Enfrentar el legado de las Instituciones Financieras en el Sur Global: 30 argumentos contra el Banco Mundial y el FMI

Reproducimos aquí la declaración presentada por el portavoz del CADTM en el Foro Público celebrado en Manila (Filipinas) el 2 de junio de 2025 por el IIRE Manila (International Institute for Research and Education) en colaboración con el CADTM.
El Foro se celebró en la Universidad de Filipinas, en la capital. El título del Foro era: «Cadenas de deuda y vidas desplazadas: enfrentado el legado de las Instituciones Financieras en el Sur Global».
El evento contó con el apoyo y la colaboración de un gran número de organizaciones junto con el IIRE Manila y el CADTM: el Programa AltDev sobre Desarrollo Alternativo del UP CIDS, el Centro para la Defensa de los Migrantes, Focus on the Global South, la Coalición para la Liberación de la Deuda (Freedom From Debt Coalition), Sumpay Mindanao, el Centro de Recursos y Servicios Kaagapay OFW, el Departamento de Geografía de la Universidad de Filipinas y el Movimiento Asiático de los Pueblos sobre la Deuda y el Desarrollo (APMDD).

Tras el discurso de Eric Toussaint, que se reproduce a continuación, se llevaron a cabo una docena de presentaciones a cargo de representantes de las organizaciones que apoyaron el evento, así como de delegados/das de la India, Pakistán y Bangladesh.
Las presentaciones se centraron, entre otras cosas, en la relación entre la naturaleza perjudicial de las políticas dictadas por el dúo Banco Mundial/FMI y la tragedia que la migración suele representar para los pueblos del Sur Global.
1. Desde su creación en 1944, el Banco Mundial y el FMI han apoyado activamente a todas las dictaduras y regímenes corruptos del bando aliado de Estados Unidos.
2. El Banco Mundial y el FMI atentan contra la soberanía de los Estados, en flagrante violación del derecho de los pueblos a la autodeterminación, en particular mediante las condiciones que imponen.
3. Estas condiciones empobrecen a las poblaciones, aumentan las desigualdades, entregan los países a las multinacionales y modifican la legislación de los Estados (reescritura completa de los códigos laborales, mineros y forestales, derogación de los convenios colectivos, etc.) en beneficio de los acreedores y los «inversores» extranjeros.
4. A pesar de la detección de desvíos masivos de fondos, el Banco Mundial y el FMI mantuvieron, e incluso aumentaron, las sumas prestadas a regímenes corruptos y dictatoriales aliados con las potencias occidentales.
5. Han apoyado a las peores dictaduras hasta el último momento. Por ejemplo: los casos emblemáticos de su apoyo a Suharto en Indonesia de 1965 a 1998; a Marcos en Filipinas de 1972 a 1986; a Ben Ali en Túnez y a Mubarak en Egipto hasta su derrocamiento en 2011.
6. Han saboteado activamente los experimentos progresistas en materia de democracia. He aquí algunos ejemplos: Jacobo Árbenz en Guatemala en 1954; Mohammed Mossadegh en Irán en la primera mitad de la década de 1950; Soekarno en Indonesia y João Goulart en Brasil a principios de la década de 1960; los sandinistas en Nicaragua en la década de 1980 y, por supuesto, Salvador Allende en Chile entre 1970 y 1973. La lista completa es mucho más larga.
7. El Banco y el FMI financian a dictadores y luego exigen a sus víctimas el reembolso de las odiosas deudas contraídas por sus opresores.
8. La deuda colonial odiosa. Del mismo modo, el Banco obligó a las poblaciones de los países que se independizaron a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta a pagar las odiosas deudas contraídas por las antiguas potencias coloniales para colonizar sus países. Un ejemplo llamativo es la transferencia, a costa del Congo independiente, de la deuda colonial contraída por Bélgica con el Banco Mundial para completar la colonización del Congo (Kinshasa) en la década de 1950. Y ello a pesar de que tales transferencias de deudas coloniales están prohibidas por el Derecho Internacional.
