Promesas y peligros de las nanotecnologías. La incertidumbre del nano-mundo, por Gian Carlo Delgado Ramos

Hoy en día son relativamente familiares las discusiones sobre el desarrollo biotecnológico, aunque realmente poco de su esencia sea accesible. Mientras la sociedad se debate en torno a las potencialidades, peligros y mitos de la biotecnología, otra tecnología “similar” se viene desarrollando “desapercibidamente” a ritmos agigantados: la nanotecnología

Nano…qué?: "The principles of physics, as far as I can see, do not speak against the possibility of maneuvering things atom by atom." Richard Feynman, 1959.

En términos generales, se acepta que la nanotecnología se enfoca en “el diseño de materiales con base en la interrelación de los componentes atómicos y en la manera en que son combinados”. Su desarrollo incluye ciencias como la física, la química, la bioquímica y la biología molecular. También hace uso de la ingeniería eléctrica y proteica, investigaciones microscópicas y proximales, diseño de imágenes atómicas, química computacional y, por supuesto, de la biotecnología.
La nanotecnología, como fundamento de un cambio revolucionario en el sentido kuhniano, parece traer consigo una serie de redefiniciones en la ciencia. Como todo paradigma tecnológico de una naturaleza radicalmente distinta, son inmensos los horizontes que dibuja, pero, al mismo tiempo, son notables también las limitaciones de su desarrollo. La verdadera dificultad hoy en día es llegar al nivel más sofisticado de control: la manipulación y el ensamblaje de un átomo a la vez.

Conforme se incrementa el espectro de su campo de operatividad, también lo hace más que proporcionalmente el grado de incertidumbre. Ello se viene concretando en proyectos que buscan no sólo manipular estructuras nanométricas (una mil millonésima parte de metro) u otras más grandes propias del nanomundo, sino también aquellas que se extienden al macromundo ; de ahí que se comience a usar el término de “nanotecnología molecular”.

Una confusión popular es que se considera que la nanotecnología sólo trabaja con materia inerte. Sin embargo, con el avance de la biotecnología y de la misma nanotecnología, ésta última se ha visto envuelta en la manipulación atómica de materia viva, lo que ha hecho más evidente la cercanía de ambas tecnologías. Es de tal dimensión ese empalme, sobre todo en el desarrollo de aparatos ultraminiaturizados que “imitan” los sistemas biológicos, o, aún más, en el desarrollo de cyborgs, que para resolver técnicamente esta confusión se introdujo el término de nanobiotecnología para definir correctamente el trabajo de biotecnólogos y nanotecnólogos.

LA COMPLEJIDAD NANOTECNOLÓGICA

El grado de complejidad técnica de la nanotecnología es mayor, de ahí que las primeras innovaciones de impacto considerable… se esperen a partir de las próximas décadas. Los optimistas de esta tecnología señalan que contribuirá ampliamente a mejorar el medio ambiente y la calidad de vida humana; de entrada, en los alimentos y medicamentos. No obstante, la dificultad para manipular estructuras tan pequeñas incluye conservar el “equilibrio” entre los diversos componentes del átomo y entre los átomos; a su vez, entre moléculas; y así suma y sigue.

Como se sabe, el átomo está compuesto por múltiples cuerpos, algunos de los cuales se desconoce totalmente su función. Está el electrón de carga eléctrica negativa (-1), el cual tiene un gemelo con carga positiva, el positrón (+1). Asimismo, está el protón neutro (carga 0) o neutrón, poco más pequeño en masa que el protón positivo (+1), y su gemelo el antiprotón (-1). Hay un pión neutro (carga 0), un poco menor en masa que el pión positivo (carga +1) y su gemelo el pión negativo (carga -1). Vemos el muón negativo (-1) y el positivo (+1). Al igual que parece no existir un electrón neutro, tampoco hay muones neutros.

Los nanotecnólogos, embarcados en una aventura con resultados desconocidos, deben entonces cuidar la relación masa-volumen y de cargas, pero además la funcionalidad de la estructura, que bien puede ser “estable” sólo si se mantiene sin cambios bruscos. Consecuentemente, los señalamientos generalizados en la elite de investigación en ciencia y tecnología mundial es que se desconocen el grueso de principios que rigen los procesos de “ensamblaje” y “fabricación” en la nanoescala de producción (particularmente átomo por átomo). No obstante, las promesas que genera la nanotecnología son de tal magnitud que las multinacionales y gobiernos nacionales, principalmente de EUA, la UE y Japón, están incrementando sus gastos en investigación, e incluso ya tienen en su poder algunas patentes o solicitudes de patentes.

