Boletín N° 543 de la RALLT. Diez años de transgénicos en Brasil

Idioma Español
País Brasil

"La entrada de los transgénicos en la agricultura no ha solucionado el problema del hambre en el mundo y ha impulsado el uso de pesticidas, lo que contradice las promesas que han sido usadas como argumento para la liberación de las semillas modificadas genéticamente. Además, poco a poco, el Brasil pierde la soberanía sobre la agricultura y los agricultores pierden autonomía, convirtiéndose en rehenes de la industria agroalimentaria transnacional."

RED POR UNA AMÉRICA LATINA LIBRE DE TRANSGÉNICOS

BOLETÍN 543

DIEZ AÑOS DE TRANSGÉNICOS EN BRASIL

Contenido:

TRANSGÉNICOS EN BRASIL: 10 AÑOS DE PROMESAS NO CUMPLIDAS

BRASIL DIEZ AÑOS DESPUÉS DE LA LEGALIZACIÓN DE LOS OGM

UNA DÉCADA TRANSGÉNICA EN BRASIL: ¿TODO LEGAL?

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TRANSGÉNICOS EN BRASIL: 10 AÑOS DE PROMESAS NO CUMPLIDAS

01/11/13

Los diferentes acentos y lenguas en el Seminario Internacional " 10 años de OGM en Brasil " se hicieron eco de la misma evaluación: la entrada de los transgénicos (OGM) en la agricultura no ha solucionado el problema del hambre en el mundo y ha impulsado el uso de pesticidas, lo que contradice las promesas que han sido usadas como argumento para la liberación de las semillas modificadas genéticamente. Además, poco a poco, el Brasil pierde la soberanía sobre la agricultura y los agricultores pierden autonomía, convirtiéndose en rehenes de la industria agroalimentaria transnacional.

Durante cuatro días , del 21 al 24 de octubre, más de 100 personas se reunieron en Curitiba / PR para discutir los impactos sociales, ambientales y económicos de los transgénicos. La reunión dio lugar a un conjunto de propuestas de acciones conjuntas para fortalecer la coordinación entre las organizaciones, movimientos sociales e investigadores. Asistieron al seminario organizaciones de Brasil , Chile , Ecuador, Argentina, Paraguay, Uruguay, México, Filipinas, Francia y Estados Unidos.

Los datos presentados en la reunión indican un aumento exponencial en el uso de los plaguicidas después de la liberación de cultivos transgénicos. Según el representante de la Compañía Nacional de Abastecimiento - Conab , Asdrúbal Roble Jacobina, el uso de pesticidas creció 345 % en la agricultura brasileña en los últimos 12 años. El uso intensivo de veneno en el cultivo de grano para la exportación coloca a Brasil en la cima de las estadísticas de consumo de plaguicidas en el mundo.

Ya se han comprobado las consecuencias para la salud humana. Andrés Carrasco , un embriólogo, investigador asociado a la Universidad de Buenos Aires - Argentina, presentó una investigación desarrollada en la región del Chaco de Argentina, territorio donde se cultiva monocultivos de soja transgénica. Ahí se ha registrado un crecimiento del 400 % en los casos de defectos de nacimiento en los últimos 10 años. La investigación indica que la causa del problema puede estar relacionado con el uso del principal herbicida usado en los cultivos transgénicos: el glifosato / Roundup .

En el documento final se resume el balance crítico de alrededor de 10 años de la entrada de transgénicos en Brasil y sus efectos en América Latina. La carta señala la necesidad de mantener la moratoria internacional sobre la tecnología Terminator, o tecnologías de restricción de uso genético TRUG. Las semillas "terminator " o suicidas, tiene por objeto garantizar una especie de "patente biológica", que impide a los agricultores reutilizar las semillas de una cosecha a otra. El proyecto de ley ( N º 268 /2007) buscar la liberación de semilla Terminator fue redactado por el Sr. Eduardo Sciarra - PSD / PR y actualmente en la Cámara de Representantes .