9. En la década de 1960, el Banco y el FMI prestaron apoyo financiero a países como Sudáfrica bajo el apartheid y Portugal, que mantenía su dominio sobre sus colonias de África y el Pacífico a pesar del boicot financiero internacional decretado por la ONU. El Banco Mundial también apoyó a un país (Indonesia) que había anexionado por la fuerza a otro país (Timor Oriental) en 1975.
10. En el plano ecológico, el Banco aplica políticas productivistas y extractivistas desastrosas para las poblaciones y perjudiciales para la naturaleza. Sigue apoyando la construcción de centrales térmicas de carbón, con efectos desastrosos en términos de contaminación y cambio climático. Incluso ha logrado arrogarse la gestión del mercado de permisos de emisión de gases de efecto invernadero. El Banco Mundial también financia la construcción de grandes presas que causan enormes daños medioambientales. Fomenta el desarrollo de la agroindustria en detrimento de la agricultura familiar, apoyando el uso masivo de pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos, responsables de la dramática pérdida de biodiversidad y del empobrecimiento de los suelos. El Banco Mundial promueve la privatización y la comercialización de la tierra en beneficio de los grandes terratenientes. El presidente del Banco Mundial está tratando de convencer al consejo de administración para que financie el desarrollo de centrales nucleares.
11. El Banco Mundial y el FMI financian proyectos que violan flagrantemente los derechos humanos. Entre los proyectos menos respetuosos con los derechos humanos y directamente apoyados por el Banco figura el proyecto de «transmigración» llevado a cabo en Indonesia en los años setenta y ochenta, muchos de cuyos elementos podrían calificarse de crímenes contra la humanidad (destrucción del entorno natural de las poblaciones indígenas y desplazamientos forzados de poblaciones).
12. El Banco Mundial y el FMI han contribuido a la aparición de factores que han provocado varias crisis de deuda. En resumen: a) el Banco Mundial y el FMI han animado a los países a contraer deudas en condiciones que han llevado al sobreendeudamiento; b) el Banco Mundial y el FMI han incitado, e incluso obligado, a los países a suprimir los controles sobre los movimientos de capitales y los tipos de cambio, aumentando así la volatilidad de los capitales y facilitando considerablemente su fuga; c) el Banco Mundial y el FMI han incitado a los países a abandonar la industrialización por sustitución de importaciones (ISI) y a sustituirla por un modelo basado en la promoción de las exportaciones.
13. Tan pronto como estalla una crisis de deuda, el Banco Mundial y el FMI favorecen sistemáticamente a los acreedores y debilitan a los países endeudados.
14. El Banco Mundial y el FMI recomiendan, e incluso imponen, políticas que hacen recaer la carga de la deuda sobre la población, favoreciendo a los más poderosos.
15. El Banco Mundial y el FMI alientan la «generalización» de un modelo económico que aumenta sistemáticamente las desigualdades entre los países y dentro de ellos.
16. Con la complicidad de los gobiernos de los países endeudados, el Banco Mundial y el FMI extienden las políticas de ajuste estructural a la mayoría de los países de América Latina, África, Asia y Europa Central y Oriental.
17. En los países mencionados, se han llevado a cabo privatizaciones masivas en detrimento del bien común, enriqueciendo enormemente a un puñado de oligarcas.
18. El Banco Mundial y el FMI refuerzan las grandes empresas privadas y debilitan a las autoridades públicas y a los pequeños productores. Han acentuado la explotación de los trabajadores y los pequeños productores y han aumentado su precariedad.
19. Su supuesta lucha contra la pobreza no logra ocultar una política que, en la práctica, reproduce y agrava las causas mismas de la pobreza.
20. El discurso del Banco Mundial sobre la «igualdad de género» coincide en realidad con políticas que, de hecho, refuerzan ciertos aspectos de la dominación patriarcal. Las políticas financiadas por el Banco y el FMI tienen consecuencias negativas en la vida de las mujeres.
21. La liberalización de los flujos de capital, que han fomentado sistemáticamente, ha aumentado el impacto negativo de la evasión fiscal, la fuga de capitales y la corrupción.
22. La liberalización del comercio ha reforzado a las economías más fuertes y ha debilitado aún más a las más débiles. La mayoría de los pequeños y medianos productores de los países en desarrollo son incapaces de resistir la competencia de las grandes empresas, ya sean del Norte o del Sur.