Hoy en día ya se comercializan algunos productos. Por ejemplo, en la electroinformática, nanoelectrónicos, nanotubos y nanocinturones para la fabricación de chips; en la cosmética, nanopartículas para la producción de bloqueadores solares u otros productos; en alimentos procesados y agricultura, nanosensores para la detección de patógenos o contaminantes, sistemas inteligentes integrados en agrocultivos, nanomateriales de origen agrícola, etcétera. También hay productos nanotecnológicos en un abanico de nuevos materiales ; en la medicina, tejidos dañados, monitoreo e intervención en estado clínico crítico, estimulación eléctrica, entre otras aplicaciones; en la conversión energética o como instrumentos de investigación (de medición o simulación)...

NANOCYBORGS

Uno de los avances más llamativos de la nanotecnología es el desarrollo de nanomotores que, con supuestos bajos niveles de consumo de energía, serían el corazón de los tan anhelados nanorobots, elementos que podrían no sólo producir virtualmente cualquier tipo de materia, sino copiarse o autoreplicarse (máquinas que producen máquinas, o máquinas que se re-producen). Y todo ello con el objeto, entre otros temas, de alcanzar escalas de producción económicamente viables; es decir, que conecten la nanofabricación con la macrofabricación. Tales dimensiones de ensamblaje, según una publicación de la RAND, The Global Technology Revolution , podrían ser capaces, en el futuro próximo, de integrar de entre 100 a 10 mil componentes, alcanzando una dimensión total de aproximadamente 10 micrones, por lo que la conexión entre el nanomundo y el macromundo no será posible, según ese documento, hasta después del 2015.
Con el avance de la nanotecnología y su convergencia con la biotecnología y otras ciencias afines a modo de un sistema de innovaciones , la posibilidad de invención de nano-cyborgs es por demás aparatosa, dado las implicaciones que tiene. Considérese que la frontera del desarrollo nanotecnológico contempla los nanoensambladores, replicadores y la combinación de inteligencia artificial con la robótica para el desarrollo de nanocyborgs que podrían realizar una diversidad de operaciones como la de interactuar con el cuerpo humano, incluyendo el cerebro.

LA INCERTIDUMBRE

ETC Group (atención a la editorial en este mismo The Ecologist de su fundador) ha venido señalando marcadamente, desde mediados de 2002 hasta la fecha, el alto grado de incertidumbre del avance nanotecnológico. Esa ONG canadiense llega a comparar la contaminación genética con lo que lo que sería una contaminación de nanopartículas fabricadas, ello sustentado en los resultados de una reunión de evaluación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EUA a mediados de marzo de 2002, en la que los investigadores participantes informaron que se están encontrando nanopartículas fabricadas en el hígado de animales de laboratorio, por lo que se considera que las células vivas pueden absorber nanopartículas y que éstas se pueden adherir a bacterias y entrar así en la cadena alimentaria.
ETC Group atinadamente indica que la dimensión con mayor incertidumbre y, por ende, con consecuencias desconocidas… es el cruce que resulta en la nanobiotecnología. Considerando lo anterior y parafraseando a Drexler, señala ETC Group que lo que se podría avecinar es el “Green Goo” ; una nanobiocatástrofe que tiene, entre sus ejes centrales, las reacciones catalizadoras automáticas, es decir reacciones químicas que se aceleran y producen automáticamente.
A pesar de que algunos científicos puntualizan los lineamientos mediante los cuales se podría mantener un margen de control, la incertidumbre, entendida como el potencial de que suceda el green goo, no desaparecería; ello asumiendo la efectividad técnica de tales medidas para controlar el grado de movilidad y operatividad de los nanorobots-autoreplicadores, entre las que se mencionan la estrategia de “reproducción” que empleen, la velocidad máxima de dispersión, los requerimentos energéticos químicos, la resistencia homeostática, y los límites de calentamiento causados por contaminantes.
Además de los señalamientos de ETC Group y otros, hay que tomar en cuenta que el boom de la nanotecnología seguirá teniendo una base material que la sostenga. Los tipos de materiales y energía, así como sus dimensiones y ritmos de consumo, se desconocen en gran medida. Consecuentemente, es de esperarse un reordenamiento del carácter estratégico del espacio, sobre todo en cuanto a los materiales disponibles. Los hotspots ya no solamente serán los que concentren biodiversidad (punto de partida del avance biotecnológico), sino también los espacios que se perfilen como la base material del avance nanotecnológico. El compuesto más solicitado seguramente seguirá siendo el carbono, una sustancia que ya manipula ampliamente la nanotecnología aplicada a la electroinformática, por dar un caso que se puede contrastar. El potencial estratégico de otros materiales es un interrogante al que los nanotecnólogos tendrían que responder.
Asimismo, la decisión sobre el tipo de energía que movería la autorreplicación de nanorobots y otros procesos nanométricos… pondrá sobre la mesa una serie de posibilidades de reconversión energética de fuentes renovables y relativamente “seguras”. No obstante, la nanotecnología, al potenciar el conocimiento sobre el átomo, también (re)abrirá las puertas al uso de la energía nuclear (fusión o fisión) con todas sus consecuencias.