Las organizaciones presentaron una posición de repudio frente a la criminalización del Programa de Adquisición de Alimentos ( PAA ) y sus directivos, que tuvo lugar en Paraná, en las últimas semanas. La acción se produjo unos días después de que representantes de EE.UU. y Canadá enviaron por segunda vez una queja a la Organización Mundial del Comercio (OMC ) , acusando a la PAA de subsidiar la agricultura, lo cual está prohibido por la OMC.

Para el fortalecimiento de la agricultura y la agroecología y la resistencia de las semillas criollas y convencionales, el documento señaló la necesidad de desburocratizar el PAA, teniendo en cuenta la realidad de los agricultores.

La liberación de los OGM

Con respecto a la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad - CTNBio, el documento pide que se cambien los procedimientos de selección de sus miembros, y piden transparencia, rendición de cuentas y la igualdad de los componentes de la comisión. Para las organizaciones, es necesario que se convoquen a audiencias públicas para discutir sobre los nuevos organismos genéticamente modificados - tolerantes al herbicida 2,4- D, un componente del Agente Naranja, y la evaluación de los resultados, con un acompañamiento de 5 años después del lanzamiento de su liberación comercial.

También se cuestionan la forma como se toman las decisiones sobre la liberación de organismos modificados genéticamente. El Consejo Nacional de Bioseguridad (CNBS ) no se ha reunidos desde 2008 , lo que dio lugar a la transferencia del poder de la decisión final sobre la política de transgénicos a la CTNBio . Las organizaciones afirman la necesidad que la CNBS retome su papel de revisor de las decisiones de la CTNBio y de emitir los dictámenes sobre las implicaciones sociales y económicas de los OMG liberados y a ser liberados, y que haya consultas a la comunidad en cuestión.

Prohibir las fumigaciones aéreas es una de las demandas comunes de las organizaciones y movimientos de América Latina. Además, la carta señala que se prohíban los pesticidas que se encuentran en la lista de plaguicidas de alta toxicidad, ya prohibidos en varios países. También se refuerza la necesidad de un sistema de etiquetado de GM pleno, para cumplir con el derecho a la información y la elección de alimentos.

Las organizaciones también requieren de la participación efectiva de la sociedad civil en los espacios de debate y decisión sobre los OGM. Para esto, necesitamos el conocimiento previo e informado de las reuniones preparatorias y de las delegaciones y las normas de los convenios y tratados internacionales oficiales, con énfasis en el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura - TIRFAA y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo – OIT.

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BRASIL DIEZ AÑOS DESPUÉS DE LA LEGALIZACIÓN DE LOS OGM

Notas tomadas de la presentación de Larissa Packer

Seminario “10 años de OGM en Brasil”

Brasil es un país megadiverso, con una superficie total de 851 millones de hectáreas, de las cuales:

· el 60,7%, es decir 516 millones de Ha son bosques

· 509,8 son bosques nativos

· 106 millones son tierras indígenas

· Hay 74 millones de Ha. de unidades de conservación federales

· 290 millones de Ha de bosques públicos.

Aquí se alberga cerca del 13% de la biodiversidad mundial.

Brasil también es un importantísimo productor agrícola, con una superficie sembrada de 67,7 millones de Ha. De ellas, 37 millones de hectáreas con cultivos transgénicos; esto es más de la mitad de los tierra agrícola. El 90% es soja con resistencia a glifosato (24,36 millones de Ha), de las cuales el 90% son RR, de propiedad de Monsanto. Eso

Brasil es el mayor exportador de soya en el mundo, con 38 millones de toneladas.

La tierra agrícola está altamente concentrada. El 3,35% de los establecimientos por encima de 2.500 ha, ocupan el 61,57% de las tierras. El 68,55% de las fincas de hasta100 hectáreas, ocupan el 5,53% de las tierras.