23. El Banco Mundial y el FMI, que abogan por la buena gobernanza en sus informes, en realidad se dedican a prácticas dudosas dentro de sus propias instituciones.
24. El Banco Mundial y el FMI han contribuido sistemáticamente a debilitar los servicios de salud pública. Esto ha mermado considerablemente la capacidad de los gobiernos y las poblaciones para hacer frente a enfermedades tradicionales como la malaria y la tuberculosis, así como a nuevas epidemias como la Covid-19.
25. Las políticas neoliberales aumentan la presión sobre las clases populares, obligándolas a buscar trabajo en el extranjero para poder enviar ayuda financiera a sus familias que se han quedado en el país. También se está produciendo una fuga de cerebros.
26. Para un número significativo de países, esta exportación de mano de obra genera más ingresos en divisas que otras exportaciones. Las remesas de los trabajadores migrantes superan los flujos de ayuda oficial al desarrollo (AOD). En 2024, el importe total de las remesas de los migrantes a los países de renta baja y media se estima en más de 656 000 millones de dólares, según datos del Banco Mundial. La AOD total, que incluye una mayoría de préstamos y solo una pequeña minoría de donaciones, ascendía a algo menos de 200 000 millones de dólares. Esta cifra incluye la AOD a Ucrania, que no es un país en desarrollo. En Filipinas, las remesas de los migrantes a sus familias que se quedaron en el país ascendieron a 39 000 millones en 2024, mientras que las donaciones de AOD apenas superaron los 2000 millones.
27. Algunos gobiernos fomentan activamente esta exportación de mano de obra. En los Estados del Golfo o en las economías de los países más industrializados, estos migrantes suelen ser explotados y privados de sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales.
28. Estas dos instituciones marginan a la mayoría de los países en desarrollo, a pesar de que representan la mayoría de sus miembros, favoreciendo así a un puñado de gobiernos de países ricos.
29. En resumen, el Banco Mundial y el FMI son instrumentos despóticos en manos de una oligarquía internacional (un puñado de grandes potencias, sus gobiernos y sus empresas transnacionales) que apoyan un sistema capitalista internacional perjudicial para la humanidad y el medio ambiente.
30. Las prácticas y actividades perjudiciales del Banco Mundial y el FMI deben ser denunciadas para que cesen. Las deudas cuyo reembolso reclaman estas instituciones deben ser canceladas, y las instituciones y sus dirigentes deben ser llevados ante la justicia.
Conclusión
Es urgente establecer una nueva arquitectura internacional democrática que favorezca la redistribución de la riqueza y apoye los esfuerzos de los pueblos por un desarrollo socialmente justo y respetuoso con la naturaleza.
Según el CADTM, es imposible reformar el Banco Mundial y el FMI. Estas dos instituciones deben disolverse y sustituirse por instituciones internacionales democráticas. La organización que sustituya al Banco Mundial debería estar fuertemente regionalizada (Bancos del Sur podrían estar vinculados a ella). Su función sería conceder préstamos a tipos de interés muy bajos, incluso nulos. Su ayuda solo se concedería si se utiliza en estricto cumplimiento de las normas sociales y medioambientales y, en general, de los derechos humanos fundamentales. A diferencia del actual Banco Mundial, el nuevo banco, que tanto necesita el mundo, no trataría de representar los intereses de los acreedores sometiendo a los deudores al poder omnipotente del mercado, su misión prioritaria sería defender los intereses de los pueblos que reciben los préstamos y las donaciones.
En cuanto al nuevo FMI, debería volver a parte de su mandato inicial: garantizar la estabilidad de las monedas, luchar contra la especulación, controlar los movimientos de capitales y luchar contra los paraísos fiscales y la evasión fiscal. Para alcanzar este objetivo, podría contribuir, junto con las autoridades nacionales y los fondos monetarios regionales que también deben crearse, a la recaudación de diversos impuestos internacionales.
Eric Toussaint es doctor en Ciencias políticas de la Universidad de Lieja y de la Universidad de París VIII, es el portavoz del CADTM internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia.
Fuente: Comité para la Abolición de las deudas Ilegítimas (CADTM)