¿CIENCIA FICCIÓN?

Lo anterior sin duda alguna genera más preguntas que respuestas sobre las implicaciones de la nanotecnología, sobre todo porque se presenta como algo que plausiblemente dejaría de ser ciencia ficción. Por ejemplo, entre los interrogantes más destacables están: ¿Para qué fines se está desarrollando? ¿A quién beneficiará? ¿Cuáles serán los impactos sociales y éticos? ¿Seguirá los pasos de la biotecnología? ¿Quién la controlará? ¿Qué pasará cuando haya una contaminación constante y permanente de nanopartículas fabricadas en el aire, agua, tierra, etcétera? ¿Cuáles serán las consecuencias en el corto, medio y largo plazo… de la contaminación de las células vivas que componen la biodiversidad del orbe (incluida la salud humana), un suceso que, como se indicó, ya corrobora la EPA? ¿Se incrementará o reducirá el consumo de materiales y energía con respecto al escenario actual? ¿Qué tipo de materiales y energía serán el corazón de la nanotecnología? Etcétera.

A pesar de toda esa incertidumbre de orden mayor, las proyecciones del mercado nanotecnológico se estiman para el 2015 en un billón de dólares anuales. Estados Unidos busca asegurarse una buena parte del mismo, por lo que tiene una Iniciativa Nacional en Nanotecnología. Japón lo hace con su Nanotechnology Research Institute, parte del National Institute of Advanced Industrial Science and Technology, así como con el Nanotechnology Researchers Network Center of Japan. Francia y Alemania, con la creación de un Nano valley o “Corredor de Nanotecnología” en el norte del Rhin. Reino Unido ha establecido un Programa de Enlace en Nanotecnología y desde el Institute of Nanotechnology suma los esfuerzos europeos al incluir multinacionales como GlaxoSmithKline, ABB, Merck, Syngenta, Unilever; y los institutos de investigación London Centre for Nanotechnology o el The Scottish Centre for Nanotechnology in Construction Materials; por mencionar unos cuantos miembros.

LA DIMENSIÓN MILITAR: USA

Diez mil 200 millones de dólares (mdd) es el presupuesto de 2004 para la investigación en Ciencia y Tecnología de la Defensa, como parte de los 379.9 millardos de dólares (mmdd) que componen el presupuesto total del Departamento de Defensa de EE.UU. (DdD). Una parte considerable se destinará a investigaciones nanotecnológicas de carácter militar. A ese monto hay que sumar otra buena cantidad que se destina a investigaciones hermanas y que son fundamentales para el avance de la nanotecnología, sobre todo aquellas que “convergen” con ésta. Entre otras entidades que tienen programas en nanotecnología y afines está la NASA (con un presupuesto de 15.4 mmdd en 2004). Destaca su programa de Biological and Physical Research (973 mdd en 2004). Se suma la National Science Foundation (NSF), que invertirá 5.4 mmdd con su proyecto Nanoscale Science and Engineering (250 mdd en 2004). El Departamento de Energía destinará en 2004 alrededor de 740 mdd a la investigación en High Energy Physics, 260 millones en Fusion Energy Sciences, y 400 mdd en Nuclear Physics. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene agendados más de 800 mdd a Ciencia y Tecnología (contramedidas radiológica/nucleares contempla 137 millones; contramedidas biológicas, 365 mdd; contramedidas químicas-explosivas, 65 mdd; etcétera). Finalmente, se destina una partida bajo el rubro de Iniciativa Nacional de Nanotecnología que, para el 2003, destina 700 mdd. Entre las prioridades que suscribe la iniciativa, destaca, en lo militar, la búsqueda de soluciones para la detección y protección de armas biológicas-químicas-radiológicas-explosivas, así como para el monitoreo del estado de salud de cada soldado con el objeto de aumentar su supervivencia mediante nanobiosistemas. También se puntualiza el desarrollo de sensores inteligentes, nanofilamentos o nanopolvos para la confección de ropa, máscaras y equipo militar personalizado con funciones camaleónicas en relación activa al medio ambiente; que protejan de la insolación a través de materiales de alta nanoporosidad; que neutralicen todo tipo de agentes químico-biológicos y/o que “administren” antídotos...