En Brasil en un área de 17,7 millones de hectáreas, la agricultura familiar produce: 87% de la producción nacional de yuca, 70% de frijol, maíz 46%, 38% de café, 34% de arroz, la leche 58%, el 59% de los cerdos, el 50% de las aves …

Se cree que los transgénicos van a ayudar a resolver el hambre en el mundo, pero aunque los datos varían de un país a otro, aproximadamente el 85% de los alimentos, a nivel mundial, se producen a una distancia de no más de 160 kilómetros de su lugar de consumo, lo que significa que el 70% de los alimentos consumidos en todo el mundo, son el resultado del trabajo de los campesinos (1,5 mil millones de personas en 380 millones de unidades de producción), incluyendo agricultores (800 millones), extractivitas (410 millones), pastores (190 millones) y los pescadores s (100 millones).

El uso de productos transgénicos en Brasil se inició en la década de 1990 , cuando los agricultores del sur comenzaron a cultivar soja modificada genéticamente importados de Argentina.

La venta de los OMG se prohibió en 1998, debido a una demanda presentada por el Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor . Pero en 2003 , el gobierno volvió a permitir la comercialización de los productos modificados genéticamente con la normativa . En el mismo año , el gobierno brasileño emitió el Decreto Etiquetado (4680/2003) , que exige a los productores y vendedores para identificar los productos de envasado de alimentos que contengan más del 1 por ciento de GM materias primas.

En marzo de 2005 , la Ley de Bioseguridad ( 11.105/05 ) entró en vigor, que permite el uso de organismos transgénicos sin estudios de impacto ambiental. La ley también indica normas para la investigación en biotecnología y creó la organización que supervisa el presente Reglamento, la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad de Brasil (CTNBio ) .

Ya son 10 años desde que se legalizaron los cultivos GM en Brasil.

Hasta 2008 habían 4 eventos GM aprobados por CTNbio, con cerca de 1,2 millones de ha apenas. Hoy son 38 , millones de ha entre algodón, soya, maíz, frijol, vacunas y una levadura sintética.

En el 2008 se liberalización de la maíz GM y en 2009, Brasil pasó a ser el 2º país en área plantada con OGM: 21,4 millones de ha; Argentina: 21,3 millones de ha y en Estados Unidos 64 millones de ha, ocupando el 1º lugar. (Datos ISAAA - Servicio Internacional para adquisición de aplicaciones industriales).

Según datos del SINDAG –Sindicato de fabricantes de agrotóxicos, en 2010 el consumo de pesticidas llegó a mil millones de litros.

Tecnología totalitaria:

Los transgénicos em Brasil han generado un tipo de tecnología totalitaria, porque está controlada por un grupo de pocas empresas, y que hasta han influido en el campo de las leyes del país. En cerca de R$ 1 mil millones de reales se estima lo que Brasil pagó en tazas de patentes, sólo en la cosecha 2009/2010, para Monsanto.

Entre 1994 y 2006, el costo de las semillas aumentaron en promedio en 246%.

(Conab- Ministerio de Agricultura).

Brasil se tornó el 4º mayor comprador mundial de semillas.

Pierre Marie Jean Patriat, presidente da Aprosmat dice que “la Monsanto tiene unos 70% del mercado brasileño. El problema no es detener el mercado, más quiere imponerlo. No tenemos derecho de opción”. “Ellos están imponiendo una proporción de venta de 85% de semillas transgénicas para 15% de convencionales”.

La Asociación Brasileira de Productores de Soja (Aprosoja) y la Asociación Brasileira de Productores de Granos no Genéticamente Modificados (Abrange) estudian recurrir al Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) del Ministerio de la Justicia, en contra de Monsanto. http://agenciabrasil.ebc.com.br/home

Control de las semillas de maíz: En 2010 de las 155 semillas registradas 118 fueron GM.

