Reformas de la Política Agrícola Común de la UE para 2027: ECVC impulsa la soberanía alimentaria

Idioma Español
País Europa

Conforme se empieza a definir la PAC posterior a 2027, nos enfrentamos a desafíos colosales: un contexto geopolítico inestable, la desaparición drástica de explotaciones agrícolas, la pérdida de varios cientos de campesinxs cada día que son rápidamente sustituidos por modelos agrícolas a gran escala e industrializados; pequeñxs campesinxs en situación de pobreza, la monopolización de los medios de producción (agua, tierra, etc.) por parte de unos pocos, fenómenos climáticos y sanitarios extremos cada vez más frecuentes, el agotamiento del suelo, la contaminación vinculada a las prácticas agrícolas, el aumento de la inseguridad alimentaria… y la lista podría ser aún más extensa.

En 2023, la Unión Europea se ha marcado diez objetivos para la PAC. Sin embargo, y por desgracia, cuesta encontrar uno solo que se haya cumplido. En 1962, la firma del Tratado de Roma estableció la PAC con el objetivo de garantizar ingresos satisfactorios para lxs campesinxs, precios justos para lxs consumidores y la estabilidad en los mercados agrícolas. Actualmente, y en vista de las protestas de 2024, está claro que la UE también ha fracasado en alcanzar sus objetivos fundacionales. La edad media de los agricultores en la Unión Europea se sitúa en unos preocupantes 57 años y el drástico aumento de la inseguridad alimentaria aparece retratado por el aumento de las solicitudes de ayuda alimentaria de emergencia y causado por la caída del poder adquisitivo.

No podemos permitir que la próxima reforma ignore esta situación tan deplorable. ECVC pide que esta política pública se diseñe específicamente para poder alcanzar estos objetivos utilizando todos sus instrumentos de la mejor manera posible. Resulta imprescindible recuperar la soberanía alimentaria mediante la regulación de los mercados y un presupuesto sólido que se distribuya de acuerdo a una variedad de criterios que deriven en un verdadero cambio de rumbo. De ello depende la capacidad de producción de alimentos de la agricultura europea para sus ciudadanxs.

Foto: Land Workers’ Alliance/Facebook

1 – Un presupuesto sólido

La PAC debe seguir siendo un presupuesto europeo fuerte, diferenciado y justo, además de garantizar la transición agroecológica. La Política Agrícola Común es el mayor presupuesto de la Unión Europea y desempeña un papel estratégico especialmente relevante. Actualmente representa el 31% del presupuesto de la UE (378,5 millones de euros) para el período comprendido entre 2021 y 2027.

Para implementar estos mecanismos de manera justa en toda Europa y permitir un mercado común coherente entre los países de la UE, la PAC debe mantener un presupuesto sólido centrado en la transición agroecológica, la soberanía alimentaria y el desarrollo rural. Una vez que la regulación del mercado blinde precios estables que permitan remuneraciones decentes, y en lugar de una mayor flexibilidad por parte de los Estados miembros, la UE deberá mostrar un alto nivel de ambición que garantice, por su parte, una distribución más justa de los pagos directos y de aquellos destinados al desarrollo sostenible más que mediante una mayor flexibilidad para los Estados miembros.

2 – El uso de la regulación de los mercados agrícolas como brújula

La PAC debe consolidar sus herramientas de regulación del mercado ECVC reclama que la próxima reforma de la PAC rompa con el modelo agrícola centrado en los intereses de la industria, de la distribución y de los agroexportadores que ignoran por completo las consecuencias de sus acciones para lxs campesinxs y los ecosistemas. Los desafíos geopolíticos actuales exigen que se vuelva a concebir la autonomía estratégica del continente, la reterritorialización de los sistemas alimentarios y la recuperación de la soberanía alimentaria en las decisiones políticas.

3 – Un proyecto societal

La PAC debe convertirse en una verdadera política agrícola y alimentaria común. La PAC debe organizar el desarrollo de una agricultura campesina diversificada que brinde vida al campo y permita que todxs podamos alimentarnos adecuadamente. También ha de promover el uso de prácticas agroecológicas sostenibles que generen empleo y la prestación de servicios que estén a favor de las comunidades locales y el interés general, sin olvidar la preservación de las prácticas agrícolas y culinarias locales. La PAC debe responder a la necesidad de alimentar a lxs ciudadanxs europexs, en línea con las políticas europeas. Este proyecto de sociedad no deberá reducirse únicamente a la parte agrícola de los sistemas alimentarios: habrá de garantizar el derecho universal a una alimentación sana y culturalmente apropiada para el conjunto de la población para poner fin a la inseguridad alimentaria.

4 – Un sistema de distribución de pagos más justo

Los pagos de la PAC deben apoyar la transición agroecológica de un gran número de granjas diversificadas y resilientes. La regulación del mercado debe permitir que las granjas se mantengan mediante precios justos, que deben constituir la base principal del ingreso campesino. Además, el apoyo financiero público sigue siendo esencial para apoyar la necesaria transición del modelo agrícola europeo hacia una agricultura que responda a los retos del clima, del medio ambiente y del bienestar humano y animal. Las desigualdades actuales en la distribución de los pagos entre los distintos tipos de explotaciones agrícolas son evidentes. Debemos pues trabajar para que este presupuesto sea eficaz y se invierta en quienes más lo necesitan.

Para ello, lo primero debe ser:

  • Alejarse de la lógica de conceder pagos basándose únicamente en la superficie de las explotaciones (como suele ocurrir en el primer pilar), el capital y/o la capacidad de invertir (como suele ocurrir, implícitamente, en el segundo pilar);
  • Introducir una degresividad y un límite a todos los pagos de la PAC por agricultorx activx y por explotación;
  • Reformular la definición de agricultor activx para garantizar que los pagos lleguen a las personas que realmente realizan una actividad agrícola y se ganan la vida trabajando la tierra.
  • Garantizar una batería de requisitos mínimos que todxs lxs campesinxs deben cumplir para beneficiarse de los pagos de la PAC (preservar prados y humedales, garantizar una rotación mínima de cultivos, preservar zonas no productivas para la biodiversidad, etc.);

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Fuente: La Vía Campesina

Temas: Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades, Movimientos campesinos

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