ARMAS NO CONVENCIONALES

Otros programas indican que el DdD busca alentar el ensamblaje tridimensional de nanoestructuras para desarrollar mejores versiones de la mayoría de las armas convencionales (armamento más ligero y con mayor capacidad de municiones, miras multi-espectro, balas guiadas, o armas que se auto-disparan cuando es detectado el enemigo), así como el desarrollo de nuevos materiales para armas no-convencionales.
Tales facetas de investigación militar no son las únicas, de hecho son las que constituyen la “cola” de la investigación nanomilitar. En tal sentido, Cliff Lau, de la Oficina de Investigación Básica de la Secretaría de Defensa, ha señalado que “…dado el gran potencial para incrementar las capacidades de combate en la guerra, la nanotecnología sigue siendo una de las prioridades más altas en los programas de investigación del DdD. [De ahí que] el gasto del DdD en nanotecnología se enfoca en tres áreas nanotecnológicas de importancia crítica: diseño de nanomateriales, nanoelectrónicos/magnéticos/optoelectrónicos y nanobiosistemas [nanobiotecnología]”.

Las investigaciones puntuales en curso y programadas del DdD, sobre todo de las últimas dos áreas, sugieren la construcción de cualquier tipo de armamento o instrumental de espionaje o asesinato, selectivo o masivo a cualquier escala. Por ejemplo, en términos no convencionales, los bionanorobots o nanocyborgs (replicantes o no) podrían ser diseñados para que, por ejemplo, una vez ingeridos aeróbicamente por el humano… busquen ciertos códigos genéticos preprogramados y se autodestruyan en una “apropiada” ubicación (como el cerebro). Es decir, los nanocyborgs funcionarían, en este caso, como el arma químico-biológica más potente, imperceptible y eficaz en el micro y macro blanqueo del enemigo. Ello indica radicalmente nuevas dimensiones y escenarios de violencia, subyugación y dominio, dentro y fuera del campo de batalla (contrainsurgencia, operaciones clandestinas por parte de aparatos estatales de inteligencia, etcétera). La utilidad militar de los nanocyborgs no se limita a eso, también pueden ser diseñados para curar al soldado “desde adentro” o, desde otra perspectiva totalmente distinta, para atacar ciertos metales, lubricantes, plásticos u otros materiales; el objetivo: la destrucción de armas convencionales u otras infraestructuras estratégicas. * De escaparse al control o del rango de operatividad previsto, la incertidumbre sobre los peligros en la salud humana y el medio ambiente, respectivamente, es muy preocupante.

NANOTECNOLOGÍA ENEMIGA

Todo ese prometedor avance de la convergencia de la nanotecnología y la biotecnología (entre otras afines) viene redefiniendo la concepción de los estrategas militares sobre la “seguridad nacional” y los plausibles escenarios de guerra. Los think tanks del Pentágono están preocupados por las implicaciones que tendría el avance de las mencionadas tecnologías convergentes por parte del enemigo, por lo que sus sugerencias son esenciales para tomar contramedidas y situarse tecnológicamente un paso adelante. Entre lo que ya se menciona, por ejemplo, es que la determinación del grado de confidencia para ejecutar o resistir una agresión militar se volverá ineficaz dadas las características y rapidez que alcanzaría la fabricación del armamento; que el tiempo para la toma de decisiones de emergencia y de inteligencia se reducirá; que el instrumental para la infiltración encubierta de inteligencia y de sabotaje… hará difusa la distinción entre confrontación y guerra; que, en el espacio, los satélites civiles y militares (propiamente de espionaje) podrían ser atacados fácilmente por otros mini-satélites (replicadores) que tuvieran como misión dejar “ciego” al enemigo; o que el armamento nuclear podría volverse altamente vulnerable a novedosas técnicas de ataque o neutralización. Por todo lo anterior, la consideración general en cuanto a la estrategia militar global apunta hacia el fortalecimiento de la capacidad de ejercer un potente primer ataque, ya que, con las nanobiotecnologías, la capacidad de una respuesta aniquilatoria podría ser neutralizada. Más aún, esa tendencia sería fortalecida con la introducción de nanocyborgs replicadores para la fabricación de armamento, ya que el hecho de saber que el enemigo cuenta con replicadores más rápidos y eficientes estimularía fuertemente a llevar a cabo un primer ataque (an early first strike).

