Argentina: semillas al viento

Idioma Español
País Argentina

"El segundo domingo de cada mes la Feria “Caramelos sueltos” invita a los vecinos de barrio Pichincha y a toda la comunidad a encontrarse con los sabores de la tierra: con frutas y verduras orgánicas, huevos de campo, plantas aromáticas, dulces y panes caseros, entre otros productos artesanales".

En el almanaque hay una hilera que sobresale, está pintada de rojo y se luce como mostrando una entidad propia; como sumándole matices a esa repetida cuadrícula que ordena nuestros días, semanas y meses. Allí están los domingos vestidos de rojo.

Quizás representen el tiempo de aquello que se espera. El lugar para los afectos, para los abrazos. El espacio de los sueños y encuentros. Las horas de charla y de mates que nunca se acaban. El momento para viajar, sobre ruedas o de la mano de una buena historia. Allí están los domingos, sacando los relojes de la vista, invitándonos a transitar la vida de una manera diferente. Haciendo visible ese tiempo y espacio que durante la semana se escapan como el humo.

Y son muchos vecinos del barrio Pichincha los que esperan que llegue el segundo domingo de cada mes, para encontrarse con los sabores de la tierra: con frutas y verduras orgánicas, huevos de campo, plantas aromáticas, dulces artesanales y panes caseros. También con delicados tejidos y artesanías en cuero, entre otros productos artesanales. Es que a través de un año de trabajo compartido, la Feria Autónoma de Productores/as “Caramelos Sueltos”, se ha convertido en un lugar de encuentro, de intercambio de saberes y de disfrute. Funciona en la sede de la cooperativa Mercado Solidario, ubicada en Rodriguez 198 bis, de Rosario.

“En el momento en que constituimos la Feria tomamos una forma organizativa asamblearia, en donde todos participamos por igual, mientras más participamos es mejor. Las asambleas son las instancias donde se decide, se debate y se dan las discusiones grupales dentro de una modalidad horizontal. Como grupo tenemos conciencia de que muchas veces los productos que tienen que ver con lo sano, lo ecológico, a veces poseen un valor agregado que no es accesible para las clases populares, y nos damos ese debate. No está bueno hacer productos que preserven el medio ambiente y que sean tan caros”, nos cuenta Mauro Valdés Cozzi, productor de jugos concentrados, dulces y verdura orgánica, integrado a la Feria.

Un espacio de encuentro

El colectivo está integrado por más de treinta productores/as asociados y organizaciones sociales de Rosario y alrededores, entre ellas, la Asamblea Popular Plaza del Ombú, Grupo Lalen, cooperativa Mercado Solidario, Granja Agroecológica El Maitén, Centro Cultural Quetral, Granja-Hostel Bigand y el Colectivo editorial Último Recurso.

Los segundos domingos de cada mes invitan a los vecinos del barrio y a toda la comunidad a consumir productos elaborados en base a criterios ecológicos, pero a su vez los convoca para compartir el tiempo de una ronda de mates, de charla y espectáculos artísticos. Todo sucede en el mismo lugar, donde también se compra. “Las intervenciones artísticas dentro de la Feria las planteamos con la idea de no reducir la instancia de comercialización solamente a la compra, sino que sea una instancia de encuentro, formadora de redes y también cultural. Sobre todo sustentado en la idea de la integralidad de la vida”, continua Mauro.

A la hora de presentarse, marcan claramente su intención política de construir un tipo de relaciones sociales, económicas y ambientales basadas en la solidaridad, la confianza y el respeto común. El espacio abierto y multicolor se propone como una instancia de construcción social y política desde una mirada integral, buscando el respeto en las relaciones sociales, económicas y ambientales.

A partir de su experiencia los emprendedores saben que los insumos y procesos de producción artesanales son siempre más costosos que a nivel industrial, también saben que estando asociados es posible producir de otra manera y llegar directamente a los consumidores, sin intermediarios.

“En los productos industrializados las cadenas de intermediarios son los que agregan valor. Nosotros comercializamos cara a cara por eso los precios –compensados con los costos de producción- se equiparan un poco. Nos interesa llegar con nuestros productos también a las clases populares”.

Dentro de la Feria hay un stand específico en el que se intercambian y regalan semillas con la intención de fomentar también la producción. “Nos interesa que la gente pueda ver que es posible producir el alimento, que es una forma de independencia y de tener alimentos sanos. Culturalmente se ha tenido esa costumbre que hace algunas décadas se perdió. En ese stand se da un diálogo permanente, por ejemplo tenemos una experiencia de huerta hecha en terraza y asesoramos a la gente que nos pregunta cómo hacerla”, dice Mauro, alentando a interiorizarse en el tema y a buscar alternativas a las lógicas capitalistas de producción y consumo.

Un espacio abierto

Como puntos fundamentales para integrarse al grupo resaltan dos: que los procesos productivos no tengan mano de obra explotada, “entendiendo la mano de obra explotada el trabajo asalariado directamente, sí pueden ser cooperativas en el sentido igualitario de las relaciones”. Y en segundo lugar, que la producción tienda hacia lo ecológico. “Decimos tendencia para que no se excluya a personas que no están por completo en ese camino, pero que sí lo tienen como un norte. Sabemos que a veces es inviable que el producto sea completamente agroecológico, sobre todo por los costos”, explica el productor.

Dentro de las acciones que están implementando para hacer más sustentable y rica la propuesta autónoma de producción e intercambio, están llevando la Feria a otros barrios, juntándose con otras organizaciones y socializando la experiencia. En este sentido, a fines de febrero participaron de los carnavales de Ludueña, donde el multitudinario encuentro fue realmente una fiesta (ver nota).

Además, para seguir fortaleciendo el espacio manifiestan que es preciso consolidarse más a nivel productivo, en cantidad y calidad, así como seguir capacitándose de manera constante y sistematizada. “Lo que yo busco con la feria es materializar un montón de ideas que en general son abstractas o políticas, en dimensiones reales. Ya no solamente para proyectar un futuro que se adecue a lo que yo quiero que sea la sociedad, sino haciéndolo ahora. Más allá de que hay limitantes, como por ejemplo las injusticias y el daño al medioambiente, creo que hay que denunciarlo pero también hay que seguir cambiando las cosas desde nuestras prácticas”, opina Mauro, invitando a los lectores/as a acercarse este domingo 13 de junio a la Feria de “Caramelos Sueltos”, desde las once de la mañana en Rodriguez 198 bis de Rosario (se suspende en caso de lluvia).

Contactos:

TE: 0341 – 464 49 59 / 449 00 06
Mail: ra.moc.oohay@sotleussolemarac

Fuente: EnREDando

Temas: Agricultura campesina y prácticas tradicionales

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