Argentina: campesinos de Loma Senés, víctimas de los transgénicos

A principio del mes de febrero, diecinueve campesinos de Loma Senés, próxima a Pirané, Formosa, fueron víctimas del avance, al parecer ya sin límite, del cultivo de la soja en las distintas provincias del país repitiendo el modelo aplicado en la Región
Pampeana

Grandes empresas con extensas superficies de soja transgénica van transformando el país en un desierto verde que produce para la exportación, expulsando a su paso a los pequeños productores, dañando su salud, contaminando el medio ambiente y hambreando a los pueblos vecinos.

En este caso la responsable fue la empresa "Productores de Anta S.A., quien al pulverizar irresponsablemente (probablemente Glifosato y 2-4D), un lote de soja produjo pérdidas en la producción de algodón (el principal cultivo para el mercado) y en los alimentos básicos y fuente de ingresos fundamental al venderse en las ferias locales.

El peritaje realizado estima la pérdida de 180 ton. de mandioca, 44 ton. de batata, 5,4 ton. de zapallo, además de poroto, melones, bananas y hortalizas varias, cuyo valor económico no tiene precio porque de ella depende la alimentación familiar. A esto debe sumarse también la pérdida de 80 ton. de algodón destruidos por el agrotóxicos, daños ambientales difíciles de calcular (peces y abejas muertas) y
consecuencias no conocidas en la salud de los pobladores, tanto niños como adultos de las pequeñas chacras cercanas.

Los reclamos de los campesinos organizados en el movimiento campesino de Formosa (MOCAFOR) hasta ahora no tuvieron resultados concretos a pesar de haber sido presentados al Presidente de la Nación y al Poder Ejecutivo de la Provincia cuyos funcionarios consideran estos hechos solo como un accidente "más", desconociendo que en otras zonas de la provincia, como en Villa Don Trece, también se repitió la situación.

Denuncias públicas, cortes de ruta, la toma de una avioneta por los campesinos, la presentación de recursos de amparo, etc., sirvieron para poner en evidencia la falta de un adecuado marco legal, así como la falta de ideas y de compromiso para defender lo mas importante que tiene el campo de la provincia, sus familias campesinas.

Preocupa además, las consecuencias que puede provocar en la salud humana el empleo de productos con elevada toxicidad, cuyos daños son denunciados también en otros países.

Por eso el reclamo de los campesinos no se agota en el
pago inmediato por las pérdidas provocadas en sus cultivos, la reglamentación de la ley provincial de productos sanitarios (Nº 1163/95), el equipamiento de las salas de primeros auxilios con médicos y especialistas en este tipo de tóxicos. En lo productivo exigen que se les garantice semilleros poder volver a cultivar el año próximo, condonación de las deudas con sus proveedores y subsidios para la producción de renta totalmente
perdida.

Lo reclamado es justo y urgente, aunque se sabe que no
va a solucionar los graves problemas de los campesinos
de Formosa.