GEOPOLÍTICA USA

Como puede deducirse, la competencia intercapitalista a nivel de las redes industriales tecnológicas es central para la geopolítica de EUA y otros estados-nación involucrados en el desarrollo militar de las “ciencias convergentes”; no sólo desde la perspectiva de la guerra convencional (caliente) y la guerra fría, sino también desde la noción del terrorismo de Estado. Por ello, el avance y “socialización” de tales tecnologías en su versión militar debe de considerar, entre las consecuencias, aquellas ecológicas y sociales, resultantes de la guerra, el terrorismo de Estado y el terrorismo internacional (vinculado o desvinculado al estado-nación).

En un panorama en el que las tecnologías convergentes no permitirán mantener una estabilidad entre rivales armados, y en el que los estados-nación, sus institutos de investigación/universidades, y sus multinacionales (considérese tanto sus divisiones civiles como militares) … están cada vez más involucrados en su desarrollo, la discusión colectiva de las implicaciones de su desarrollo, tanto en la esfera civil/productiva como en la militar/improductiva, es urgente. En el intermedio, un acuerdo mundial que limite su desarrollo sería más que conveniente como primer paso. La posibilidad de un gray/green goo (nanobiotecnológico) se incrementa proporcionalmente con la apertura de opciones para su uso deliberado bajo la “racionalidad” militar. Un Tratado Internacional sobre Armamento Nanobiotecnológico que actualice el espectro de agentes que ya no contemplan los Tratados Internacionales de Armas Químico-Biológicas resulta fundamental, ahora que el verdadero potencial de las tecnologías convergentes todavía no se libera. Aunque, claro está, que la irresponsable actuación unilateral de Estados Unidos sobre esos últimos tratados y su constante violación (una de las más recientes alude a la patente de un lanza granadas de agentes quimico-biológicos ) llama preocupantemente la atención.

MORATORIA YA

Por todo lo anterior, considero que no se puede suscribir el avance nanotecnológico. Es urgente una moratoria a su investigación hasta discutir, colectivamente y a fondo, la forma y la lógica de su desarrollo, distinguiendo entre problemáticas “prácticas” y “técnicas”, político-económicas, militares, ecológicas y sociales. La realización de estudios críticos y fidedignos, y la difusión de información a todos los niveles de la sociedad… son algunas de las herramientas urgentes a desarrollar, no sólo en EE.UU., la Unión Europea y Japón, sino a nivel mundial. No se trata de ser más o menos radical, sino únicamente de medir el desarrollo tecnológico desde la perspectiva de la vida, no únicamente humana y no sólo en beneficio de algun@s.

Gian Carlo Delgado Ramos es autor de La Amenaza Biológica (Plaza y Janes, 2002) y, en la actualidad, es candidato doctoral en Ciencias Ambientales, opción Economía Ecológica, en la Universidad Autónoma de Barcelona.
E-mail: giandelgado@hotmail.com

NOTAS:

