Es tiempo de combatir la pérdida de biodiversidad

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El marco para la acción en materia de la pérdida de biodiversidad hace referencia a la necesidad de hacerle frente a las causas subyacentes, pero debe ser más ambicioso en el abordaje de los conflictos de interés de las grandes empresas, garantizar derechos para los pueblos indígenas y las comunidades locales e incluir medidas de equidad a nivel mundial.

Es tiempo de combatir la pérdida de biodiversidad: pero al borrador del Marco posterior a 2020 de la ONU le falta ambición

2020 se proclama como el  “súper año” para la biodiversidad: una oportunidad para abordar el estado calamitoso del mundo natural, tras los llamados urgentes de la comunidad científica y la sociedad civil. El Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) recientemente publicó un Borrador Preliminar del plan - el Marco Mundial de la Diversidad Biológica posterior a 2020 - como preparación para la gran  cumbre mundial que se llevará a cabo en octubre. El Borrador sentará las bases de las discusiones sobre la acción mundial que se necesita para abordar la pérdida de la biodiversidad para las próximas décadas.

El análisis inicial de Amigos de la Tierra Internacional es que el Borrador hace avances alentadores hacia un sistema donde se hace frente a las causas estructurales de la pérdida de la biodiversidad. Sin embargo, carece de aspectos críticos para lograr este cambio, incluido el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales y mecanismos de equidad, justicia y mitigación de los impactos para los países vulnerables del Sur. De manera frustrante, continúa además promoviendo falsas soluciones que le ponen un  precio a la naturaleza, tal como la compensación de la biodiversidad y la cooperación con el sector privado, que arriesgan un nivel similar de  interferencia de las grandes empresas tal como se ve en la cumbre climática de la CMNUCC y otros espacios de gobernanza multilateral.

“Para evitar el colapso del ecosistema, necesitamos un acuerdo que garantice que el mundo comience a vivir dentro de los límites planetarios y reduzca la desigualdad. Si bien el Borrador da tímidos pasos en lo que respecta al abordaje de los sectores económicos que impulsan la pérdida de la biodiversidad, debe hacerse mucho más. Debemos hacer frente a los intereses de las grandes empresas y establecer límites claros a sus actividades destructivas”.

– Nele Mariën, coordinadora de Bosques y Biodiversidad, Amigos de la Tierra Internacional

Sin haber cumplido con las metas de Aichi para la protección de la biodiversidad, establecidas por el CDB en 2010, los países se reunirán en Kunming, China, en octubre de este año para participar en la 15a Conferencia de las Partes (COP15 del CDB). Se espera que esta “ Cumbre de París para la biodiversidad” establezca un convenio mundial sin precedentes para hacerle frente a la crisis de la biodiversidad. Los análisis científicos presentados en mayo de 2019 por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) destacan que se necesita un  “cambio transformador” y urgente para evitar el colapso.

El Borrador incluye mejoras importantes respecto de las  metas anteriores. Incluye un “enfoque de todo el gobierno” mediante el cual todos los ministerios gubernamentales relevantes deben reglamentar los  sectores económicos que tienen un impacto sobre la biodiversidad. Entre estos sectores encontramos a la agricultura y pesca, silvicultura, energía, minería, infraestructura y turismo. Hace referencia a la importancia de transformar los incentivos y subsidios más perversos que dañan los ecosistemas y aspira a reformar los sectores mencionados anteriormente encauzándolos hacia prácticas sostenibles a lo largo de las cadenas de suministro nacionales y transnacionales.

La repetida inclusión de los pueblos indígenas, comunidades locales, mujeres, jóvenes y la sociedad civil en los procesos de implementación nos da esperanza.

Sin embargo, al borrador le faltan varios elementos esenciales, lo que hace cuestionar su alcance para lograr el cambio transformador que necesitamos tan urgentemente. Existe el riesgo de que, al igual que los discursos de figuras prominentes y las contribuciones de muchos países, el Borrador simplemente incluya palabras vacías, sin una acción verdadera.

Las actividades destructivas de las grandes empresas

A pesar de las medidas para abordar algunos de los impactos negativos que tiene la industria sobre la biodiversidad, el Borrador evita alarmantemente hacer mención de la explotación excesiva de los recursos, lo que representa un paso atrás respecto de las metas de Aichi. Lo que es peor, incluso se hace un llamamiento a aumentar la producción. No reconoce los impactos negativos de los monocultivos de agrocommodities y plaguicidas, ni tampoco exige que se desinvierta de los proyectos destructivos. El CDB debe prohibir las actividades peligrosamente destructivas y extractivas, como la minería de remoción de cima y la minería en mar profundo, la perforación del Ártico, las obras de infraestructura, entre otras, si queremos mantenernos dentro de los límites planetarios.

Las empresas tienen intereses sesgados para evitar que se impongan reglamentaciones estrictas y cualquier intento de disminuir sus actividades impulsadas por las ganancias. Mientras sigan ocupando un lugar en la mesa de negociación, no se tomará ninguna medida para vivir dentro de los límites planetarios. Sin embargo, en lugar de aspirar a reducir los conflictos de interés de las grandes empresas - un asunto polémico en el CDB - el Borrador promueve repetidamente una colaboración más cercana con el sector privado y afirma que será necesario un aumento de la producción.

