Abril de luchas campesinas: semillas de resistencia por la tierra, el agua y los territorios
El mes de abril volvió a teñirse de memoria y rebeldía en nuestros territorios. En el marco del 17 de abril —Día Internacional de las Luchas Campesinas— La Vía Campesina hizo un llamado a movilizarse globalmente bajo el lema “Tierra, Agua y Territorios para la Vida, ¡no para el lucro!”. En un contexto de ofensiva global del capital y la extrema derecha, acaparamiento de tierras, violencia, genocidios y crisis climática, nuestras organizaciones se levantaron para defender la vida, exigir derechos, denunciar las falsas soluciones y seguir construyendo soberanía alimentaria desde abajo.
En nuestro comunicado internacional, honramos la memoria de lxs 21 campesinxs asesinadxs en la masacre de Eldorado do Carajás, Brasil, el 17 de abril de 1996. Esta fecha no solo representa el recuerdo de una masacre impune, sino también la urgencia de avanzar hacia una Reforma Agraria Integral, que garantice el derecho a la tierra, la soberanía alimentaria y el fin de la violencia estructural contra quienes la trabajan. Tras 29 años de impunidad recordamos que defender la tierra es defender el derecho a alimentar nuestros pueblos con dignidad y justicia social. Y lo hicimos con acciones, marchas, encuentros, ferias, comunicados, arte y propuestas concretas en todos los continentes.
A nivel global, abril también estuvo marcado por procesos clave para el avance de nuestra agenda política. Continuamos impulsando la implementación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos (UNDROP), fortalecimos el debate sobre agroecología campesina como respuesta real a la crisis climática, y avanzamos en las articulaciones regionales y globales en camino al 3er Foro Global Nyéléni por la transformación sistémica, previsto en Sri Lanka para septiembre de 2025, así como hacia la Cumbre de los Pueblos rumbo a la COP30 en Brasil, donde el campesinado tendrá una voz fuerte y unida contra las falsas soluciones y por justicia climática y ambiental. Estos procesos de lucha, articulación y propuesta allanan el camino hacia una nueva conquista: el ICARRD+20 en 2026, una segunda Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria que representa una oportunidad histórica para colocar, desde nuestros territorios, la Reforma Agraria Integral en el centro de la transformación estructural del campo a nivel mundial.
A continuación, un recorrido por las principales acciones regionales que reflejan la fuerza, diversidad y creatividad de nuestras luchas:
En Asia del Sur, las organizaciones movilizaron miles de personas en defensa del derecho a la tierra, la producción campesina y la soberanía alimentaria. En Pakistán, el Pakistan Kissan Rabita Committee (PKRC) organizó una masiva jornada de protesta exigiendo derechos sobre la tierra, un precio mínimo de apoyo para el trigo y el cese de los principales proyectos de infraestructura que amenazan la vida y los medios de subsistencia de las comunidades ribereñas. En India, el sindicato BKU organizó y actualizó a la comunidad sobre el progreso de las protestas en curso en torno a los precios, pagos pendientes de procesos de adquisición, subsidios eléctricos, creciente endeudamiento y desigualdad en la sociedad, así como la amenaza inminente de los tratados de libre comercio. Por su parte, KRRS realizó un mercado directo entre productorxs y consumidorxs en Mysore, que fue muy bien recibido, con más de 5,000 consumidores visitándolo en tres días.