1. Feynman, Richard. There´s plenty of room at the bottom. Annual meeting of the American Physical Society del California Institute of Technology (Caltech). Publicado en Engineering and Science. Febrero de 1960. EUA.
2. Delgado, Gian Carlo. La Amenaza Biológica. Plaza y Janés. México, 2002: 48.
3. Según la National Science Foundation de EUA, “…la manipulación de estructuras de 100 nanómetros o menos permitirá diseñar y controlar atributos físicos y químicos a escalas de la estructura molecular, para después ser unidas y formar estructuras más largas [conexión entre el nanomundo y el macromundo].” (Delgado, 2002. Op Cit: 50)
4. Caso del NanoteK, parte de Kraft Foods-Philip Morris.
5. Fibras, cerámicas u otros materiales más resistentes, nanocristales, adhesivos para su uso industrial, materiales inteligentes, otros nanomateriales para la manufactura de nanobienes determinados, etcétera.
6. Por ahora, los primeros pasos a la nanofabricación ya se están dando. Carlo D. Montemagno, de la Universidad de Cornell, ha demostrado la posibilidad de construir nanomáquinas primitivas en base a un motor biológico. Montemagno extrajo un motor rotatorio proteico de una célula bacterial y lo conectó a un nanorrotor. El resultado: un motor-rotor de 11 nanómetros de altura, 750 de largo y 150 de ancho, impulsado por adenosina trifosfato (ATP), que alcanza una velocidad de ocho revoluciones por minuto. Aunque primitiva, demostró la posibilidad de su existencia.
7. Antón, Silberglitt y Schneider. The Global Technology Revolution. National Intelligence Council/Rand Corporation. EE.UU., 2001. Consúltese en: www.rand.org/publications/MR/MR1307/
8. Sigo la sugerencia de Alejandro Nadal. (Conferencia sobre nanotecnología impartida en la Facultad de Economía de la UNAM. México, mayo de 2003)
9. Véase: ETC Group. Communiqué. No. 76 y 77. 2002. Disponibles en www.etcgroup.org
10. Ibidem.
11. Eric Drexler introdujo en 1986 el término de “gray goo” en su libro Engines of Creation: The Coming Era of Nanotechnology. Se refiere a la destrucción de la vida como resultado de una propagación accidental e incontrolable de self-replicating assemblers o nano-robots/cyborgs que se autoconstruyen (Véase particularmente el apartado titulado Engines of Destruction)
12. Según la Iniciativa Nacional en Nanotecnología de EE.UU., las tecnologías convergentes con la nanotecnología son particularmente “la informática, [y] la biología moderna [incluyendo la biotecnología].” (National Nanotechnology Initiative: from vision to commercialization. Washington, D.C. Abril de 2003.) Al igual que para el DdD, ETC Group indica que además de las listadas por la Iniciativa, se suman las neurociencias. (Consúltese: ETC Group 2003. Op cit.)
13. Siniscalchi indica que “…las tecnologías no-letales cubren un amplio rango de posibilidades, incluyendo armas biológicas y químicas, control de masas, así como armas exóticas de última generación…El DdD define como armas no-letales aquellas que están diseñadas explícitamente para incapacitar al personal o infraestructuras enemigas…”. Entre las que se desarrollan están las armas químicas y biológicas no letales, las armas ópticas y acústicas, las de macro y micro ondas, polímeros y espumas inmovilizantes, armas de antimateria y de pulsos electromagnéticos, etcétera. (Véase: Siniscalchi, Joseph. “Nonlethal Technologies and Military Strategy” en Martell, William. The Technological Arsenal: emerging defense capabilities. Smithsonian Institution. Londres, 2001: 129-150)
14. National Nanotechnology Initiative: from vision to commercialization. Washington, D.C. Abril de 2003. www.infocastinc.com
15. Ya se alerta sobre la posibilidad del uso de nanorobots como fuerzas para mantener el orden legal. En tal sentido, una nanopolicía podrían desencadenar, parafraseando a Drexler, un “blue goo”.
16. Para una discusión puntual sobre terrorismo de Estado y terrorismo internacional, véase: Delgado, Gian Carlo y Saxe-Fernández, John. Globalización del Terror, Amenaza Bioterrorista. Centro Marinello. Cuba, 2002.
17. Un ejemplo clarificador de esa conexión civico-militar es la del Nanobiotechnology Center (NBTC) de EE.UU. que reúne a instituciones como la Cornell University, el Wadsworth Center (New York State Health Department), Clark Atlanta, Howard, Princeton, y varias Universidades de Salud y Ciencia de Oregon. Otras conocidas multinacionales por su posicionamiento en el negocio de la biotecnología también cuentan con importantes centros de investigación en nanotecnología y nanobiotecnología. Caso de Monsanto o Syngenta.
18. Según denuncia The Sunshine Project, “la patente estadounidense #6,523,478, otorgada el 25 de febrero de 2003, cubre un ‘distribuidor de carga no letal lanzado por fusil’ que está diseñado para lanzar aerosoles, entre ellos, según la patente, ‘agentes de control de motines, agentes biológicos, (y) agentes químicos’.” (Véase: Sunshine Project. “Ejercito de EE.UU. patenta granada para lanzar armas biológicas”. EcoPortal. Argentina. Mayo de 2003. Disponible en: www.ecoportal.net)

Publicado por The Ecologist para España y Latinoamérica

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