En la zafra 2012/13 hubo más de 210 cultivares transgénicas disponibles en el mercado de semillas en Brasil para la zafra 2012/13. Los cultivares transgénicos actualmente en el mercado son el resultantes de cinco eventos transgénicos para el controle de las larvas de lepidópteros:

· TC 1507, marca Herculex I ® (DOW e DUPONT Pionner)

· MON 810, marca registrada YieldGard ® (MONSANTO)

· MON 89034 YieldGard VT PRO ® (MONSANTO)

· Bt11 Agrisure TL ® (SYNGENTA)

· MIR162, TL VIP ® (SYNGENTA)

Los eventos transgénicos que confieren resistencia al herbicida glifosato aplicado en post-emergencia son:

· NK603, marca registrada Roundup Ready® (MONSANTO)

· GA 21 –TG (SYNGENTA)

A esto se suma la tecnología Liberty Link® (BAYER) con tolerancia a herbicidas formulados con Glufosinato de Amonio presente en el maíz Herculex® de DowAgroSciences + Pionner Hi-Bred)

Contaminación del maíz en Paraná.- la presencia de maíz transgénico produce contaminación del maíz criollo y convencional, como se encontró en un estudio hecho en el Estado de Paraná se encontró que:

A 25 metros de un cultivo transgénico, se encontró una contaminación transgénica media del 0,96% Contaminación del maíz en Paraná.- En un estudio hecho en Paraná se encontró que:

· A 25 metros de un cultivo transgénico, se encontró una contaminación transgénica del 0,96% (media de contaminación, número de granos por espiga),

· A 30 metros: 1,29 máximo de contaminación

· A60 metros: 1,24%

· A 90 metros: 0,9%

· A 1.290 metros: 0,46%

Sobre la propiedad intelectual

La Ley nº 9.279/96 de propiedad industrial prohíbe el patentamiento de toda o parte de seres vivos, pero autoriza el patentamiento de microorganismos modificados genéticamente.

Artículo 18. Dice que no son patentables: (...) III - todo o parte de los seres vivos, excepto los microorganismos transgénicos que cumplan los tres requisitos de patentabilidad: novedad, actividad inventiva y aplicación industrial y que no sean meros descubrimientos.

Parágrafo Único. Para los propósitos de esta ley, microorganismos transgénicos son organismos, excepto la totalidad o parte de las plantas o animales que expresan, a través de la intervención humana directa en su composición genética, una característica normalmente no alcanzable por la especie en condiciones naturales.

Una patente otorga a su titular el derecho exclusivo de propiedad (uso, goce, disposición, venta) acerca de los productos y procesos para un período de 20 años. El uso o la reutilización de semillas transgénicas que proviene de procesos patentados, sin la autorización de la patente es penado (artículos 183, 184 y 185 de la Ley 9.279/96), con sanciones que van desde tres meses a un año.

1,02 mil millones de personas padecen de hambre en el mundo, lo que significa un aumento de 100 millones de Personas en Relación 2009, de acuerdo con datos de la FAO - Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación.2010.Disponível: aqui).

Al mismo tiempo, el lucro de Monsanto, la dueña de las patentes de la mayor parte de las semillas transgénicas fue de $ 1,02 Billones de dólares, sólo en el segundo trimestre de 2011 en regalías.

Cambios legislativos

En el Congreso se ha dado algunas movidas para cambia la legislación y favorecer a las empresas biotecnológicas.

La modificación de la Ley de Protección de Variedades Vegetales trata de ampliar los derechos de propiedad intelectual sobre el material de propagación vegetal (semillas, tubérculos, etc.), que afecta a la reproducción y comercialización de semillas de variedades protegidas por la ley, favoreciendo a las empresas de semillas. Facturación en el producto elaborado. (PL 2.325/2007, 3.100/2008, 6.862/2010)

Un reciente cambio en la Ley de Bioseguridad del 11.105/2005 tuvo como objetivo autorizar la liberación de la restricción de uso de la tecnología, llamada Terminator, capaz de generar semillas estériles. Se trata de un control de los derechos de propiedad intelectual con métodos biológico sobre las semillas (PL 268/2007 y 5.575/2009)

El cambio de la Ley de Bioseguridad tiene como objeto también modificar los parámetros para el etiquetado de los productos modificados genéticamente o derivados de ellos, como eliminar el símbolo "T" en la etiqueta de los productos que contienen OMG. (PL 4.148/08).