En el Sudeste y Este de Asia, la creatividad y la pedagogía popular fueron protagonistas. En Indonesia, el Serikat Petani Indonesia (SPI) organizó eventos públicos con teatro callejero, involucrando a familias campesinas, niñxs y movimientos estudiantiles para explorar las realidades vividas por lxs productorxs de alimentos, lxs trabajadorxs agrícolas y la visión de construir soberanía alimentaria, además de rendir homenaje a las luchas campesinas a nivel mundial. En Japón, las organizaciones campesinas realizaron una movilización nacional en Tokio que reunió a agricultores y grupos de consumidores. Las movilizaciones llamaron la atención sobre el descenso de los niveles de autosuficiencia alimentaria, la falta de apoyos a los precios y las pérdidas de cultivos sufridas por campesinxs debido a desastres climáticos. En Australia, AFSA participó en una acción pública organizada por la Red de Solidaridad Latinoamericana (LASNET), que reunió a organizaciones como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, la Red Australiana por el Decrecimiento (DNA) y el Colectivo de Agricultura Guerrillera de Naarm. El evento se centró en explorar la soberanía alimentaria y la solidaridad indígena tanto en contextos internacionales como locales.
En el continente africano, las voces campesinas se alzaron desde distintas coordenadas. En el África Occidental y Central, el CNCR de Senegal capacitó a más de 500 jóvenes en técnicas de producción y transformación, con el objetivo de reforzar sus competencias en ámbitos clave como la ganadería ovina, horticultura, avicultura y la transformación de productos locales. En Mali, el CNOP organizó sesiones de formación en agroecología campesina para contribuir a la restauración de los suelos y a su explotación sostenible con respeto al medioambiente, fortaleciendo a la vez las capacidades de los participantes en el uso de fertilizantes, pesticidas químicos, semillas y en la producción de insumos orgánicos, entre otros.
En África Oriental y Austral, la ESAFF en Uganda lanzó un poderoso llamado al gobierno para aplicar la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Campesinos (UNDROP) y proteger a lxs campesinxs. También hicieron un llamado al gobierno para garantizar la correcta interpretación y aplicación de las normas y estándares internacionales de derechos humanos existentes. En Kenia, la Liga Campesina Keniana organizó un lanzamiento híbrido de acciones clave de incidencia para la implementación del UNDROP, así como sesiones sobre acciones correctivas y preventivas frente a las violaciones de los derechos campesinos definidos en la UNDROP. En Mozambique, la UNAC organizó celebraciones bajo el lema “Defendiendo nuestros derechos campesinos a la tierra, a los bosques nativos y a la soberanía alimentaria”, que incluyeron marchas, ferias agrícolas y debates sobre las luchas y desafíos de lxs campesinxs.
En la región árabe y del norte de África, en Túnez, se organizaron diversas movilizaciones en diferentes regiones del país. Lxs campesinxs se unieron en manifestaciones pacíficas en regiones como Borj Toumi, Zaghouan, Bizerte y Jbeniana para mostrar solidaridad con lxs campesinxs y pescadorxs palestinxs, que están en la primera línea defendiendo su tierra y sus recursos frente a la colonización. Luego de estas acciones, la Asociación MRWL organizó una conferencia para debatir las luchas de lxs campesinxs desde Túnez hasta Palestina. La conferencia también sirvió como espacio para reflexionar sobre las realidades y desafíos actuales que enfrenta el sector agrícola, destacando las luchas comunes de las comunidades rurales en ambos países. En Marruecos, la FNSA se movilizó frente a la oficina regional en Berkane, frente a la sede del Sindicato Laboral Marroquí, exigiendo aumentos de pensiones y soluciones al problema de los accidentes de transporte que causan la muerte de trabajadorxs campesinxs. La protesta también pidió un diálogo sectorial con el Ministro de Trabajo para presentar sus demandas por dignidad, derechos y un reconocimiento adecuado de su labor.
En Europa, la Alianza de Trabajadorxs de la Tierra del Reino Unido (Landworkers’ Alliance) impulsó la campaña “La comida en nuestras manos” (Food in Our Hands), con marchas, plantones y acciones simbólicas para exigir acceso a la tierra, justicia para lxs trabajadorxs agrícolas migrantes y políticas públicas que reconozcan el rol central de quienes alimentan al país. La Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC) lanzó una nueva publicación sobre la digitalización en la agricultura y cómo esta es impulsada por las corporaciones para controlar y seguir acaparando los territorios de producción campesina.
