voluntad de la Asamblea Mundial de la Salud.

Hace seis años, la sociedad civil y los gobiernos se unieron para dar marcha atrás peligrosos intentos de modificar genéticamente la viruela. Este éxito llevó a un examen más profundo de las necesidades científicas de conservar las reservas del virus, que culminó en una importante Revisión de la investigación con el virus de la viruela en 2010 que se ha presentado este año. Este importante estudio, realizado por expertos de la OMS en la salud pública, concluye que no hay razón científica convincente para seguir reteniendo las muestras de virus.

En mayo de 2011, la 64ª Asamblea Mundial de la Salud examinará las conclusiones de la Revisión. Si bien se puede esperar que Rusia y los Estados Unidos van a resistir una decisión firme de destruir las muestras del virus, ya no pueden aducir ninguna base científica creíble para su política. La retención continuada de las muestras de virus de la viruela no sirve a ningún propósito esencial de salud pública y la posibilidad de su escape, amplificada por los riesgos de la investigación necesaria, amenaza a todos los países. De hecho, el último caso de viruela, registrado en 1978, fue el resultado de un accidente de laboratorio.

La destrucción de las reservas de la viruela no sólo es el último paso en el gran logro de la erradicación de esta enfermedad, es el paso más importante que la comunidad internacional puede llevar a cabo para asegurar que no ésta vuelva a aparecer. Al convertir la posesión de los virus en un crimen de lesa humanidad, cualquier intento futuro de recrear el virus a través de los métodos de la biotecnología, encontrará la condena internacional y sanciones.

Cientos de millones de personas han muerto por la viruela en su terrible historia. Aún en la segunda mitad del siglo XX, antes del éxito del Programa de Erradicación de la OMS, millones de personas murieron de viruela cada año y decenas de millones de personas fueron desfigurados por la enfermedad. Frente a la ausencia razón esencial de la salud pública alguna, a ningún país se le puede permitir mantener reservas de una enfermedad tan horrible.

Nuestro llamado a Ustedes, los delegados a la 64ª Asamblea Mundial de la Salud, es que la Asamblea termine de manera inequívoca la investigación con el virus de la viruela y que fije una fecha pronta e irrevocable para la destrucción de las reservas del virus. De este modo, la 64ª Asamblea Mundial de la Salud puede reclamar la gloria pérdida de la OMS del Programa de Erradicación de los años 60 y 70 y poner en marcha el capítulo final en la victoria de la humanidad sobre ésta, la enfermedad más terrible.

Abierta a Firmas

Temas: Salud

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