La contaminación silenciosa

Idioma Español

Se destacan algunos casos de contaminación genética de los poco más de dos centenares registrados en diversas regiones del mundo por parte de las organizaciones GeneWatch y Greenpeace International. También se mencionan los casos comprobados en Costa Rica de contaminación transgénica de semillas y alimentos importados del exterior. Posteriormente, se comentan varios de los riesgos asociados a estas contaminaciones, enfatizando en los relacionados con aspectos económicos y con la salud de los consumidores de estos productos.  Asimismo, se tratan temas ligados a la bioseguridad ambiental. Por último, se plantean algunas consideraciones fácticas alrededor de la temática tratada en este artículo, especialmente sobre la necesidad de la aplicación del Principio Precautorio en esta materia.

Desde su introducción en 1996, los cultivos genéticamente alterados (CGA o transgénicos) contaminan nuestros alimentos, el forraje y las semillas alrededor del mundo, sin que ningún gobierno o agencia internacional lleven registros. No es sino hasta el 1 de junio de 2005 que las organizaciones GeneWatch, de Inglaterra y Greenpeace Internacional, presentaron en Montreal, durante las negociaciones del Protocolo de Cartagena, el primer registro mundial accesible vía internet de los casos de contaminación transgénica conocidos en el mundo, el cual puede consultarse en la siguiente dirección: www.gmcontaminationregister.org.

Entre la información ofrecida en este registro en línea y otros trabajos (Brandon y Sales, 2007; Cereijo, 2007; “Más vale pecar por prevenir lo que no es posible de remediar”. Filipa Roncon de Vilhena Gómez, 2008; Grain, 2009; Greenpeace, 2005; Greenpeace International, 2008; Hammond, 2010c) se destacan a continuación los siguientes datos:

  • A la fecha se han documentado en alrededor de 60 países de cinco continentes poco más de 216 casos de contaminación transgénica de alimentos, forrajes, semillas o plantas silvestres. En una parte no despreciable de estos casos (alrededor de 70) la fuente de contaminación se presentó a partir de variedades transgénicas no disponibles comercialmente (por ejemplo, las cultivadas “bajo condiciones controladas” en ensayos experimentales).
  • El mayor número de casos de contaminación ha ocurrido en los EE. UU. (> 11 casos).
  • La contaminación con maíz ‘Starlink’ se encontró en ocho países: EE. UU., Canadá, Egipto, Bolivia, Guatemala, Nicaragua, Japón y Corea del Sur.
  • La liberación ilegal (comprobada) de CGA al ambiente y a la cadena alimentaria ha ocurrido, entre otros países, en: India (algodón), Brasil (algodón y soya), China (arroz), Costa Rica (maíz y soya), Croacia (maíz), Guatemala (maíz), Europa (15 países con arroz LL601, en cuatro países con arroz transgénico chino Xian-you Bt63, así como últimamente en un número no determinado de países de esta región con semillas de linaza transgénicas importadas de Canadá), Alemania (papaya), México (arroz y maíz), Perú (maíz), Tailandia (algodón y papaya) y los EE.UU. (arroz LL601).
  • Se han registrado seis casos de efectos negativos en la agricultura, entre los que se incluye la deformación de cápsulas de algodón y el surgimiento de “supermalezas” tolerantes a herbicidas (al glifosato, principalmente).
  • Los resultados de análisis de laboratorio realizados con muestras provenientes de la región centroamericana y República Dominicana en el 2004, confirmaron la presencia de CGA en granos de maíz y soya en 80% de las muestras analizadas. Del total de las muestras de maíz que dieron positivas, se identificó la presencia del gen Mon GA211 en 87%. Además, el estudio encontró que poco más de las 2/3 partes (68%) de las muestras positivas provinieron por la vía de las importaciones y la comercialización en puestos de venta al público. El restante 32% de las muestras se introdujo por la vía de la ayuda alimentaria, mayoritariamente distribuida por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), en ambos casos de maíz en distintas formas. Uno de los hallazgos alarmantes lo constituye la identificación del maíz Starlink2 destinado como ayuda alimentaria para niños y niñas guatemaltecas en localidades colindantes con la frontera hondureña. Es importante indicar que esta variedad fue producida por la multinacional Aventis y fue prohibida para consumo humano en setiembre de 2000 por la Administración de Alimentos y Fármacos de los EE. UU. (FDA). Este estudio fue realizado por la Alianza Centroamericana de Protección a la Biodiversidad, en la cual participan organizaciones de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, en coordinación con República Dominicana.
  • Al menos dos casos de contaminación involucraron cultivos diseñados para producir fármacos, lo cual originó preocupaciones fundadas sobre riesgos negativos en la salud humana, al entrar éstos en la cadena alimentaria.

Los datos anteriores, junto con los argumentos pre-sentados en los trabajos de Altieri (2005), Betts (1999), Grain (2004), Nlpwessex (2010) y Nottingham (2002), hacen ver claramente que la contaminación genética debe verse como una consecuencia inevitable de la agricultura con CGA.

Descargá el documento completo:

Fuente: Revistas UNED

Temas: Salud, Transgénicos

Comentarios