En América Latina y el Caribe, las organizaciones combinaron movilización, incidencia legislativa y trabajo popular. En Brasil, el Movimiento de Trabajadorxs Rurales Sin Tierra (MST) instaló el campamento nacional de la juventud “Oziel Alves” en la curva S de Eldorado dos Carajás, para fortalecer el papel de la juventud en la lucha por la tierra y en la construcción de la Reforma Agraria Popular. Se realizaron debates e intercambios, además de talleres de teatro, música y manualidades, enfocándose en fortalecer conocimientos de forma práctica y colaborativa. En Perú, la CNA logró ingresar al Congreso el Proyecto de Ley General de Sistemas Tradicionales de Semillas, con el objetivo de fortalecer los sistemas de semillas nativas como base de la seguridad y soberanía alimentaria del país frente al avance de la privatización.
En Panamá, la Unión Campesina Panameña se movilizó contra la política económica del actual presidente Mulino, y en defensa de la soberanía del país y la libertad sindical. Además, exigen la derogación de la Ley 462 que aumenta la edad de jubilación y disminuye el pago de pensiones, entre otras medidas. Asimismo, llamaron a hacerle frente a las malsanas intenciones de reabrir la mina de cobre entre Colón y Coclé y el embalse del río Indio, que solo buscan favorecer a los empresarios. En El Salvador, integrantes de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina El Salvador aseguraron que el abandono del agro por parte del gobierno traerá crisis alimentaria. Las organizaciones expresaron que, de acuerdo con las perspectivas agropecuarias para el presente año, de no tomarse medidas urgentes, la población rural podría enfrentar una crisis alimentaria a escala nacional.
En Haití, los movimientos se articularon contra el régimen de violencia y el hambre impuesto por las élites locales y los intereses geopolíticos internacionales. Frente a ello, la resistencia campesina sigue viva. El 17 de abril de 2025, el Movimiento Campesino de Papaye (MPP) organizó una gran movilización bajo el lema: «Las fincas campesinas no se venden ni se regalan». Unidos, bloquearon la construcción de una finca en Papaye y reafirmaron su lucha contra el acaparamiento de tierras, por la dignidad y la soberanía alimentaria. En República Dominicana, la Articulación Nacional Campesina denuncia que el decreto que elimina el Instituto Agrario Dominicano es una amenaza para la reforma agraria. En lugar de desmantelar el IAD, exigen un proceso de saneamiento de los asentamientos agrarios y la revisión del proyecto de ley IRADER. Y en un acto de esperanza concreta, celebramos la graduación de la primera promoción del IALA Mamá Tingó, una conquista formativa del campesinado que fortalece la lucha por la soberanía alimentaria en el Caribe.
En América del Norte, los movimientos también hicieron oír su voz. En Canadá, la National Farmers Union (NFU) instó al gobierno federal a fortalecer la resiliencia y la soberanía alimentaria para colocar a Canadá en una mejor posición frente a los desafíos en el suministro de alimentos y la producción agrícola causados por las acciones arancelarias del presidente Trump. Lxs votantes canadienses elegirán un nuevo gobierno federal el 28 de abril. En Estados Unidos, la National Family Farm Coalition (NFFC) promovió la Ley de Alimentación Local, una iniciativa que busca fortalecer la agricultura familiar, las economías locales y el acceso equitativo a alimentos sanos.
Desde las montañas hasta las costas, desde las grandes llanuras hasta las ciudades, las luchas campesinas de abril fueron semillas de esperanza, rebeldía y vida. En cada marcha, en cada feria, en cada propuesta, reafirmamos que la soberanía alimentaria es inseparable de la justicia social y la dignidad de los pueblos. Y que, frente a las falsas soluciones impuestas desde arriba, las respuestas verdaderas nacen del suelo, del trabajo colectivo y del saber de los pueblos.
Fuente: La Vía Campesina