Derechos, justicia y equidad

El hecho de que no reconozca para nada el impacto que tiene el consumo del Norte sobre los países del Sur Global es decepcionante. El Borrador no reconoce los impactos históricos y actuales de la explotación de recursos y las implicancias que esto tiene para la distribución de los recursos hoy en día. Faltan referencias a la justicia, la equidad y la reducción de la pobreza, además de la obligación que tienen los países ricos de proporcionar recursos para apoyar la transición justa en el Sur Global.

No se abordan suficientemente los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, que tienen un papel fundamental en la defensa de los ecosistemas a nivel mundial. En la introducción del Borrador se habla de los recientes llamados a favor de un “enfoque basado en derechos”, pero este enfoque está ausente del texto de decisión. No se mencionan los derechos humanos, ni las defensoras y defensores del medioambiente y los territorios, o la defensa contra los ecocidios.

“Se ha demostrado que las áreas conservadas por pueblos indígenas y comunidades locales están en mejores condiciones que otros tipos de áreas protegidas. Sin embargo, este Borrador no hace referencia al papel que desempeñan estos pueblos en la conservación, o los derechos básicos que necesitan para hacerlo. Por el contrario, el llamado a favor de “tierras sujetas a una protección estricta” nos hace temer una nueva ola de desalojos y exclusión de sus territorios naturales para las comunidades que dependen de la biodiversidad, con consecuencias negativas para los medios de sustento, los derechos humanos y la naturaleza”.

– Rita Uwaka,  Environmental Rights Action/Amigos de la Tierra Nigeria

Soluciones y conservación

Tal como se esperaba, el Borrador presta mucha atención a la conservación. Sin embargo, la conservación se discute en términos de números: cuántas especies se preservan, el tamaño del área protegida, etc., en lugar de tener en cuenta la funcionalidad y variedad de los ecosistemas, y la necesidad de tener una visión holística de la biósfera. Tampoco reconoce el papel fundamental de los pueblos indígenas y las comunidades locales en los ecosistemas en funcionamiento.

Sabemos sobre la base de la experiencia que las soluciones como la  agroecología y el  manejo comunitario de bosques o las Áreas de Conservación de las Comunidades Indígenas ( ICCA) realmente funcionan para proteger los bosques y la biodiversidad. Sin embargo, estas soluciones están completamente ausentes del Borrador, que en su lugar menciona repetidas veces a la financierización de la naturaleza a través de falsas soluciones como los esquemas de compensación, las “soluciones basadas en la naturaleza” y la “cero pérdida neta". Lo único es que no propone un gran esquema basado en la compensación o mecanismos de financierización, tal como ha ocurrido  en la CMNUCC.

Planes y metas nacionales

Si bien es claro para todas y todos que debemos comenzar a vivir dentro de los límites planetarios, no se sabe bien cómo se logrará esto a través de las metas nacionales. El establecimiento de metas y los planes de seguimiento parecen muy similares al sistema de metas voluntarias y de “trinquete” que es tan inefectivo en las cumbres de la ONU sobre el clima,  los derechos humanos y otros espacios. No hay mecanismos de cumplimiento que garanticen que los países cumplan con sus compromisos voluntarios, a pesar del énfasis que se pone en la importancia del monitoreo y la revisión.

2020 es un gran momento para el clima y la biodiversidad. Es hora de dejar de hablar en términos de las distintas crisis de biodiversidad, clima, alimentación, desigualdad, y en su lugar hacerles frente como una crisis interconectada, a través de un  cambio de sistema total.

Este Borrador Cero da pasos tímidos en la dirección correcta, pero carece de ambición y detalles para lograr el cambio. Las próximas ediciones deben abordar el conflicto de interés de las grandes empresas transnacionales y garantizar los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales, hacer frente al ecocidio e incluir un marco mundial de equidad.

“La Cumbre de la Biodiversidad en Kunming es una oportunidad única para definir un marco político que devuelva el mundo a los límites planetarios, haga avanzar la justicia ambiental, social, económica y de género y evite el colapso del ecosistema. Para lograr esto, necesitamos nada menos que un cambio de sistema. Debemos hacer frente a las causas subyacentes de la pérdida de la biodiversidad: la concentración de la riqueza y el poder y la arquitectura de impunidad que beneficia a las empresas transnacionales. El CDB debe establecer reglamentaciones estrictas para detener las actividades de las grandes empresas que destruyen la biodiversidad, a la vez que se materializan los derechos de los pueblos indígenas, las/os campesinas/os y las comunidades locales para manejar colectivamente sus territorios. Para que esto suceda, los intereses sesgados de las grandes empresas deben mantenerse por fuera del proceso de negociación”.

– Karin Nansen, presidenta, Amigos de la Tierra Internacional

Fuente: Amigos de la Tierra

Temas: Biodiversidad

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