Semillas en Riesgo. Luchas globales por el control de los alimentos

El dossier pone de manifiesto la concentración del mercado de semillas en manos de unas pocas grandes empresas y los riesgos que ello plantea, en particular para la seguridad alimentaria en los países en desarrollo. Es algo más que un informe de situación: es una llamada a la acción. 

Se ha vuelto evidente que nuestro sistema alimentario actual no funciona. Más de una cuarta parte de la humanidad —2.220 millones de personas— enfrenta inseguridad alimentaria de moderada a severa, la biodiversidad global está disminuyendo rápidamente, y las comunidades más vulnerables y marginadas, incluidos los trabajadores
agrícolas y los pequeños productores de alimentos, son las más afectadas por los cada vez más frecuentes choques ambientales y económicos.

Las semillas están en el corazón de todos los sistemas alimentarios, ya que contienen la información genética que determina las características y los rendimientos de los cultivos. La diversidad de variedades de semillas disponibles hoy es el resultado de los esfuerzos colectivos de los agricultores a lo largo de miles de años. Las semillas son un recurso humano común transmitido de generación en generación. Por más de 10.000 años, los agricultores han seleccionado, intercambiado y almacenado semillas.

Sin embargo, este valioso patrimonio se está perdiendo. Desde la acelerada industrialización de la agricultura después de la Segunda Guerra Mundial, el mejoramiento de semillas se ha convertido en un negocio rentable para empresas especializadas. Muchos países de Europa y América del Norte comenzaron a regular sus sectores de semillas, aplicando leyes de propiedad intelectual a la producción de semillas. Este enfoque es inadecuado para los contextos de muchos países del Sur Global, donde hasta el 90 por ciento de las semillas son conservadas por los propios agricultores. A pesar de ello, muchos países del Sur Global han introducido regulaciones sobre semillas idénticas o incluso más estrictas que las del Norte Global. Por ejemplo, en 2020, Ghana aprobó su Ley de Protección de Variedades Vegetales, que establece una multa severa o una sentencia mínima de prisión de 10 años por la venta no autorizada de “material de propagación de una [variedad vegetal] protegida en Ghana”. Esto va mucho más allá de cómo se castigan delitos similares en Europa o América del Norte.

Las corporaciones buscan obtener más poder sobre las semillas y los alimentos a través de los derechos de propiedad intelectual. Las leyes de protección de variedades vegetales y las patentes suelen ser impuestas mediante acuerdos comerciales. Muchos agricultores se han visto obligados a depender de las corporaciones multinacionales de semillas, que determinan qué semillas, y con qué características, se comercializan y, en última instancia, qué cultivos se siembran.

Estos desarrollos dificultan la protección del derecho a la alimentación y la eliminación del hambre. La dependencia de unas pocas empresas internacionales de semillas conduce a monocultivos que socavan y amenazan la biodiversidad. El tesoro que representa la diversidad de semillas de la humanidad se maneja y conserva mejor a través del cultivo y la selección continuos por parte de los agricultores. Los derechos de los agricultores a usar, conservar, intercambiar y vender semillas propias deberían ser un principio rector en la regulación de semillas, en lugar de una excepción. Para enfrentar las crecientes amenazas a los derechos de los agricultores y a nuestra soberanía alimentaria colectiva, debemos
encontrar formas de proteger los sistemas de semillas de los agricultores. En palabras de Michael Fakhri, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, “Los sistemas de semillas de los agricultores permiten cultivar alimentos de una manera que responde y se adapta al cambio, fortaleciendo a las comunidades y haciendo que los sistemas alimentarios sean más resilientes”.

Este documento aborda el potencial y la importancia fundamental de las semillas en nuestros sistemas alimentarios. Para transformar estos sistemas, primero debemos cambiar cómo percibimos e interactuamos con las semillas. Los agricultores y activistas que defienden estos derechos están expuestos a numerosas amenazas, y su labor es a menudo criminalizada. Este trabajo está dedicado a ellos y a todos los que trabajan incansablemente para proteger las semillas de los agricultores y defender la soberanía alimentaria.

Equipo editorial: Simon Degelo (SWISSAID), Famara Diédhiou (AFSA), Delia Hürlimann (SWISSAID), Normita Ignacio (SEARICE), Refiloe Joala (RLS Sudáfrica), Patricia Lizarraga (RLS Cono Sur), Imen Louati, (RLS Norte de África), François Meienberg (APBRBES), Tauqueer Sabri (RLS Asia Meridional), y Jan Urhahn (RLS Sudáfrica)

- Para descargar el informe completo (PDF), haga clic en el siguiente enlace:

Fuente: Fundación Rosa Luxemburgo

Temas: Semillas

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