Brasil tiene más variedades de soja transgénica que cualquier otro cultivo - un cultivo popular para la exportación en todo el mundo. Céleres informa que el 88,8 por ciento de los cultivos de soja cultivadas en Brasil en 2012-2013 eran GM.

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UNA DÉCADA TRANSGÉNICA EN BRASIL: ¿TODO LEGAL?

26. septiembre, 2013 IPS Línea Global

Brasil es el segundo mayor productor de transgénicos en el mundo: ha cedido 37.1 millones de hectáreas a este tipo de cultivos. De ese total, 24.4 millones se destinan a la siembra de soya genéticamente modificada, y el resto se reparte entre maíz y algodón. Mientras los defensores alegan que se podrán abatir tanto el hambre como el uso de herbicidas, los ecologistas señalan el riesgo de perder plantas y semillas que constituyen un patrimonio genético de la humanidad

Fuente: Contralinea, Periodismo de investigación, aqui

Río de Janeiro, Brasil. Diez años atrás, este país legalizó cultivos de soya transgénica cediendo a la presión de la agroindustria. Hoy es el segundo mayor productor de organismos vegetales genéticamente modificados, sólo detrás de Estados Unidos.

Los transgénicos se venían cultivando clandestinamente en Brasil desde la segunda mitad de la década de 1990. En 2003 se marcó un hito con el decreto 4.680, que reglamentó el etiquetado de alimentos que contuvieran al menos 1 por ciento de organismos transgénicos.

Pero, sobre todo, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) dio un paso definitivo al autorizar con sucesivas medidas provisionales el cultivo de soya modificada, ante el hecho consumado de siembras ilegales en el Sur del país con semillas contrabandeadas desde Argentina.

En 2005, la Ley de Bioseguridad estableció el marco normativo definitivo al crear la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad, encargada de estudiar, aprobar o rechazar las solicitudes de siembra y comercialización de transgénicos.

Dos años después, otra norma creó el Comité Nacional de Biotecnología, para coordinar y ejecutar una política general de desarrollo biotecnológico.

Plagas, el pretexto

Las plagas, los problemas fitosanitarios y las especies invasoras son las principales razones de las pérdidas financieras en la agricultura, sobre todo por la dificultad de monitorearlas y controlarlas, según el ingeniero agrónomo João Sebastião Araújo, del Instituto de Agronomía de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro.

“En este contexto, en 1996 se inició una nueva tecnología, la transgénesis, con una variedad de maíz que contenía la expresión proteica de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt)”, de propiedades insecticidas, comenta Araújo a Tierramérica.

“Se convirtió en una de las tecnologías más empleadas en la agricultura estadunidense y alcanzó rápidamente el mayor porcentaje de las siembras de maíz en ese país.”

Resume que a partir de esta tecnología se dio una nueva intensificación en el uso de fertilizantes, nuevas variedades, máquinas agrícolas e introducción de moléculas de agrotóxicos: “Todo dirigido a lograr mayores rendimientos”.

Este nuevo paquete tecnológico pasó a ser difundido por las corporaciones trasnacionales en países como Brasil, que configura “un mercado excepcional” por sus extensiones de siembras de soya, maíz y algodón, explica Araújo.

En estas condiciones se hicieron sentir las presiones empresariales para que las autoridades liberaran el uso de la transgénesis, bajo la promesa de eficiencia y bajo costo.

Según la consultora Céleres, especializada en información para el agronegocio, los transgénicos ocupan 37.1 millones de hectáreas en el año agrícola 2012-2013, lo que implica un crecimiento de 14 por ciento (4.6 millones de hectáreas) respecto del ciclo anterior.

