Conflictos y debates minero-energéticos en tiempos de transición en América Latina y el Caribe

Por OCMAL
Idioma Español

"Nuestro objetivo es conocer y entender los mecanismos de dominación energética para desafiar la narrativa dominante y proponer alternativas que aseguren un futuro sostenible para el planeta y para las generaciones presentes y futuras".

INTRODUCCIÓN

La humanidad ha enfrentado, a lo largo de su historia, momentos cruciales para resolver sus necesidades y desafíos, con el fin de garantizar su permanencia en la Tierra.

Muchos de estos desafíos se han superado mediante la adaptabilidad humana y la del entorno, como en la transición de sociedades nómadas a agricultoras. Sin embargo, con el tiempo, modificar el entorno sin alterar la vida —y, sobre todo, sin renunciar a la comodidad— se ha convertido en una tendencia desde los inicios del uso de tecnología sofisticada. La adaptación como principio dio paso a la modificación del entorno como piedra angular del proyecto humano sobre el planeta.

Surgió así la idea de que todo puede adaptarse a nuestras necesidades, luego a nuestros caprichos, y finalmente, a nuestras ambiciones.

El desafío que enfrentamos hoy es crucial para la humanidad: debemos enfriar el planeta.

A diferencia de desafíos anteriores, la modificación tecnológica del entorno no será suficiente para lograrlo.

Científicos del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), el secretario general de la ONU —quien ha calificado este periodo como de “ebullición global”— y 6 múltiples reportes noticiosos han alertado sobre los síntomas de un límite ya superado: devastadoras inundaciones, incendios voraces, temperaturas sin precedentes. A pesar de ello, el negacionismo persiste en diversos sectores de la sociedad. No por casualidad, este negacionismo sobrevive en quienes profesan una fe ciega en el capitalismo y el neoliberalismo, aunque también se manifiesta en sectores del socialismo neoextractivista.

Frente a esta realidad, han surgido conceptos como “transición energética”, con el objetivo de frenar el aumento de la temperatura global. Uno de los estandartes de esta transición ha sido la electromovilidad, insistiendo una vez más en el uso de tecnología para modificar el entorno, en lugar de cuestionar los patrones de consumo y estilos de vida basados en la satisfacción de caprichos y ambiciones. Por ello, muchas de las transformaciones tecnológicas propuestas como solución al calentamiento global presentan características insostenibles, injustas, destructoras de ecosistemas, impuestas desde centros de poder y carentes de mecanismos democráticos. A esta narrativa se han sumado términos como “neutralidad de carbono”, “huella de carbono cero”, “cero neto” o “neutralidad climática”.

Todos ellos apuntan a equilibrar las emisiones con la absorción natural o artificial de los gases de efecto invernadero, a través de soluciones tecnológicas. Se trata de un gatopardismo (cambiar todo para que nada cambie), resultado de la ausencia de soluciones sociopolíticas y socioculturales que conlleven verdaderos cambios de paradigma y de cultura.

Es arduo el camino para develar el trasfondo de las medidas actuales para enfrentar el calentamiento global. 

Si denunciamos, por ejemplo, el enriquecimiento de empresas mineras — históricamente responsables de buena parte del daño ambiental— somos catalogados como enemigos de la transición energética. No olvidemos que hoy esas mismas empresas se presentan como parte de la solución climática, tras haber contribuido significativamente al problema.

Cuestionamos esta transición energética engañosa, basada exclusivamente en la tecnología, impuesta por los centros de poder financiero, con altos costos para los ecosistemas y comunidades vulnerables, y sin garantía de resultados comprobables que enfríen el planeta.

Apostamos, en cambio, por una transición necesaria, construida desde las comunidades, basada en la solidaridad y la colaboración; con garantías ecológicas, sociales, culturales y espirituales. Denunciamos las falsas soluciones que encandilan a quienes devotamente sostienen un modelo de consumo ilimitado. Enfatizamos la necesidad urgente de una declaración de paz con la naturaleza y con las comunidades. Las guerras también tienen una huella de carbono difícil de calcular.

Es tiempo de superar nuestra adicción a la energía y adoptar un principio donde “menos sea más”, para evitar el paradigma de la autodestrucción de la humanidad y del planeta, como advirtió James Lovelock en su concepto de “la venganza de Gaia”.

Resuena entonces una pregunta inevitable, incómoda pero necesaria, como plantea Slavoj Žižek en su obra: ¿Demasiado tarde para despertar? Ciertamente, estamos como la rana en el agua tibia, camino a la ebullición. Pero también es cierto que la única opción es cerrar la llave del gas. ¿Estamos a tiempo? ¿Serán suficientes nuestros esfuerzos? Tal vez no lo sepamos ahora, pero si lo intentamos —en conjunto y ante todo evento— tendremos futuro.

OCMAL quiere aportar a soñar ese futuro esquivo, aunque necesario y, por sobre todo, posible. Con aportes de organizaciones de siete países de la región, buscamos comprender cómo esta transición energética impuesta afecta a ecosistemas y comunidades, nutrida por la participación de depredadores históricos —muchos de ellos responsables directos del calentamiento global—.

Nuestro objetivo es conocer y entender los mecanismos de dominación energética para desafiar la narrativa dominante y proponer alternativas que aseguren un futuro sostenible para el planeta y para las generaciones presentes y futuras.

AUTORES/AS: Jorge Campanini (Cedib, Bolivia), Gabriel Strautman (IPPUR/UFRJ, Brasil), Danilo Chammas (integrante del Instituto Cordilheira en Brasil y fue miembro del Consejo Directivo de Ocmal), Thabata Pena (integrante del Instituto Cordilheira, Clínica de Derechos Humanos de la UFMG (CdH/ UFMG), Christian Torres Salcedo (Censat Agua Viva-Colombia), Javier Arroyo Olea, María Paz López (OLCA, Chile), Sergio Elías Uribe Sierra y Alejandra Toscana Aparicio (Universidad Autónoma MetropolitanaXochimilco, México), Olmedo Carrasquilla Aguila (Colectivo Voces Ecológicas-Covec, Panamá), Paul E. Maquet (CooperAcción, Perú).

- Para descargar el informe completo (PDF), haga clic en el siguiente enlace:

Fuente: Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA)

Temas: Crisis energética

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