Lidera la soya, con 24.4 millones de hectáreas plantadas en 2012, lo que constituye 88.8 por ciento del total de ese cultivo.

La cosecha de invierno de maíz muestra que los transgénicos ocupan 87.8 por ciento (6.9 millones de hectáreas) de las plantaciones. Y en el maíz de verano, las variedades modificadas cubren 64.8 por ciento de las superficies plantadas, lo que equivale a 5.3 millones de hectáreas.

Mientras, el algodón genéticamente modificado constituye algo más de 50 por ciento (547 mil hectáreas) del área total prevista para el ciclo agrícola 2012-2013, según Céleres.

Araújo señala que este país es muy competente en investigaciones agrícolas y sus científicos han logrado “resultados excepcionales” y contribuido a implantar siembras y rendimientos no imaginables en el pasado. Pero, sin negar los avances tecnológicos, no existen todavía respuestas suficientes para una serie de advertencias sobre los transgénicos, opina.

“Hay que tener cautela para no emplear esta tecnología sin el criterio necesario. Hoy, Europa está convencida de que sus impactos van mucho más allá. Estamos hablando de una técnica muy reciente: en Brasil, sólo 10 años; en Europa, 13, y en Estados Unidos, 17 años”, alega.

El presidente de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuarias (Embrapa), Maurício Lopes, pone el acento en otro aspecto: los trópicos son la región del planeta más desafiante para la agricultura, debido a las manifestaciones de los cambios climáticos y a la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero que genera esta actividad humana.

“Debemos echar mano a todo el arsenal tecnológico del que dispongamos. Creemos que son importantes la moderna biotecnología, la nanotecnología, las nuevas ciencias y los nuevos paradigmas. Brasil no puede decir no a esas técnicas, porque los desafíos actuales son enormes”, argumenta Lopes a Tierramérica.

Para el presidente de Embrapa, el balance de estos 10 años es positivo, pero se necesita hacer un uso inteligente, planificado y cuidadoso de estas nuevas herramientas.

“Somos favorables a la transgénesis. Entendemos que hay un andamiaje de métodos y procedimientos para emplearla de forma segura”, agrega. Pero, sobre todo, critica el hecho de que la biotecnología permanezca bajo control de unos pocos actores globales, como las corporaciones agroalimentarias.

Embrapa apuesta ahora a desarrollar nuevas variedades de frijol, tomate y papaya.

“Estamos probando un frijol transgénico resistente a una enfermedad terrible, el virus del mosaico dorado que transmite un insecto. Este producto ya fue desarrollado por Embrapa y ahora lo estamos testeando”, dice Lopes.

La próxima frontera son las hortalizas. Los científicos brasileños ya obtuvieron una lechuga modificada que contiene grandes concentraciones de ácido fólico.

“El ácido fólico es un componente clave en la dieta de las mujeres embarazadas, por su importancia en la formación del sistema nervioso del feto. Lo estamos probando y debe superar una larga batería de evaluaciones. Pero es un producto que, tal vez en el futuro, esté en nuestra mesa”.

Mientras los defensores de los transgénicos alegan que dichos productos pueden ser una herramienta para abatir el hambre y el uso de herbicidas, plaguicidas, fungicidas y microfertilizantes, los ecologistas señalan los riesgos que entrañan para la biodiversidad agrícola.

La organización ambientalista Greenpeace insiste en que su liberación en la naturaleza puede acarrear la pérdida de plantas y semillas que constituyen un patrimonio genético de la humanidad.

“Defendemos el modelo de agricultura basado en la biodiversidad agrícola y que no emplee productos tóxicos, por entender que sólo así tendremos agricultura para siempre”, sostiene la entidad en un comunicado.

Además, destaca, no existe consenso en la comunidad científica sobre la seguridad de los transgénicos para la salud humana y el ambiente.

Fuente: Contralínea, Periodismo de investigación, aqui

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RALLT

Temas: Transgénicos

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